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Retrato de Grover Cleveland, el 22º y 24º presidente de Estados Unidos

El paralelismo entre Trump y Cleveland: dos veces presidentes no consecutivos con escándalos incluidos

El hito que ha marcado Trump al volver a la Casa Blanca tras haber perdido unas elecciones tuvo un precedente en el siglo XIX

Donald Trump se convierte en el segundo presidente en regresar a la Casa Blanca tras un paréntesis de cuatro años. Lo fue en el período de 2017 a 2021 como el 45º presidente de los Estados Unidos y aunque fue derrotado por el demócrata Joe Biden, el próximo mes de enero de 2025 volverá a ocupar el Despacho Oval como el presidente número 47 del país norteamericano.

Pero el hito que ha logrado el magnate estadounidense tiene su precedente en Grover Cleveland, quien antes de aspirar por primera vez a la presidencia fue alcalde de Búfalo (Nueva York) en 1881 y, más tarde, gobernador del estado de Nueva York, donde alcanzó un protagonismo político gracias al cual fue elegido candidato del Partido Demócrata para la presidencia en 1884.

Grover Cleveland fue el 22º y 24º presidente de Estados Unidos

Ese mismo año ganaba su primera elección presidencial con un margen muy estrecho y derrotaba al candidato republicano James G. Blaine. «Fue el primer demócrata elegido tras la Guerra Civil», destaca la Asociación Histórica de la Casa Blanca en su biografía. Y lo cierto es que acababa de romper con 24 años de presidentes republicanos, desde la época de Abraham Lincoln.

Con Cleveland al frente, el Partido Demócrata quedó asociado «principalmente a la lucha contra la corrupción. Era el candidato de 'la reforma' en una era en que la corrupción estaba en un lugar muy alto en la agenda política», explica el profesor de historia y política estadounidense de la Universidad de Oxford Adam Smith en declaraciones a la BBC.

De este modo el 22º presidente consolidó su mandato como un político honesto y trabajador; sin embargo también estuvo marcado por el escándalo de su hijo ilegítimo. Un asunto que durante la campaña electoral, sus adversarios ya utilizaron esta baza en su contra.

En numerosas ocasiones se vio obligado a responder públicamente a injerencias sobre su hijo que supuestamente habaía tenido fuera del matrimonio con Maria Haplin. Ésta denunció que Cleveland la había perseguido y que había sido violento durante un breve encuentro en su habitación. Cleveland se defendió diciendo que la relación había sido consentida.

Una viñeta contra Cleveland pone de relieve el escándalo Halpin

También fue objeto de burlas por su matrimonio con Frances Folsom, que era casi 30 años más joven que él. Aunque mantuvo en secreto su relación, pronto surgieron las especulaciones sobre la vida amorosa del presidente. Las habladurías consideraban que el verdadero objeto de atracción de Cleveland era la madre de Folsom, algo que frustraba al demócrata y se hacía preguntar por qué le emparejaban siempre con «señoras mayores».

Su boda con Frances Folsom tuvo lugar en 1886 y sería la primera en celebrarse en la Casa Blanca. Juntos tuvieron cinco hijos.

«El escrutinio de la prensa de la época no dejó de perseguirlo durante su gobierno», expresa la BBC, por eso cuando, al final de su primer mandato intentó ser reelegido, los escándalos persiguieron nuevamente su campaña electoral y perdió la votación por un estrecho margen: aunque obtuvo el voto popular, fue el republicano Benjamin Harrison quien se llevó el voto del Colegio Electoral y la presidencia.

El segundo mandato

Tras la derrota, Cleveland declaró que era «una derrota temporal» y prometió que iba a regresar. En un primer momento, el que fue presidente entre 1885 a 1889 se retiró de la primera línea política y se dedicó a trabajar como abogado en Nueva York. «Se cuenta que Frances le dijo al mayordomo de la Casa Blanca que dejara todo exactamente como estaba porque ellos volverían en cuatro años», explica el profesor de la Universidad de Oxford.

Y así sucedió cuatro años más tarde: «Cleveland, a pesar de haber sido derrotado, siguió siendo muy popular entre su base democrática, así que cuando llegaron las elecciones de 1892, en cuanto se supo que tenía intenciones de presentarse otra vez, los otros candidatos potenciales se retiraron y él volvió a ganar fácilmente la candidatura demócrata», subraya Smith.

Sin embargo, en esta ocasión el ahora 24º presidente de Estados Unidos debía hacer frente a una grave crisis económica: «En 1893 había una severa depresión económica que condujo a un enorme desempleo y un fuerte malestar laboral, como muestra la famosa huelga de (la fábrica ferrocarriles) Pullman, en Illinois», comenta el profesor en la BBC.

La crisis desató el pánico en la bolsa, entraron en bancarrota cientos de bancos y miles de empresas y se convocaron huelgas masivas. En 1894, para hacer frente a las manifestaciones, Cleveland envió al ejército para «acabar con el paro», añade Smith. Murieron 30 huelguistas. Cuando terminaron los cuatro años de su segundo período presidencial, Cleveland era enormemente impopular, por lo que optó por retirarse. Falleció en 1908 de un infarto y fue sepultado en un cementerio de Princeton.