Italia, en riesgo de caos al imponer el pasaporte covid para los trabajadores
A partir del 15 de octubre, entra en vigor la obligación de mostrar el certificado sanitario en el trabajo. Las manifestaciones en contra de las restricciones aumentan en todo el país
todos los trabajadores de Italia estarán obligados, a partir de este viernes, a presentar un pasaporte covid para poder acceder a sus puestos de trabajo. La medida, una ampliación del pasaporte verde o green pass que se puso en marcha el pasado mes de agosto, requiere que los empleados –del sector público y del privado– tengan la pauta completa de vacunación. Además, hay que presentar un test negativo, dentro las 48 horas previas, o acreditar que se haya pasado recientemente la COVID-19.
Aquellos que infrinjan la normativa del gobierno liderado por Mario Draghi se enfrentan a una posible suspensión del sueldo o a una multa de hasta 1.500 euros. En el caso del empleador, si no verifica el cumplimiento de las normas, se arriesga a una sanción administrativa que oscila entre los 400 y los 1.000 euros.
Más del 80% de la población mayor de 12 años ya tiene en Italia la pauta de vacunación completa. De hecho, la mayoría de los ciudadanos cuentan con el pasaporte sanitario, un documento que ya es requerido para cenar en restaurantes, entrar a museos, teatros, cines... Y para viajar en aviones y en trenes de larga distancia.
Sin embargo, las manifestaciones en contra de las restricciones se han incrementado en las últimas semanas. Una demostración en Roma, que tuvo lugar el fin de semana pasado, terminó de forma violenta cuando integrantes del partido neofascista Forza Nuova se unieron a la protesta.
El malestar de la pandemia
Cuando se anunció, por primera vez, la medida del pasaporte sanitario hubo un aumento del número de personas que se vacunaron, especialmente entre los jóvenes. No obstante se estima que 2,5 millones de trabajadores aún no han recibido la vacuna y la mayoría de los que se niegan a vacunarse son mayores de 50 años.
El problema ha provocado divisiones entre los trabajadores. De hecho, algunas personas vacunadas prefieren mantenerse alejadas del lugar de trabajo, debido a la presencia de compañeros no vacunados.
Confindustria, el lobby empresarial italiano, apoya firmemente la medida. Sin embargo, varias industrias prevén escasez de personal a partir de este viernes, ya que hay personal que ha decidido manifestarse o que directamente eligen quedarse en casa.
Los empleados del sector portuario italiano han amenazado con hacer huelgas, mientras que el sector transporte se enfrenta a una posible escasez de 130.000 trabajadores. Por otro lado, se estima que el 20 % de la fuerza policial de Italia no está vacunada, al igual que entre el 10% y el 20% de los trabajadores del transporte público.