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Una figurilla Shakokidogu

Picotazos de historia

Los Shakokidogu: ¿figuras de extraterrestres en Japón?

Un escritor suizo asoció estas figuras con la representación de viajeros extraterrestres y, por lo tanto, una prueba que confirma y respalda su teoría del creacionismo alienígena

Dentro de la historia de Japón el denominado como periodo Jomon es aquel que abarca desde el año 14.000 hasta el 300 antes de Cristo. Como comprenderán es un periodo de tiempo bastante dilatado que abarca el Neolítico japonés, su periodo de cerámica de cuerda (llamada así por una decoración característica de bellísima factura) y las denominadas sepulturas de ojo de cerradura que marcan el inicio del periodo Kolun, que es el inmediatamente posterior al Jomon.

Este dilatado periodo se subdivide en: Incipiente (14.000 – 8.500 a. C.), Inicial (8.500 – 5.000 a. C.), Temprano (5.000 – 3.520 a. C.), Medio (3.520 – 2.470 a. C.), Tardío (2.470 – 1.250 a. C.) y Final (1.250 -400). Precisamente corresponde al estadio final del periodo Jomon unas figuritas (con una altura máxima de unos 35 centímetros de altura) de cerámica o terracota que se hicieron mundialmente famosas en la década de los setenta del siglo pasado.

A estas figuras se les conoce como Shakokidogu, que se traduce del japonés como «Dogus de ojos saltones». Dogu es el nombre genérico que se da a un tipo de figuras antropomórficas de cerámica o arcilla, con una decoración «de cuerda», encontradas asociadas a enterramientos o santuarios, que corresponden con las etapas Tardío y Final del periodo Jomo.

Como en su momento un iluminado (o un carota, que aún está por decidir) suizo asoció los Shakokidogu como representaciones de astronautas extraterrestres y para nosotros la palabra que define las figuras concretas es demasiado larga y complicada, tomamos la forma genérica y nos quedamos tan anchos. Dogu, no significa lo mismo en Japón que en el resto del mundo.

Estas figuras, los Shakokidogu, se han encontrado en todo Japón menos en Okinawa, y son excepcionalmente abundantes en el este de la isla de Hokkaido, además tienen unas características desconcertantes. Para empezar, las figuras llevan unos anteojos o gafas parecidas a las utilizadas por los inuit o esquimales para protegerse del reflejo del sol en la nieve. La mayoría de las figuras parecen representar mujeres por las anchas caderas y lo marcado de la estrechez de su cintura.

El cuerpo de las figuras está marcado por escarificaciones o tatuajes en los que muchos han querido ver un traje espacial. Este efecto se ve aumentado por el hecho de que las figuras tienes unas manos y pies desproporcionadamente pequeños en relación con el resto del cuerpo. Otra curiosa característica es que suelen aparecer sin un miembro, o careciendo de pies, y estos han sido rotos deliberadamente. Lo que hace sospechar de alguna conexión mágica entre la figura y la acción realizada sobre ella.

¿Astronautas o extraterrestres?

En 1968 salió de la imprenta el libro Recuerdos del Futuro del empresario hotelero suizo Erich von Daniken. El libro fue un éxito mundial y sus ganancias permitieron a su autor pagar la minuta de sus abogados y la multa que le impuso el tribunal suizo por malversación, fraude y falsificación. Von Daniken no pudo evitar una breve condena de cárcel que aprovechó para escribir la segunda parte, o siguiente libro, que tituló Regreso a las estrellas. Otro pelotazo.

En sus libros, Von Daniken plantea —y ha sido convenientemente acusado de pseudociencia y pseudohistoria— el origen extraterrestre de diferentes misterios de la arqueología. El autor se limitó a presentar su teoría, señalando aquello que cree que puede ilustrarla, pero sin aportar prueba alguna. Con todo, el resultado fue entretenido y ha conseguido numerosos seguidores a lo largo y ancho del mundo.

Erich von Daniken

Para él, las figuras Dogu son la representación de viajeros extraterrestres y, por lo tanto, una prueba que confirma y respalda su teoría del creacionismo alienígena. En su siguiente libro, El oro de los dioses, se utilizaron estas figuras para ilustrar las portadas de las diferentes ediciones.

De esta manera las figuras Shakokidogu pasaron a ser conocidas a nivel mundial y su nombre abreviado a Dogu. Para muchos, gracias a los delirios del suizo que descubrió una mina de oro con el tema, representan a astronautas; para los científicos y arqueólogos representan un tipo concreto de figuras que sugieren una asociación con la fecundidad y los ritos chamánicos.

Para el japonés se trata de un bien cultural tangible del que se enorgullecen y deben proteger. Es por este motivo que cuando alguien les sale con las teorías de Von Daniken responden con una sonrisa y con exquisita cortesía (concepto sagrado para los orientales).