Investigadores recrean el perfume que pudo haber usado Julio César
El equipo de expertos ha empleado una receta de 2.000 años que requiere «sudor de gladiador»
«Siempre hemos sentido una gran curiosidad por saber a qué olía Julio César, qué tenía su perfume, dónde lo conseguía o quién se lo hacía», afirma el equipo de investigadores de la Asociación de Cultura y Turismo de Aroma de Turquía, una institución que estudia las fragancias de la antigüedad; que, bajo la supervisión de Cenker Atila, del Departamento de Arqueología de la Universidad Sivas Cumhuriyet y la colaboración de algunos perfumistas de Milán así como el reconocido diseñador de perfumes turco Bihter Türkan Ergül, han logrado recrear dicho aroma más de 2.000 años después de la muerte del dictador romano.
El telinum, un perfume que, según se cree, pudo haber sido usado por el emperador romano que reinó entre los años 46 y 44 a.C., contenía una mezcla de menta, rosa, limón, bergamota, lavanda, jazmín, nenúfar, violeta, oud y ámbar. Algo que han podido saber gracias a «la información proporcionada tanto por escritores antiguos como por obras de sus amigos íntimos», según han indicado los investigadores en un comunicado, lo que ha permitido «determinar en gran medida el contenido de sus perfumes favoritos».
Pero el ingrediente final, o eso dice la leyenda, era añadir el sudor de los gladiadores. El equipo de expertos logró reproducir este curioso olor utilizando pachuli, un tipo de planta muy popular entre aquellos que se preocupan por su salud y cuyo aroma terroso, amaderado y almizclado imita el olor del sudor de los gladiadores, según el equipo.
El autor romano Plinio el Viejo describió cómo los antiguos utilizaban el sudor de los gladiadores y escribió: «Se considera que las raspaduras de los cuerpos de los atletas poseen ciertas propiedades de naturaleza emoliente, calorífica, resolutiva y expletiva, resultantes del compuesto de sudor humano y aceite».
Por otra parte, el equipo confesó que su interés en replicar el perfume de telinum se debe a que César «atraía la atención del público con su estilo de vida y su vestimenta» y sus perfumes eran «seguidos con gran interés por el público». Y apuntan que, aunque los antiguos romanos preferían las fragancias sencillas que desprendían un olor rancio y acre, los emperadores y otros nobles, incluidos sacerdotes y generales militares, por su parte, insistían en comprar perfumes más dulces en el extranjero o encargar los suyos propios a marcas locales para separarse del pueblo llano.
Los expertos han adelantado que a partir de octubre el perfume se pondrá a la venta en Turquía, Francia e Italia, pero no han especificado su precio. «Este perfume, firmado por el perfumista Ergüil, consta de los aromas determinados a la luz de los datos arqueológicos e históricos», finaliza el comunicado.