Picotazos de historia
La novelesca vida de un obispo asesinado con unos guantes envenenados
Recibió como regalo unos hermosos guantes de terciopelo teñidos de azul, el tinte más caro y exótico ya que para su factura se utilizaba lapislázuli. Para su desgracia contenían un veneno que se absorbía por la piel
Mazovia es una región histórica en el centro este de la actual Polonia, cuya capital es la ciudad de Varsovia. Fue una región situada entre otras dos llamadas la Gran Polonia y la Pequeña Polonia. El reino de Polonia tuvo a su primer rey documentado en el siglo X y se trató del duque –luego rey– Miezco I (960 – 992 d. C.). Miezco era descendiente de un mítico primer monarca del siglo VIII llamado Piast el Carretero, de quien la dinastía tomará su nombre, siendo conocida como dinastía Piast o de los Piastas. Estos reyes Piastas reinaron en Polonia hasta el año 1370 y su último representante en la corona fue Casimiro III el Grande. Algunas ramas menores gobernarían ciertas áreas de Polonia y Lituania hasta el año 1675, fecha en la que falleció el último miembro de la familia, que pertenecía a la rama de Silesia.
Durante mucho tiempo el territorio de la Polonia actual estuvo dividido en diferentes ducados que, a su vez, volvieron a dividirse varias veces aumentando la atomización. En 1330 gobernaba en el ducado de Mazovia el Piasta Siemowit III. Las crónicas de la época nos cuentan que este señor era un perfecto psicópata paranoico con una larga lista de sangrientas actuaciones a sus espaldas. En 1368 dio en imaginar que su segunda esposa, la princesa Ana de Ziebice, le había sido infiel y estaba conspirando para asesinarle.
La pobre señora, que estaba embarazada, fue encerrada en el castillo de la ciudad de Rawa. Cuando nació el niño fue estrangulada, como dejó ordenado Siemowit, y el niño fue entregado a unos campesinos pobres, que ignoraban su origen, para que se ocuparan de su crianza.
Pasaron diez años y Malgorzata, hija del primer matrimonio de Siemowit III y casada con Casimiro IV de Pomerania, era conocedora de la historia y desafiando a su padre se hizo cargo de su hermano. Al ver el gran parecido del niño con Siemowit lo presentó en la corte del duque de Mazovia. Enfrentado con la prueba del parecido físico, al viejo no le quedó más remedio que reconocer al niño.
Para entonces Siemowit ya había decidido como se repartirían sus posesiones entre los dos hijos varones que tuvo de su primer matrimonio y los del matrimonio actual. Sin embargo, como suele pasar a lo largo de la historia, estaban completamente de acuerdo en cualquier variación que les supusiera un aumento de su herencia, pero se oponían furiosamente a todo aquello que pudiera producir una merma de la misma, y encima a favor de un recién llegado.
Al niño, a quien sus padres putativos habían bautizado como Henryk y que eligió mantener ese nombre al ser reconocido por su verdadero padre, lo destinaron a la carrera eclesiástica. Por si acaso, pero con muy poca fe en ello, Siemowit hizo jurar a sus otros hijos que, en caso de que Henryk renunciara a su carrera dentro de la Iglesia, ambos compartirían su herencia con él.
El 30 de mayo de 1378 Henryk recibió su primera parroquia y tanto el padre como los hermanos no pararon de presionar y trabajar hasta que Henryk fue nombrado obispo de Plock en 1380. Para entonces Henryk tenía doce años de edad y no había sido ordenado sacerdote ni recibido ordenes sagradas.
Creció el muchacho y demostró tener una aguda inteligencia y dotes diplomáticas. El nuevo rey de Polonia era Vladislao I Jagello, Gran Duque de Lituania y primero de la dinastía de los Jagellones, le hizo llamar para encomendarle una misión importante.
Jagello encargó a Henryk que mediara entre él y su primo hermano Vitautas, que controlaba el oeste de ducado de Lituania y con el que mantenía una feroz guerra desde hacía tiempo. Vladislao y Vitautas fueron dos personalidades señeras de su tiempo y chocaron entre si violentamente. Vitautas era un líder guerrero carismático y caballeroso que se había visto obligado a buscar una alianza con la orden de los caballeros teutónicos en su enfrentamiento contra su primo. Los caballeros teutónicos se estaban expandiendo por la zona de la Pomerania (al norte de la Gran Polonia) y amenazaban los territorios de Vladislao por lo que este, más brillante que su primo en el campo de la diplomacia y estrategia, movilizó alianzas y contactos para eliminar el peligro.
Henryk triunfó en toda regla. No solo consiguió que Vidautas rompiera su alianza con tan peligroso aliado, además se hicieron muy amigos y el lituano le ofreció la mano de su hermana pequeña, la bella Ringalia de Lituania.
El matrimonio tuvo consecuencias. Para empezar los teutónicos, muy molestos con su actuación en la ruptura de la alianza con Vitautas, pusieron el grito en el cielo en lo que consideraban una violación del derecho canónico. Presentaron el caso ante el mismo Papa de Roma como una prueba de que tanto Polonia como Lituania no eran propiamente cristianas y, por lo tanto, debía continuarse la cruzada contra estos paganos disfrazados: lo que permitiría la expansión de los territorios de la orden a costa de estos reinos.
Por otro lado los hermanos de Henryk se encontraron con el dilema de cumplir con el juramento que habían hecho a su padre, pues el matrimonio privaba a Henryk del obispado y ponía fin a su carrera eclesiástica. En definitiva, la precipitada decisión de aceptar la mano y casarse con la hermana de Vitautas fue el gran error de su vida.
Henryk murió al año siguiente en la ciudad de Luck. Según las crónicas fue asesinado de una manera muy ingeniosa. Recibió como regalo unos hermosos guantes de terciopelo teñidos de azul, el tinte más caro y exótico ya que para su factura se utilizaba lapislázuli. Para su desgracia contenían un veneno que se absorbía por la piel.
Así cuanto más los usaba, y le gustaban mucho, más se envenenaba. Jamás se supo el verdadero origen del regalo ni quien fue el instigador (teutónicos, hermanos, Papado, etc) ni el ejecutor. Los sucesos relacionados con el nacimiento de Henryk en el castillo de Rawa, inspirarían la creación de la obra de teatro titulada Cuento de Invierno del genial William Shakespeare.