
Alberto Víctor del Reino Unido
Dinastías y poder
¿Era el nieto de la reina Victoria de Inglaterra Jack el Destripador?
Eran tiempos en los que proliferaba la prensa barata, the penny press, que se nutría del escándalo, la calumnia y los chismes sensacionalistas
En 1888 Londres se estremecía ante los crímenes de un asesino en serie que fue apodado «Jack el Destripador». En la sociedad victoriana, aquellos homicidios que se estaban cometiendo en el marginal barrio de Whitechapel se convirtieron en la comidilla de la prensa. Nunca se descubrió al verdadero culpable y se especuló mucho con su identidad.
Llegó incluso a sospecharse, sin fundamento, que podía ser un miembro cercano a la realeza. Tanto que se referían a uno de los nietos de la reina Victoria. Una fake alentada por clubes anarquistas extranjeros en días de cambios en el marco moral de la sociedad burguesa. Pero la verdad siguió siendo un misterio.
Alberto Víctor, era el primogénito del príncipe de Gales, el heredero del Imperio Británico. Por entonces estaba al frente de la Corona la incombustible reina Victoria, viuda desde 1861 de Alberto de Sajonia-Coburgo. Era los días en los que ingleses y franceses se repartían el continente africano en una expansión imperialista que iba a provocar graves fricciones. Pero en el mundo de la realeza, la sociedad se movía en las regatas de Cowes, la season –la temporada entre enero y junio–, Ascot, los juegos de bádminton, croquet y las estancias en el hotel Cimiez, en Niza, en plena Costa Azul, el favorito de la soberana.
El semanario The Graphic daba cumplida cuenta de aquella sociedad. En Londres, el hijo mayor de la reina, de carácter disoluto y del que se contaban todo tipo de extravagancias amorosas, esperaba paciente y resignado su momento, aún lejano, de asumir las riendas del Imperio: fue, durante casi seis décadas, el eterno heredero.Formado en la Universidad de Edimburgo y en el Trinity College en Cambridge, tenía mayor sentido del estado y de la política internacional del que muchas veces le ha atribuido la historia. En este sentido, puede verse la ya clásica biografía de André Maurois. Casado desde 1863 con la hija de los soberanos de Dinamarca, Cristian IX y Luisa, apodados «los suegros de Europa», llevaba una vida agitada que le convirtió en objeto de habladurías. El matrimonio tenía varios hijos, que crecían en Marlborough House, como la línea directa del heredero al trono.

Alberto Víctor, aproximadamente en 1888
El mayor se llamaba Alberto Víctor y llevaba el título de duque de Clarence. Había nacido en Windsor en 1864 y era el segundo en la línea de sucesión. Formado en el Ejército y con fama de desenvuelto y locuaz, su comportamiento era también objeto de conjeturas. Con veinte años, su nombre empezó a escucharse en referencia a un escándalo en la calle Cleveland y un lustro después, entre quienes especulaban con la posible identidad del asesino que estaba atemorizando a la sociedad londinense.
El distrito de Withechapel, en el East End de Londres, se había convertido en un reducto marginal de suma pobreza, prostitución y delincuencia. El libro de Charles Both, uno de los fundadores de la sociología británica, Life and Labour of the People in London, es una muestra de aquella mísera realidad.
Ningún diario se atrevía a publicar el nombre del sospechoso nieto de la reina Victoria, aunque algunos relatos difamatorios de la época, hoy desacreditados, apuntaban en aquella dirección. Eran tiempos en los que proliferaba la prensa barata, the penny press, que se nutría del escándalo, la calumnia y los chismes sensacionalistas. Aunque se dieron varias teorías por parte de la policía con ayuda de los forenses, el autor de los crímenes nunca fue identificado. Pero aquel fue un rumor, una fake del XIX, que le acompañó el resto de sus días.

Portada de la revista Puck del 21 de septiembre de 1889, donde se alude a los asesinos no identificados de Whitechapel
El duque de Clarence estaba prometido con su prima, la princesa María de Teck. Sin embargo, una neumonía terminó con su vida en enero de 1892, cuando todavía seguían las especulaciones.
Su hermano inmediato era Jorge, que llegará a reinar como Jorge V en 1910 y fue quien renombró la dinastía Sajonia-Coburgo como casa de Windsor durante la Primera Guerra Mundial. Sus orígenes alemanes no podían interferir en el enfrentamiento que mantenían desde 1914 con el Imperio de su primo, el kaiser Guillermo II. Jorge se casó en 1893 con María de Teck, la antigua prometida de su hermano, convirtiéndose en una de las personalidades más relevantes de la realeza europea hasta su tardía muerte en 1953, ya durante el reinado de su nieta, Isabel II.