La defensa de Cartagena de Indias o cómo un «medio hombre» español derrotó a 30.000 británicos

Fue general de la Armada española y uno de los mejores estrategas militares en la historia de España. Conocido popularmente como el «medio hombre», derrotó a 30.000 británicos en Cartagena de Indias. Hablamos de Blas de Lezo, el marino invencible que antes de los sucesos de 1741 ya había acumulado hazañas exitosas en Barcelona, Palermo, Tolón, Mallorca, Orán, La Habana o Perú.

Nació en Pasajes, Guipúzcoa, en 1687. Desde joven estuvo muy vinculado con el mar, ingresando en 1702 en la Armada francesa, aliada en aquel entonces de España durante la guerra de Sucesión, librada para garantizar que Felipe V de Borbón fuese reconocido como legítimo rey de España en toda Europa. Dos años después, en la batalla de Vélez-Málaga, librada por españoles y franceses contra ingleses y holandeses, perdió la pierna izquierda de un cañonazo.

Pocos años después, mientras luchaba contra la Armada de Saboya en Tolón, perdió el ojo izquierdo por el impacto de una esquirla. Y en Barcelona, tras recibir un balazo, quedó inmovilizado su antebrazo derecho. Así, con tan solo 25 años, nuestro héroe quedaba cojo, tuerto y manco: se convertiría en el temido «medio hombre».

Pero sus heridas no impidieron que desarrollase una brillante carrera militar. En 1723, Felipe V nombró a Lezo general de la Armada de su Católica Majestad y jefe de la Escuadra del mar del Sur. Como recompensa por sus 14 años luchando para acabar con los corsarios y piratas, ascendió a jefe de escuadra. En 1734 fue nombrado teniente general y posteriormente comandante de los galeones y los navíos Fuerte y Conquistador que se enviaron a Tierra Firme, tal y como recoge el Centro Virtual Cervantes.

Un juego de mesa y un cómic

Pero la mayor y gran batalla que libró el ya marino invencible fue la defensa de Cartagena de Indias (Colombia) donde se enfrentó a un ejército inglés mucho más numeroso comandado por el almirante Edward Vernon y que resultaría decisiva para el desenlace de la guerra del Asiento que, desde 1739, enfrentaba a España contra Gran Bretaña, cuyo rey (Jorge II) y comerciantes querían hacerse con el control comercial de ciertas regiones del Imperio español.

Como muestra de la popularidad de esta gesta, la empresa Universo Hispano ha desarrollado el juego 'Cartagena1741', donde los usuarios podrán revivir el asedio a la ciudad del virreinato de la Nueva Granada en pleno siglo XVIII. Este proyecto, cuyo objetivo es el de «celebrar y difundir el vasto legado cultural que España ha brindado al mundo a lo largo de la historia», según declaró el fundador de Universo Hispano, Sergio Lara, en el medio The Objective; ha visto la luz gracias a una campaña de mecenazgo –que ha recaudado 34.000 euros– difundido principalmente por redes.

Sin embargo, este no es el único proyecto que recuerda la gran gesta del héroe español. El próximo jueves 19 de diciembre saldrá a la venta la segunda parte del cómic Lezo, tras haber reunido 120.000 euros con el apoyo de 2.777 lectores.

Esta novela gráfica creada por el dibujante Guillermo Mogorrón, el documentalista Ramón Vega, el guionista Ángel Miranda y el colorista Miguel Ángel Abad, vuelve con la continuación del asedio británico de la ciudad colombiana, un enclave de vital importancia para la vertebración del Imperio español. Además del choque entre Lezo y Vernon, el cómic relata también las historias de los habitantes de la urbe fortificada y las crudas vivencias de los soldados de ambos bandos.

La primera parte de la historia, que rebasó los 10.000 ejemplares vendidos, se hizo con el Premio Popular del Salón del cómic de Barcelona y fue finalista al Premio al Mejor Cómic Nacional 2020 por la asociación nacional de libreros Zona Cómic.

La defensa de Cartagena de Indias

Así, tanto juego como cómic, ponen de relieve la batalla de Cartagena de Indias. Antes de intentar apoderarse de la «Llave de las Indias», el almirante Vernon consiguió una primera victoria en Portobelo en 1739 lo que le motivó a continuar con los ataques de castigo a otros puertos cercanos hasta llegar al enclave estratégico en el Caribe. «Nunca un contingente estuvo más completamente equipado, y nunca tuvo la nación más razón para la esperanza en un éxito extraordinario», llegó a comentar Tobias Smollett, cirujano y escritor británico que participó en la batalla.

Los ingleses trataron de debilitar las entradas de Bocachica y Bocagrande. En respuesta, Lezo ordenó reforzar por tierra y bloquear con navíos los fuertes más importantes: San Luis, San José y San Felipe de Barajas. Sin embargo, los ingleses bombardearon con dureza y tras varios días de fuego consiguieron atacar por tierra la fortaleza de San Luis de Bocachica.

Pero aquella inicial arrogancia chocaría con la valentía y la destreza de los españoles. El virrey Sebastián de Eslava y parte de la guarnición comandada por Blas de Lezo se reagruparon en el castillo de San Felipe de Barajas. En total, los españoles contaban con seis naves y 3.000 hombres para hacer frente a una fuerza británica compuesta por casi 200 naves y más de 30.000 soldados.

Vernon planificó la ofensiva final entre los días 18 y 20 de abril en la fortificación de San Felipe, pero fue en vano. Los 3.000 hombres que lideró el general Wentworth se encontraron con la embestida de los españoles que, avisados del ataque sorpresa que querían llevar a cabo los ingleses, consiguieron repeler la ofensiva, el almirante inglés no consiguió tomar el fuerte y sufrió numerosas bajas, más que los españoles.

La batalla en Cartagena de Indias duró un mes más, pero la estación de lluvias unido a los estragos de la fiebre amarilla y otras enfermedades, acabaron por terminar con los ingleses. Finalmente, el 20 de mayo de 1741 la armada del almirante Vernon abandonaba humillada Cartagena.