Yacimiento Romano
Los secretos que esconde Los Bañales, uno de los yacimientos romanos más relevantes de España
La XVI Campaña de Excavación sorprende a los 22 arqueólogos con nuevos vestigios y hallazgos únicos, pero todavía deja grandes incógnitas sin resolver
A finales del siglo I d.C. la ciudad romana de Los Bañales se convirtió en todo un paradigma con un claro carácter oficial. Un enclave estratégico puesto en valor por Roma en el momento del tercer viaje de Augusto a la península debido a la fundación de Caesaraugusta (Zaragoza).
Un tesoro en Uncastillo, en plena Comarca de las Cinco Villas (Aragón) que supone un auténtico viaje en el tiempo y permite al visitante transportarse y vivir de primera mano los entresijos de una auténtica ciudad romana que cuenta con una extensión de 20 hectáreas.
Un enclave que recibe más de 4.000 visitas al año y que podría convertirse en un auténtico «parque temático de la arqueología», según relata el catedrático de Historia Antigua de la Universidad de Navarra y director de la excavación, Javier Andreu Pintado. Así se lo hicieron saber los técnicos de este proyecto a la consejera de Educación y Cultura del Gobierno de Aragón, Tomasa Hernández, durante su visita al yacimiento en plena excavación este verano.
Producción de vino a «escala hispánica»
Después de todo el verano excavando, Los Bañales, siguen sorprendiendo a arqueólogos y visitantes. Una de las grandes sorpresas de este año ha sido un sistema de evacuación de aguas en la muralla norte de la ciudad y el área industrial. En esta zona se ha encontrado uno de los tesoros de esta campaña: un complejo de producción de vino.
Un hallazgo que, a diferencia de lo que se creía hace quince años, «revela que el vino fue un producto que debió dar sentido a la intensa urbanización de la comarca y al gran despegue urbanístico que tuvo la ciudad romana», apunta Andreu quien está al frente de esta excavación desde el año 2009.
La concentración de lagares en esta nueva campaña parece apuntar que «la puesta en explotación de todo este sistema de producción corresponde con el momento de apertura de la Via Caesaraugusta, lo cual habla de un deseo de Roma de obtener del territorio un elemento netamente romano en esta zona».
En este sentido, si se mira la tratadística romana sobre agricultura este terreno «recoge las condiciones idóneas para la producción de vino y probablemente sea una de las razones de la intensa urbanización del territorio y el negocio del que vivieron las familias», asegura el catedrático. Sin embargo, no se debe olvidar el modelo de la ciudad romana, «una ciudad de servicios y administrativa con una autonomía municipal muy arraigada».
Además se ha descubierto una segunda bodega en el corazón de la ciudad, lo que parece indicar que la producción de vino no se quedaba en Los Bañales, sino que «se distribuía a escala hispánica».
Para ahondar más en el estudio de este hallazgo, durante el mes de septiembre se llevará a cabo una prospección geomagnética en el marco de un proyecto de investigación del Ministerio de Ciencia e Innovación que lidera la Universidad de Navarra «del que se espera una trama más clara del urbanismo».
Una ciudad completa
Después de una exhaustiva labor de excavación en numerosas campañas arqueológicas, este enclave conserva a la perfección los elementos típicos de una ciudad romana.
La calle porticada es el icono de esta urbe. Sus dos imponentes columnas toscanas abren el paso al interior de Los Bañales. Ambas formaban parte de un pórtico ubicado en un cruce de calles donde se ubicaba una domus (casa) de la élite de la época.
Sin embargo, esta no es la única zona residencial de Los Bañales, al norte se puede encontrar un gran barrio de viviendas. Aunque resulta fascinante adentrarse en los entresijos de esta ciudad como su área comercial de carácter artesanal e industrial; o por el foro, la gran plaza de la ciudad, donde quedan perfectamente definidas las tabernae (tiendas), o cuatro inscripciones monumentales; así como varias estatuas como un pedestal dedicado al emperador Tiberio o a Lucio César.
Otro de los grandes tesoros son sus termas perfectamente conservadas con un apodyterium (vestuario) con sus loculi (guardarropas) y las salas típicas de baño como el frigidarium (sala de agua fría), natatio (piscina), el tepidarium (sala templada) o caldarium (caliente) donde había una sudatio (sauna).
Unos restos que no terminan ahí. Otra de sus joyas es el acueducto que servía para abastecer de agua a la ciudad junto con la presa.
La gran incógnita
De las 20 hectáreas de este enclave, apenas se ha excavado una. Por eso, todavía quedan muchas incógnitas por resolver y, aunque los restos son numerosos, aún queda buena parte de la ciudad por excavar.
Sin embargo, han pasado dieciséis campañas y el mayor misterio que esconde a día de hoy este yacimiento es el nombre que la ciudad tuvo en la antigüedad. Una incógnita que, según cuenta Andreu, «solo podrá resolverse según la suerte que tengamos en las próximas».
A pesar de que se ha llamado a este yacimiento «Los Bañales» por la notoriedad de las termas, su nombre original es desconocido a día de hoy.
22 estudiantes de todo el mundo
Cada campaña de excavación está marcada por la labor que lleva a cabo un grupo de arqueólogos profesionales acompañado por un amplio número de estudiantes de diferentes universidades de todo el mundo. Este año se han acercado a los Bañales estudiantes de España, Colombia, Japón, Reino Unido, Chile o Argentina.
Una excavación que promueve la difusión e internacionalización del patrimonio romano de Los Bañales a nivel global que además de poder visitarse in situ, también se puede hacer a través de la labor de difusión del patrimonio de forma digital como en su museo virtual.
Una experiencia inolvidable
Rodríguez ve la excavación como «una experiencia para encontrar un lugar donde tiene cabida el afán de superación y un crecimiento académico». En su caso, ha estado trabajando en distintos sectores del yacimiento, lo que le ha permitido conocer a fondo las peculiaridades de Los Bañales. Sin embargo, también asegura que una de las cosas más importantes es «la gran calidad humana y académica que brota del gran potencial que tienen Los Bañales, lo que hace que mucha gente que se apasione por la ciudad». Para ella, lo más entrañable de Los Bañales es que «es el motor de vocaciones arqueológicas que nacen después de pasar una campaña de excavación o un día visitando este yacimiento».
Algo que supone un «ejemplo de arqueología pública donde lo que se excava se consolida, se muestra y se desarrolla una labor de pedagogía del patrimonio y de socialización», afirma Andreu, el director de la excavación.
Aunque son muchas las luces de este yacimiento, todavía quedan algunos retos que asumir como «resolver la propiedad de este Bien de Interés Cultural, para que pase a ser de titularidad pública para que pueda tener «acceso a la financiación europea».