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Mujeres yazidíes, foto de archivoUNICEF

Alemania

10 años de cárcel para la alemana de 'estado islámico' que esclavizó y dejó morir a una niña

Ella y su marido se enfrentan a condenas de asesinato por omisión

La Audiencia Territorial de Múnich condenó este lunes a diez años de prisión a una alemana de 30 años militante del Estado Islámico (EI) en relación con el caso de una niña yazidí de cinco años esclavizada en Irak y a la que se dejó morir de sed.

La mujer, Jennifer W., de 30 años, fue condenada entre otros cargos por pertenencia a una organización terrorista en el extranjero, complicidad en intento de asesinato por omisión y por un crimen contra la humanidad con resultado de muerte, informó el tribunal en un comunicado.

El marido de la acusada, Taha Al J., encadenó en agosto de 2015 a la menor en pleno calor del mediodía a la verja del patio interior de su vivienda como castigo por haber orinado sobre un colchón, lo que provocó la muerte de la niña.

Además, el tribunal «considera probado que la acusada no se esforzó en salvar a la niña a pesar de ser consciente de estado muy grave en el que se hallaba».

Según el tribunal, que dictó sentencia tras 77 vistas, la menor y su madre fueron esclavizadas en el hogar de la acusada y de su marido entre mayo o junio y agosto de 2015.

Madre e hija, así como otros yazidíes habían sido esclavizados por el EI en su condición de miembros de esa minoría, agrega.

La audiencia ve probado también que Taha Al J., acusado en un proceso paralelo, castigaba regularmente con golpes a la menor y a su madre con el conocimiento de la acusada.

En beneficio de la acusada, la audiencia determinó que ésta sólo tenía «opciones limitadas» de poner fin a la situación de esclavitud en al que se encontraban la mujer y su hija y que «sólo en un momento ya muy avanzado fue consciente de que la niña podría morir a consecuencia del castigo».

Jennifer W., alemana convertida al islam, había viajado a Irak en 2014 y hasta septiembre de 2015 formó parte de la llamada «policía de la moral» integrista en las ciudades iraquíes de Mosul y Faluya, donde su tarea consistía en vigilar que las mujeres se vistieran de acuerdo a los cánones ordenados por el EI.

La Fiscalía, que acusaba a la mujer de asesinato por omisión en relación con la muerte de la menor, exigía cadena perpetua, mientras la defensa pedía un máximo de dos años de prisión por militancia en una organización terrorista.

En el juicio contra la mujer, que comenzó en abril de 2019, la madre de la menor estuvo representada, en calidad de acusación particular, por la activista y abogada Amal Clooney.

La sentencia todavía no es firme y puede ser recurrida por el fiscal general, la acusada y sus abogados defensores.