Todos los problemas en la construcción del monte Rushmore, el nacionalismo norteamericano hecho piedra
Cerca de Rapid City, en el estado americano de Dakota del Sur, se esculpieron los rostros de los presidentes norteamericanos George Washington, Thomas Jefferson, Theodore Roosevelt y Abraham Lincoln
El artista elegido para su realización fue Gutzon Borglum, autor de una gran escultura del presidente Lincoln en la ciudad de Washington, aunque su proyecto más ambicioso fue esculpir el monte Rushmore en las Montañas Negras. La idea fue una iniciativa de su amigo el historiador Doane Robinson en 1924, que sugirió a Borglum el proyecto como un gran memorial norteamericano. El proyecto inicial era esculpir el monumento en las agujas de las montañas Black Hills.
Pero pronto comenzaron a surgir problemas, como la protesta de los indios sioux, descontentos porque el hombre blanco profanase o invadiese esos lugares, ya que para ellos eran sagrados, debido a que sobre esas montañas reposaban sus divinidades desde que fueron creadas por el Gran Espíritu. Por ello, exigieron el cumplimiento estricto del pacto de Fort Laramie, firmado en noviembre de 1868, por el cual el ejército se comprometía a no hacer incursiones en territorio sioux, lo que se cumplió hasta 1874, como motivo de la incursión del general Sheridan contra los indios. Poco después apareció oro en esos lugares, lo que provocó la llegada masiva de buscadores y blancos, lo que obligó a emigrar a los sioux, abandonando las montañas en 1877.
En agosto del siguiente año, el escultor se decidió por el lugar idóneo para comenzar su trabajo, animado por el hecho de que varios geólogos le comentaron que el monte Rushmore tendría un desgaste natural por erosión de menos de un centímetro cada 50.000 años y, además, que la luz solar cubriría toda el área de la montaña durante casi todo el día, lo que otorgaría un esplendor claro a su escultura, además de casi una segura permanencia a lo largo del tiempo. Pasarían los siglos, pero su obra permanecería.
Otro problema fue el presupuesto para su elaboración, ya que fue pagado con fondos públicos y privados. Pasó por tres controles de tres presidencias durante el tiempo que transcurrió su realización que fueron catorce años, desde 1927 hasta 1941. En ese último año, el escultor murió y fue sustituido por su hijo Lincoln, que la daría por finalizada con algunos pequeños retoques que no afectaron al proyecto original de su padre. En su elaboración trabajaron 400 obreros sujetos con arneses y tuvieron que destruir 450.000 toneladas de roca con dinamita.
Otro escollo con el que tuvieron que lidiar los escultores fueron los continuos derrumbes. La nariz del presidente Jefferson se desprendió y se tuvo que buscar una roca firme en la que poder seguir trabajando, por lo que tuvo que redimensionarse la talla. En los dibujos originales las esculturas de los presidentes en principio debían ser bustos, aunque la escasa financiación provocó que el monumento sufriera algunos recortes y al final se tallaron solo los rostros finalmente.
El resultado final fue el conjunto escultórico más grande del planeta construido en el siglo XX, ya que las caras de esos cuatro políticos miden cada uno 18,38 metros desde la barbilla hasta la frente, lo que equivale, en proporción, a uno ser humano de unos 170 metros de altura.
El lugar se convirtió en un centro de atracción turística, pero también en un monumento de la historia y del nacionalismo norteamericano
Y, como resultaba previsible en la sociedad norteamericana de posguerra, el lugar se convirtió en un centro de atracción turística, pero también en un monumento de la historia y del nacionalismo norteamericano. George Washington representó la fundación de los Estados Unidos y la independencia; Thomas Jefferson se ligaba con el definitivo asentamiento del camino democrático como base del sistema político; Abraham Lincoln unía su figura popularmente a la defensa de la Unión y la libertad de los esclavos; Theodore Roosevelt había liderado al país durante el comienzo de la expansión internacional pues, bajo su mandato, comenzaron importantes obras como el canal de Panamá, intervino como mediador en la guerra ruso-japonesa de 1904-1905 y admitió en el seno de la Unión al estado de Oklahoma en 1907, como estado número 46. La República había pasado al Imperio, como Roma y, como hicieron los romanos, resultaba necesario hacer esculturas de sus «Padres de la Patria».
Ya que Norteamérica es la cuna de Hollywood, no resulta extraño que el lugar haya sido escenario de algunas películas, como Con la muerte en los talones, del director británico Alfred Hitchcock. Más recientemente, en el film Del Revés 2 aparece una parodia del monte en la imaginación de la protagonista, que sustituye a los presidentes por sus novios ficticios (crushes). El monumento ha sido también escogido como escenario de videojuegos y series, como la de la familia Simpson. Igualmente, famosos músicos han querido rendir homenaje a la obra de Gutzon Borglum. Y así la banda británica de hard rock Deep Purple eligió el icónico monumento para realizar la imagen de una de las portadas de sus discos titulado In Rock.