Ernst Udet, el as de la aviación con una vida digna de una novela

Desde muy pequeño Ernst Udet (1896 – 1941) sintió una enorme fascinación por la aviación. Junto con un amigo suyo construyó un planeador en el que realizó el primer vuelo, breve y doloroso, de su vida. Tenía 13 años.

Al estallar la que sería conocida como la Primera Guerra Mundial, un joven Udet se presentó, todo ilusionado, en la caja de recluta más cercana. El Ejército le agradeció el gesto, pero lo rechazó ya que el idealista joven no reunía los requisitos mínimos al medir solo un metro sesenta centímetros. No obstante, se presentó una oportunidad al enterarse de que buscaban a gente que supiera manejar motocicletas para realizar funciones de mensajería y enlace entre las distintas unidades del Ejército. Así, Udet ingresó en el Ejército, que le destinó a la 26ª división de reserva de Württemberg.

Gracias a la ayuda del ingeniero Gustav Otto (futuro fundador de la BMW), que era amigo y colega del padre de Ernst, recibió clases de vuelo que le permitieron acreditarse para obtener la licencia de piloto. Con el documento en la mano se presentó en las oficinas de la Luftstreitkrätte, nombre con el que entonces se designaba a la unidad embrionaria de la futura Fuerza Aérea Imperial de Alemania. Lo recibieron con los brazos abiertos y su estatura no fue un problema.

Inicialmente, fue destinado a una unidad de observación donde su habilidad y personalidad pronto destacaron. En muy poco tiempo consiguió la Cruz de Hierro de 2ª clase, fue arrestado por destrozar un avión y se aprobó su traslado a una escuadrilla de combate. En su nuevo destino estampó su avión contra un hangar en el primer despegue. A pesar de tan poco esperanzador inició Udet demostró poseer una habilidad innata e instinto de cazador, lo que le valdría una lluvia de ascensos, condecoraciones, reconocimiento y el más preciado de todos los galardones: una invitación personal del legendario Barón Rojo —Manfred, barón von Richthofen— para unirse a la Jagdeschwader 1 (Ala de Combate 1, se componía de cuatro escuadrillas o «Jastas»), popularmente conocida como «el Circo Volante».

Udet terminaría la guerra al mando de la Jasta 4 del Circo Volante, luciendo al cuello la prestigiosa cruz «Pour le Mérite» o «Blue Max» y un total de 62 aviones enemigos derribados. Lo que hacía de él un héroe nacional. Quisiera añadir que el sistema alemán para reconocer o aceptar un derribo como válido era mucho más exigente que el utilizado por los aliados.

Finalizada la guerra, Udet trabajó como piloto acrobático. Era un individuo muy carismático, extrovertido, playboy, divertido a rabiar y un juerguista reconocido, por lo que no tiene nada de raro que le llamaran para participar en diferentes películas. Lo que elevó, aún más, su fama entre el público alemán.

A principios de la década de 1930 viajó a Estados Unidos donde participó en diferentes proyectos, estudió y presenció el prototipo del bombardero en picado Curtiss Hawk II. Udet desarrollaría este revolucionario concepto y creó un tipo de unidad táctica de la que saldría el Junker Ju 87 Stuka, los dispositivos acústicos (sirenas acopladas al tren de aterrizaje y que jugarían un importante papel en la guerra psicológica) y el bombardeo en picado de precisión, que quedaría asociado a la Blitzkrieg o Guerra Relámpago. Además, aprovechó para ligarse a la todopoderosa Mary Pickford, la actriz más famosa de entonces y una de las propietarias y fundadora de la productora United Artist, que sería su amante.

Con el surgimiento del nazismo, y a instancias de su amigo y camarada Hermann Göring, se afilió al partido nacional socialista. Fue nombrado Jefe de la Oficina Técnica del Ministerio de Aviación, encargado de supervisar las unidades de caza y bombardeo en picado: máquinas, pilotos, preparación de estos, mantenimiento, suministro, etc. Posteriormente, se aumentarían sus funciones al encargarse de la investigación y desarrollo de diferentes tipos de aviones para las diferentes necesidades tácticas, así como su adquisición, suministros y mantenimiento.

Esto se tradujo en enormes presiones por parte de las diferentes empresas (Messerschmitt, Heinkel, Junker, etc.) y de los diferentes intereses políticos dentro de los ministerios y del partido nazi. Todo esto era nuevo para él, e hizo mella en el antiguo piloto de combate. Cada vez bebía más, empezó a consumir anfetaminas y fumaba como una chimenea.

La batalla de Inglaterra supuso un muy alto coste para la Luftwaffe, además de una derrota y Göring escurrió su responsabilidad señalando a su antiguo camarada como responsable del fracaso.

La tensión del cargo, la caída en desgracia y las enormes pérdidas experimentadas por la aviación durante la Operación Barbarroja (invasión de la Unión Soviética), que habían significado la perdida de un elevado número de pilotos experimentados, sumado al deterioro físico y psíquico debido a sus excesos, le provocaron una crisis nerviosa y le llevaron al suicidio.

El 17 de noviembre de 1941, en su apartamento de Berlín, Udet se pegó un tiro en la cabeza. Su cuerpo tuvo un funeral oficial y fue enterrado en el cementerio histórico de los Inválidos de Berlín. El as de la aviación Werner Mölders falleció en accidente de aviación cuando viajaba para participar en el entierro.

Ernst Udet ha sido la única persona que ha realizado la acrobacia consistente en recoger una tela del suelo con un gancho situado en el extremo del ala de su avión. Pueden buscar en YouTube la prueba documental de esta hazaña. Durante su estancia en Estados Unidos, durante una de las entretenidas y muy alcohólicas veladas en casa de su amante Mary Pickford, Udet alardeó de poder hacer esa acrobacia y recoger del suelo un pañuelo de la encantadora anfitriona y amante del piloto. Al día siguiente, y a la vista de todos los participantes en la velada de la noche anterior, lo hizo.