El Debate en Bruselas
Jaque mate a la leyenda negra
Una leyenda negra es una narrativa histórica que distorsiona la realidad para presentar de manera negativa y exagerada a un país, cultura o institución. Estas narrativas suelen estar cargadas de prejuicios y buscan enfatizar hechos reales, pero seleccionados de forma parcial o interpretados de manera sesgada, a menudo ignorando contextos o matices.
En una nueva edición de los Jueves Hispanófilos en Bruselas, el autor David Fernández Valdés comenzó explicando el caso de la «leyenda negra española», que se refiere a la construcción de una imagen especialmente negativa de nuestro país, asociándola con la crueldad, el fanatismo religioso y el autoritarismo, principalmente durante los siglos XVI y XVII, en el contexto de su hegemonía como imperio global. En el caso de España, esta leyenda fue fomentada por potencias rivales, como Inglaterra y los Países Bajos, durante las guerras religiosas y coloniales, utilizando propaganda para debilitar su influencia, y se ha continuado con la connivencia de Francia y EE.UU. en los siglos posteriores.
Fernández Valdés comentó un aspecto de la leyenda negra que distingue a España de otros países que también sufren este fenómeno. En el caso de España, esa propaganda ha tenido un impacto profundo en la percepción nacional, generando en algunos momentos una sensación de autocrítica exacerbada o incluso de autorechazo. Este fenómeno, conocido como «leyenda negra interiorizada», lleva a que algunos españoles adopten las narrativas negativas y las perpetúen, a menudo sin cuestionarlas o contextualizarlas. En cambio, en otros países (Inglaterra, Francia, EE.UU.), los nacionales suelen recibir sus propios relatos negro-legendarios con mayor escepticismo además de ser contrarrestadas desde los poderes públicos con narrativas que destaquen los elementos positivos de la identidad nacional y defendiendo públicamente las contribuciones culturales o políticas de cada país al progreso mundial, lo que permite mitigar los efectos de sus leyendas negras y proyectar una identidad más positiva.
La influencia histórica negro-legendaria en España ha sido particularmente duradera y compleja, no sólo por su construcción cuasi global desde el exterior, sino también y sobre todo, según Fernández Valdés, por la falta de un discurso nacional unificado que equilibre las luces y sombras históricas. Concretamente destacó su impacto en la actualidad, que, desde los años 80 hasta hoy se sigue alimentando a través de varios mecanismos, tanto conscientes como inconscientes: por la difusión de narrativas históricas parciales, por la interpretación sesgada del pasado y por la falta de estrategias culturales o educativas que promueven una visión más equilibrada de la historia de España.
Destacó algunas formas especialmente nocivas en este ámbito: la autocrítica exacerbada en el ámbito académico y cultural desde algunos sectores intelectuales españoles que ha promovido una visión hipercrítica del pasado nacional; la producción cultural y mediática a menudo centrada en episodios oscuros de represión, guerras internas o injusticias coloniales, reforzando estereotipos de crueldad, atraso o intolerancia asociados con España, sin ofrecer un contrapunto equilibrado; la ausencia de una política cultural cohesionada, mientras otros países trabajan activamente en la promoción de su legado histórico y cultural (como Francia con su Revolución o Reino Unido con la narrativa de su Imperio).
Fernández Valdés destacó que España ha carecido en las últimas décadas de una estrategia nacional clara para divulgar una imagen positiva y matizada de su historia y que además los españoles han sufrido la instrumentalización política del pasado, por la que algunos discursos políticos han utilizado elementos de la leyenda negra para deslegitimar el papel histórico del Estado español.
Todo ese análisis y reflexión movió al autor a escribir y publicar una serie de propuestas para contrarrestar esta dinámica, centrando la parte final de su conferencia en dos campos: la educación y la comunicación. Señaló la importancia crucial de impulsar una revisión de la didáctica de la Historia en los ámbitos académico, educativo y cultural. Esto implica enseñar los hechos históricos desde múltiples perspectivas, destacando no solo los errores, sino también los logros y contribuciones de España al mundo. Destacó también la necesidad de promover una política cultural que promueva la riqueza y diversidad del legado español, tanto dentro como fuera de España.
Para la comunicación, David Fernández propuso crear redes de colaboración para promover una visión fidedigna de la historia a través de la divulgación, el diálogo intercultural y la educación. No se trata de negar episodios oscuros, sino de contextualizarlos dentro de una perspectiva más amplia que incluya también la comparativa con otras potencias en esos momentos de la Historia, así como los logros culturales, científicos y sociales de españoles al mundo entero.
La conferencia de este jueves nos devolvió al público asistente la responsabilidad de contribuir a la batalla cultura de defensa y divulgación de los importantes logros históricos de españoles que nos han precedido y han dedicado sus vidas, ingenio y esfuerzo a servir a su patria y a la humanidad.