Elecciones Italia
La derecha de Salvini desfallece tras los resultados de las elecciones municipales en Italia
Aumentan las distancias entre la Lega Nord y el gobierno de Draghi
La ausencia de la Liga en el Consejo de ministros que aprobó la reforma fiscal en Italia escenifica la atormentada relación del partido ultraderechista con el Gobierno de Mario Draghi, en un momento de nerviosismo tras su derrota en las recientes elecciones locales que muestra las horas bajas que atraviesa su líder, Matteo Salvini.
Salvini se justificó hoy afirmando que «cualquier posibilidad actual o futura de un aumento de los impuestos sobre la vivienda no tendrá nunca el apoyo de la Liga», a pesar de que Draghi había asegurado tras la reunión de su gabinete este martes que «nadie pagará menos ni más porque las rentas catastrales se mantienen inalteradas».
«Hay diferentes puntos de vista, pero la acción del Gobierno sigue adelante», añadió Draghi, que calificó el plante de la Liga de «algo serio» y dijo que Salvini tendría que explicarlo.
Y el líder ultraderechista lo ha hecho: «El apoyo al Gobierno no está en discusión cuando se trata de recortar los impuestos, pero si alguien quiere subirlos, porque lo pida Europa o quien sea, y sobre todo en bienes como la casa, no habrá apoyo de la Liga».
La «pataleta» de Salvini es un intento de hacer valer el peso de la Liga en el Gobierno, sobre todo ante los pésimos resultados electorales, pues en el partido son conscientes de la necesidad de integrar el Ejecutivo, sin intención de hacerlo caer: Italia se encuentra en el semestre que precede a la elección del Jefe de Estado y no se pueden disolver las cámaras.
Con este gesto, el líder de la Liga también reivindica los valores de la derecha contra cualquier aumento de impuestos, en un intento de recuperar el liderazgo en la coalición de los partidos de centroderecha que poco a poco le está quitando Giorgia Meloni, la líder de Hermanos de Italia, como han mostrado las elecciones.
Los resultados electorales de la Liga han sido «decepcionantes», en particular en las grandes ciudades y aún más en Milán, y además «en muchos ayuntamientos les ha superado Hermanos de Italia», explica a Efe Lorenzo Pregliasco, cofundador de la página de sondeos y análisis políticos «Youtrend»,
El portazo de Salvini en el consejo de ministros «representa las dificultades y tormentos de la Liga por estar en el Gobierno, es el gesto de una Liga que no está cómoda en el Ejecutivo de Draghi, pero que no tiene ni el valor, ni la intención de dejar la mayoría», añade.
Para el profesor de ciencias políticas en la Univesidad La Sapienza de Roma Michele Prospero, el movimiento del líder ultraderechista es «un desesperado intento de mostrar músculo para que se vea que es capaz de competir en el interno de la derecha».
Asegura que para Salvini es importante seguir en el Gobierno para participar en repartición de los fondos de recuperación de la UE como le pide una parte representativa de su electorado formado por los intereses industriales del norte del país.
Aunque actualmente no se puede permitir una crisis de Gobierno, «durante algunos meses la convivencia (en el Ejecutivo) será muy conflictiva y muy tensa hasta febrero (cuando se elegirá el Jefe de Estado), pero no creo que este Ejecutivo dure hasta 2023», vaticina Prospero.
«Matteo Salvini se siente prisionero de la red que él mismo ha tejido. Se enfrenta a dos semanas decisivas en la batalla por la alcaldía de Roma y siente en su nuca el aliento de Giorgia Meloni y a Silvio Berlusconi que acecha. Y entonces decide romper», resume gráficamente Federica Fantozzi en el Huffington Post.
Y ordena esa ruptura al ministro de Turismo, Massimo Garavaglia, «sobre todo porque el otro ministro de la Liga, de Desarrollo Económico, Giancarlo Giorgetti no estaba en la reunión», añade.
Giorgetti, hombre de confianza de Salvini y la mente económica de la Liga, representa el área más moderada de la Liga, conocedor de las ventajas de estar en el Gobierno sobre todo para la industria del norte.
Por si sus problemas fueran pocos, la figura de Salvini ha sido embestida por la polémica que rodea al que fue el guru de su campaña mediática y en las redes, Luca Morisi, que dejó su cargo al estar inmerso en un asunto de drogas y orgías por el que está siendo investigado.