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Doncella de hierro, instrumento de tortura en forma de sarcófago de hierro o de madera. Grabado de 1881

Doncella de hierro, instrumento de tortura en forma de sarcófago de hierro o de madera. Grabado de 1881

Picotazos de historia

La «Doncella de hierro», la máquina de tortura que se creó a raíz de una historia falsa

La primera mención que tenemos aparece en un escrito del historiador Johann Philip Siebenhees, en la segunda mitad del siglo XVIII y en la que afirmaba que el artefacto se utilizó para ejecutar a un criminal

Tenemos la idea de que la Edad Media fue un tiempo oscuro en el que la inhumanidad y el salvajismo campaban a sus anchas. Tiempos en los que el ser humano aprendió a revolverse contra sus semejantes, a los que persiguió y torturó por motivos religiosos. Precisamente será el planteamiento protestante el que acabara triunfando pintado a una Europa sometida a las torturas de la Inquisición y el instrumento de tortura más representativo, el más icónico de estos artefactos es el denominado Doncella de Hierro.

La Doncella es un instrumento de tortura consistente en una caja o armario de hierro, con bisagras que permite la apertura por su frente. El interior de la caja del artefacto tiene púas de hierro de diferente longitud. La idea es la de encerrar a un ser humano en su interior y cerrar para que las púas atraviesen su cuerpo produciendo una larga agonía. Un precedente histórico de semejante artefacto lo encontramos en la conocida como Apega de Nabis o de Hierro.

Nabis fue un rey de Esparta que gobernó del 207 al 192 a.C. Nos cuenta Polibio —fuente muy poco fiable, ya que los espartanos destruyeron su ciudad natal y desde entonces les tenía un asco de espanto— que ordenó la construcción de una réplica en hierro de su esposa. Cuando el ciudadano era convocado para pagar impuestos si protestaba por ello, Nabis le respondía que tratara el asunto con su esposa. El ciudadano se encontraba frente al autómata de hierro, que estaba con los brazos abiertos. Al accionar un mecanismo, los brazos del autómata se cerraban, atrapando al ciudadano y apretándolo contra el cuerpo de hierro, en el que habían surgido puntas afiladas. Hoy en día el mito de la Apega de Nabis está considerada un producto de la sobre estimulada imaginación del historiador.

Otro caso similar nos lo cuenta en propio san Agustín en su obra La Ciudad de Dios. El obispo de Hipona nos cuenta cómo el general romano Marco Atilio Regulo fue torturado. Los cartagineses le encerraron en una caja de la que salían afiladas puntas, que le obligaban a permanecer inmóvil en incómoda posición. Si se movía o dormía, se clava las puntas en su carne, lo que le obligaba a mantenerse despierto. El romano murió por falta de sueño tras varios días de agonía.

Pero volvamos al artefacto conocido como la Doncella de Hierro. La primera mención que tenemos aparece en un escrito del historiador Johann Philip Siebenhees, en la segunda mitad del siglo XVIII. Este historiador escribió una guía de la ciudad alemana de Núremberg. En el libro afirmaba que la Doncella de Hierro se utilizó para ejecutar a un criminal en 1515. La guía nos facilitaba detalles como que las púas del interior estaban hábilmente dispuestas para no afectar ningún órgano importante y alargar el tormento de la víctima lo más posible.

Hoy está probado que la historia que nos cuenta Siebehees es pura patraña, pero la invención tuvo éxito y desde el inicio del siglo XIX empezaron a aparecer diferentes modelos de Doncellas de Hierro, en ferias y exhibiciones, para horror y morboso deleite del respetable público. La más famosa de todas es la conocida como la Doncella de Hierro de Núremberg, que estaba rematada con lo que se cree ser la cabeza de la Virgen María.

Copia de la Doncella de Hierro de Nuremberg. La original está conservada en Rothenburg ob der Tauber

Copia de la Doncella de Hierro de Núremberg conservada en Rothenburg ob der Tauber

Se piensa que este artefacto fue confeccionado a finales del siglo XVIII y que para ello se aprovecharon diferentes piezas viejas de una forja. La Doncella de Hierro de Núremberg desapareció durante los bombardeos que sufrió esta ciudad a lo largo del año de 1945. Se sabe que en 1802 se hizo una copia de la célebre máquina que se vendió, en 1840, al conde de Shrewsbury y que fue expuesta en la Feria Mundial de Chicago de 1893. Esta copia sería subastada en 1960 y hoy la pueden encontrar en el museo del crimen medieval de la localidad alemana de Rothenburg.

La Doncella de Hierro ha dejado una amplia y perdurable huella. Tenemos el grupo de Rock Iron Maiden que toma su nombre en honor a este artefacto e innumerables películas, cuadros, novelas, etc., en los que aparece como elemento importante. Este es un buen ejemplo de una invención, una mentira, que triunfa porque satisface la morbosidad de la sociedad y aporta evidencia que confirma los prejuicios existentes (en este caso la perversa Inquisición e Iglesia católica, etc.).

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