600 años del día en el que el pueblo gitano entró en España

El 12 de enero de 2025 marca el 600 aniversario de la llegada de los gitanos a España. La efeméride viene señalada por el salvoconducto que el rey Alfonso V El Magnánimo expidió en favor de Don Juan de Egipto Menor y sus acompañantes. El texto, que se conserva en el Archivo de la Corona de Aragón (Real Cancilleria, Registros, 2573, f. 145v), leído seis siglos después, aún nos conmueve: queremos que sea bien tratado y acogido […] so pena de nuestra ira e indignación, que el mencionado don Juan de Egipto y los que con él irán y lo acompañarán, con todas sus cabalgaduras, ropas, bienes, oro, plata, alforjas y cualesquiera otras cosas que lleven consigo, sean dejado ir, estar y pasar por cualquier ciudad, villa, lugar y otras partes de nuestro señorío a salvo y con seguridad […].

Por desgracia, durante siglos, al pueblo gitano le faltaron esa seguridad y esa hospitalidad que el Magnánimo les garantizaba. La historia de persecuciones y discriminaciones sigue siendo hoy una página triste y oscura de nuestra historia. La Prisión general de gitanos, diseñada por el marqués de la Ensenada, fue una de las mayores operaciones de policía del territorio en la Europa moderna.

En la noche del 31 de julio de 1749 y a lo largo del mes de agosto, se desencadenó lo que se conoce como La Gran Redada: la detención de los gitanos de España y su confinamiento en cárceles, así como en fábricas y otros lugares de trabajos forzados. Se separaría a hombres de mujeres de modo que las familias quedasen separadas.

Gómez Urdáñez invoca un documento terrorífico: «Luego que se concluya la reducción de la caballería, se dispondrá la extinción de los gitanos. Para ello es menester saber los pueblos en que están y en qué número. La prisión ha de ser en un mismo día y a una misma hora. Antes se han de reconocer los puntos de retirada para apostarse en ellos tropa. Los oficiales que manden las partidas han de ser escogidos por la confianza y el secreto, en el cual consiste el logro y el que los gitanos no se venguen de los pobres paisanos. Acabaron en la cárcel unos 9.000 gitanos, hombres, mujeres y niños, que se sumaron a los más de 3.000 ya encerrados. El marqués fracasó en su plan de acabar con los gitanos y poco a poco los supervivientes fueron liberados hasta que se decretó el indulto general en 1763».

El odio y los prejuicios no desaparecieron, pero el flamenco se abría paso de la mano de Manuel de Falla y los demás organizadores del Concurso de Cante Jondo de Granada (1922). La Generación del 27, y especialmente Lorca, daría a la cultura gitana la importancia y el reconocimiento que en justicia les correspondían. El Romancero Gitano (1928) y el Poema del Cante Jondo (1931) popularizaría la imagen de los gitanos exóticos y mágicos que el flamenco evocaba.

El estereotipo del gitano artista, sin embargo, encerraba el peligro de imponer, de nuevo, una identidad y un destino. Las tonás y los cantes, con su belleza oscura y profunda, se las disputaban gitanos y payos en el trasfondo de una cultura de masas que había hecho de la copla y la canción popular andaluza símbolos de la identidad misma de España.

La Transición también fue un tiempo de cambio y reivindicación de justicia y memoria. El poeta Félix Grande escribiría un poema lúcido y dolorosa contando el sufrimiento del pueblo gitano y el Lebrijano le daría voz en el cante en 1976.

Juan Madrid crearía uno de los grandes personajes de la literatura negra española: Flores, el policía gitano de Brigada Central, que encarnaría Imanol Arias en la serie homónima de RTVE allá por 1989. Para entonces, Camarón de la Isla, descendiente de gitanos canasteros, cosechaba éxitos clamorosos. No era el único. Ahí estaban Lole y Manuel para afirmarlo.

Hay todo un tesoro de cultura gitana española sin el cual España misma sería más pobre. Recuerdo, por ejemplo, la obra pictórica de Helios Gómez (1905-1956), gitano, sindicalista de la CNT, antifranquista y pintor de La Capilla Gitana en el oratorio de la Cárcel Modelo de Barcelona. La recuperación de la historia y la memoria de los gitanos españoles es parte del conocimiento de la propia historia de España.

El Gobierno ha declarado 2025 el Año del Pueblo Gitano en España. La efeméride de los 600 años de su llegada brinda, pues, la ocasión de recordar y profundizar en nuestra historia. Es también una oportunidad de hacer justicia y de refutar estereotipos y prejuicios. Elevemos, pues, oraciones pidiendo la intercesión del beato Ceferino Giménez Malla –gitano, laico y miembro de la Tercera Orden de San Francisco, asesinado por milicianos en Barbastro en 1936–para que los frutos de este año redunden en beneficio de toda España.