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El ministro de relaciones exteriores de Israel, Yair Lapid (derecha), en la apertura de la oficina de enlace israelí en RabatGPO / Shlomi Amsalem

Marruecos se acerca a Israel, mientras guarda distancia con España

La fría relación con el gobierno de España contrasta con el histórico acercamiento con Israel 

La normalización de las relaciones entre Israel y Marruecos se formalizó el 22 de diciembre de 2020, pocos días después del reconocimiento de la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental por parte de la Administración estadounidense de Donald Trump quien ya avizoraba su salida de la Casa Blanca tras unas disputadas elecciones frente a Joe Biden.

Este reconocimiento unilateral, cambió radicalmente décadas de política exterior de Estados Unidos en el norte de África. Trump, en un transparente quid pro quo con Marruecos, acordó reconocer oficialmente la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental a pesar de décadas de consenso internacional de que el estatus del territorio debía resolverse pacíficamente mediante un referéndum.

Israel no tardó en tender puentes con Marruecos en el marco del Acuerdo de Abraham que incluía el restablecimiento de relaciones con países árabes auspiciado por Estados Unidos. El ministro de Relaciones Exteriores, Yair Lapid, inauguró el 12 de agosto de este año la oficina de enlace israelí en Rabat en presencia del viceministro de Relaciones Exteriores de Marruecos, Mohcine Jazouli. David Govrin quedó como jefe de la Misión de Israel en Marruecos e incluso montó una mezuzá -pergamino que suele ubicarse en pórticos de las casas y ciudades judías- a la entrada de la oficina de enlace.

En esa ocasión el ministro de exteriores israelí, Yair Lapid, anunció en Marruecos que ambos países elevarían el nivel de su representación diplomática al rango de embajadas, con la intención de Israel de extender el círculo de aliados árabes que puedan normalizar las relaciones con el estado judío. Dicho anuncio se materializó este 10 de Octubre, cuando Israel elevó su representación diplomática en Rabat nombrando embajador al hasta ahora director de la Oficina de Enlace de Israel en Rabat, David Govrin, lo que constituye un paso histórico en la relación entre ambos países.

Nuevo Gobierno en Marruecos

El nuevo Gobierno marroquí, por primera vez en diez años no estará liderado por los islamistas del PJD, quienes ahora pasan a la oposición. El rey Mohamed VI nombró a los miembros del nuevo gabinete, formado por los tres partidos que obtuvieron más escaños en las elecciones del pasado 8 de septiembre. Se trata de la Agrupación Nacional de Independientes (centrista liberal) liderada por Aziz Ajanuch, el progresista liberal Partido Autenticidad y Modernidad (PAM) y el nacionalista Istiqlal (PI).

Según reporta EFE, el nuevo Gobierno está formado por 24 carteras, siete de ellas ostentadas por mujeres y cinco, las llamadas 'de soberanía' -Exteriores, Interior, Defensa, Asuntos Islámicos y la Secretaría General del Gobierno-, decididas directamente por el monarca. El resto se las han repartido los tres partidos de la coalición gubernamental.

En los últimos diez años, los islamistas del PJD han frenado algunos intentos de reformas, como por ejemplo la del Código Penal, que castiga comportamientos considerados ilícitos por la religión, como el adulterio, el aborto, la homosexualidad o la no observancia del ayuno en Ramadán y el Código de Familia, que permite con condiciones la poligamia o el matrimonio de menores. Ahora su fuerza se ha visto muy mermada al haber pasado de 125 a tan solo 13 escaños.

Existen altas expectativas por saber si el nuevo gobierno encabezado por Ajanuch se referirá a las demandas de las asociaciones de derechos humanos para la mejora de los derechos individuales.

Mismo ministro de Exteriores

El rey Mohamed VI ha mantenido en su cargo en el nuevo gobierno marroquí a su ministro de Exteriores, Naser Burita, que fue el encargado de gestionar la última crisis diplomática con España y protagonista del acercamiento del país magrebí a Israel.

Según recoge EFE, en 2011 fue designado secretario general del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación y el 5 de abril de 2017, con el anterior gobierno dirigido por los islamistas del PJD, ascendió a ministro de Exteriores. Con él se escenificó el pasado abril uno de los enfrentamientos más graves en los últimos años entre Madrid y Rabat, causado por la hospitalización en España del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali.

En respuesta, Marruecos permitió la entrada de unas 10.000 personas emigrantes en la ciudad española de Ceuta, todo ello con el trasfondo del conflicto del Sahara Occidental, cuyo territorio es administrado por Marruecos y disputado por el Polisario. A pesar de las explicaciones de Madrid y su justificación aludiendo 'asuntos humanitarios' para la entrada de Ghali, la relación bilateral no termina de recomponerse.

«Cooperación modélica y fructífera»

El Gobierno de España felicitó al nuevo gobierno de Marruecos nombrado por el Rey Mohamed VI y presidido por el jefe del gobierno, Aziz Ajanuch, tras las elecciones legislativas del pasado 8 de septiembre. Ajanuch es un político, empresario y multimillonario marroquí de los sectores de petróleo y gas quien ya se había desempeñado como Ministro de Agricultura entre 2007 y 2021.

España confía en trabajar con el nuevo gobierno de Marruecos para «adaptar nuestra asociación estratégica a la altura de las oportunidades y desafíos compartidos, sobre la base de la confianza, el respeto y el beneficio mutuo». Marruecos es un país vecino con el que «España desea seguir desarrollando una cooperación modélica y fructífera en múltiples ámbitos, que contribuya a la estabilidad y prosperidad regional».

En una carta de felicitación enviada ayer al rey Felipe VI de España y a la reina Letizia con motivo del Día de la Hispanidad, recogida por la agencia oficial MAP, el rey Mohamed VI precisó que los «lazos de sólida amistad» entre los dos países están basados en una «fructífera cooperación y mutua consideración».

Sin embargo, la cortesía y aprecio entre las dos casas reales, no necesariamente se traslada a la relación entre gobiernos. El ministro marroquí de Exteriores, Naser Burita, y su homólogo español, José Manuel Albares, tuvieron el 21 de septiembre una conversación telefónica en la que acordaron fijar un encuentro en persona que aún no se ha celebrado.