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Nancy Pelosi (de espaldas) Presidenta de la Cámara de Representantes de EEUU, habla con el Primer Ministro italiano Mario Draghi, RomaEFE

Cumbre del G20

Las potencias se adelantan al consenso sobre Afganistán que Draghi busca en el G20

Algunas potencias parecen no esperar a lo que resulte del G20 para establecer una política con respecto a Afganistán

El Grupo de los Veinte, más conocido como el G20, reúnen el 66 % de la población mundial y el 85% del producto bruto mundial. Aunque la Unión Europea es parte de este grupo, España no lo es y ostenta tan solo el estatus de invitado permanente. Otras potencias europeas como Alemania, Francia e Italia si lo son de pleno derecho.

Precisamente Italia en estos momentos ocupa la presidencia del grupo y es Mario Draghi quien impulsa la crisis de Afganistán como tema prioritario para la próxima Cumbre que tendrá lugar presencialmente en Roma el 29 de octubre próximo. El consenso –siempre algo difícil de lograr– es la apuesta personal de Draghi y ya se prevé que en los preparativos lo intente. Este 12 de octubre tendrá lugar un encuentro virtual preparatorio entre los mandatarios y gerentes de instituciones financieras internacionales y se prevé que sean puntos claves a tocar la asistencia humanitaria a Afganistán y la estrategia de cómo atajar el extremismo y el terrorismo.

La intención del Gobierno italiano es que la crisis afgana, la incertidumbre sobre el nuevo Gobierno talibán y la presión del Daesh sobre el terreno puedan debatirse en profundidad, de manera que la cumbre del 29 y 30 de octubre próximo se concentre en otros asuntos, como la crisis climática, la pandemia o la imposición de un impuesto mínimo a las multinacionales.

El primer ministro italiano ha trabajado intensamente en el último mes para conseguir que se celebre esta cumbre, con numerosos contactos telefónicos con diversos líderes europeos y mundiales; sin embargo, algunas potencias ya han movido ficha y parecen no esperarán a lo que resulte del G20 para establecer una política con respecto a Afganistán.

Se sabe de la visita de los talibanes a China, la invitación de Rusia a que visiten Moscú, del enviado especial de Reino Unido a Kabul y el encuentro cara a cara con enviados de Estados Unidos a Doha. Está por verse si estos movimientos unilaterales que cada una de estas potencias están dando con respecto a Afganistán sirvan para construir una visión conjunta o para una ventaja competitiva en el rejuego geopolítico mundial.

A continuación, se sintetiza las acciones que las potencias mencionadas han realizados en los últimos meses y días con respecto a Afganistán y los talibanes previas a la Cumbre del G20.

China los recibe en Tianjin

La primera en mover ficha fue China, recibiendo a los talibanes sin anuncio previo. El 28 de julio pasado, el ministro de Relaciones Exteriores chino, Wang Yi, se reunió con la delegación encabezada por el jefe de la Comisión Política de los talibanes afganos, Mullah Abdul Ghani Baradar, en Tianjin. Los jefes del consejo religioso y del comité de publicidad de los talibanes afganos también formaban parte de la delegación.

Wang Yi dijo que China, como el vecino más grande de Afganistán, «siempre ha respetado la soberanía, independencia e integridad territorial de Afganistán» y agregó que «la apresurada retirada de las tropas estadounidenses y de la OTAN de Afganistán en realidad marca el fracaso de la política estadounidense hacia Afganistán. El pueblo afgano tiene ahora una importante oportunidad de lograr la estabilidad y el desarrollo nacionales».

Wang Yi concluyó señalando que «los talibanes afganos son una fuerza militar y política importante en Afganistán y se espera que jueguen un papel importante en el proceso de paz, reconciliación y reconstrucción del país».

Reino Unido envía delegación a Kabul

Recientemente, el pasado 5 de octubre, el Alto Representante del primer ministro para la transición afgana, Simon Gass, y el encargado de negocios de la Misión del Reino Unido en Afganistán en Doha, Martin Longden, viajaron a Afganistán para mantener conversaciones con los talibanes.

Según una nota de prensa de la oficina de Relaciones Exteriores, estos enviados, se reunieron con altos cargos del nuevo Gobierno y discutieron cómo el Reino Unido podría ayudar a Afganistán a abordar la crisis humanitaria, la importancia de evitar que el país se convierta en una incubadora del terrorismo y la necesidad de un paso seguro y continuo para aquellos que quieren salir del país. También plantearon el trato a las minorías y los derechos de las mujeres y las niñas.

El Gobierno británico aseguró, que sigue haciendo todo lo posible para garantizar un paso seguro para aquellos que deseen irse, y está comprometido a apoyar al pueblo de Afganistán.

Rusia los invita a Moscú

El 7 de octubre se conoció que Rusia va a invitar a los talibanes a negociaciones internacionales sobre Afganistán en Moscú el próximo 20 de octubre, según anunció el emisario del Kremlin, Zamir Kabulov, citado por agencias de prensa rusas.

El responsable, respondió «sí» a la pregunta de los periodistas sobre si los talibanes, que se hicieron con el poder en Afganistán a mediados de agosto, estarían invitados a estas negociaciones, en las que habrá representantes de China, Irán, Pakistán e India.

Kabulov indicó que Rusia estaba estudiando las modalidades concretas para enviar ayuda humanitaria a Afganistán. El «material» está siendo recogido para ser transferido, dijo.

Estados Unidos y su cara a cara en Doha

El último paso lo dio Estados Unidos. Una delegación del Gobierno estadounidense viajó a Doha, Qatar para reunirse con altos representantes de los talibanes el fin de semana del 9 y 10 de octubre.

La delegación de Estados Unidos, según un comunicado del Departamento de Estado, «se centró en las preocupaciones de seguridad y terrorismo y el paso seguro de ciudadanos estadounidenses, otros ciudadanos extranjeros y nuestros socios afganos, así como en los derechos humanos, incluida la participación significativa de mujeres y niñas en todos los aspectos de la sociedad afgana».

Según la versión estadounidense «las dos partes también discutieron la provisión de una sólida asistencia humanitaria por parte de Estados Unidos, directamente al pueblo afgano». La delegación estadounidense reiteró que «los talibanes serán juzgados por sus acciones, no solo por sus palabras».