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Armin LaschetEFE

Elecciones Alemania

La última esperanza de la CDU

Las negociaciones en el Bundestag para formar gobierno podrían aún incluir al bloque conservador

 Olaf Schol, quien trabajó codo con codo desde 2018 con Angela Merkel, ganó las elecciones del pasado 26 de septiembre. A la cabeza del Partido Socialdemócrata (SPD), Scholz se logró el 25.7% de los votos, un margen apretado frente al CDU de Armin Laschet, al que votaron un 24.1% de los alemanes. Este ajustado resultado inauguró la carrera para llegar al parlamento, donde tanto Scholz como Laschet se disputan una coalición tripartita con el partido verde «GRÜNE» y El Partido Liberal FDP.

Y aunque Armin Laschet ya lo felicitó ayer y Merkel hizo lo mismo hace unas horas, el CDU no descarta negociar una posición en el Bundestag. A pesar de la elegante derrota de Laschet por un margen mínimo, el SDP de Scholz aún espera a que se decidan los colores del nuevo gobierno alemán para afianzar su lugar en el parlamento. Volker Wissing, portavoz del FDP, esperaba llevar a cabo reuniones preliminares con tanto con el SDP como el CDU este fin de semana, a sabiendas de que una coalición con cualquiera de los dos está en juego.

Tanto los verdes como el FDP han admitido querer esperar a las negociaciones para sopesar los posibles compromisos con ambos presidentes – noción espinosa ya que sus ideologías son muy diferentes en un gran número de cuestiones. Sin embargo, ante la incertidumbre generada por el estrecho margen entre Scholtz y Laschet, Mark Soeder, líder de la otra mitad del bloque conservador CSU, admite la posibilidad de que las posibles negociaciones fallen con el ganador SDP.

Lograremos formar una coalición con pragmatismo y disposición a cooperarOlaf Scholz, líder del SDP

No todo está perdido para el CDU que antaño fuera de Merkel, pero el panorama no pinta bien. Un sondeo de opinión llevado a cabo por Infratest Dimap reveló que el 55% de la opinión pública favorece la coalición «semáforo»: el SDP rojo, los verdes del GRÜNE, y el FDP que es amarillo. 

Lo que está claro es que los dos partidos minoritarios marcarán las pautas de las negociaciones de estos próximos días. Está opinión es respaldada por el líder parlamentario de los verdes Anton Hofreiter, quien ya da por un hecho su lugar en la coalición del Bundestag previendo «un gran trabajo por delante».

Olaf Scholz, un hombre moderado

El líder del SDP se caracteriza como un hombre «tranquilo», suave en la palabra y de política prudente. Su ideología se describe como «moderada» y de centro, y ha indicado que se opone a compartir gobierno con el partido de extrema izquierda Die Linke, negando así la posibilidad de una coalición entre ambos.

Su papel en el gobierno alemán lleva más de diez años consolidado: empezó como primer alcalde de Hamburgo entre 2011 y 2018, hasta que logró el puesto de vicecanciller y ministro federal de Finanzas. Como tal, Scholz ejerció un papel clave en la pandemia del coronavirus, elaborando una serie de paquetes de rescate nunca antes vistos en la historia del país. Estos salvavidas dedicados a empresas y autónomos evitaron despidos en masa y posicionaron su crisis como una de las mas leves de Europa. Sigue los pasos de Merkel en su fuerte lealtad hacia la Unión Europea.

Ideologías opuestas: GRÜNE y FDP

En cuanto a los otros dos posibles miembros de esta coalición semáforo, el Partido Liberal Democrático (FDP) y los verdes GRÜNE se sitúan en muchos ámbitos en extremos opuestos del espectro ideológico. 

Ambos partidos están aprovechando su poder de negociación para la formación de un nuevo gobierno. A pesar de haber salido terceros y cuartos en las elecciones, los dos partidos han optado por hablar entre ellos primero, en un intento de erguir puentes entre sus distintas mentalidades.

Tenemos un gran trabajo por delanteAnton Hofreiter, del partido GRÜNE

Pero incluso la promesa de compartir sillas en el nuevo gobierno, puede negar un desacuerdo a nivel ético: mientras el partido ecologista verde exige subir los impuestos para los ricos, el FDP prometió a sus votantes lo contrario. Es más; los amarillos pensaban rebajar los impuestos a las compañías capaces de regenerar la economía, pero los verdes contaban con ese dinero para causas medioambientales. 

Por otra parte, ambos partidos son socialmente progresistas, con la diferencia de que el FDP es más moderado, mientras el GRÜNE incluye en gran parte a feministas radicales.

La elección, en cifras

El SPD de Olaf Scholz se llevó el 25.7% del voto alemán, con 206 escaños.

El bloque conservador CDU / CSU liderado por Armin Laschet tuvo un 24.1% del voto, y 196 escaños.

El partido verde GRÜNE, con Annalena Baerbock, tomó el 14.8% del voto y 118 escaños.

El FDP de Christian Lindner quedó cuarto con el 11.5% de los votos, llevándose 92 escaños.

También entran en el Bundestag el partido de ultraderecha AfD actualmente vetado de las posibles alianzas de gobierno, votado por un 10.3% de la población, y Die Linke, partido de extrema izquierda por quién votó un 4.9% del pueblo alemán. Tendrán 83 y 39 escaños respectivamente