Rusia condena a prisión a 'Testigos de Jehová' por actividad religiosa «extremista»
Ya en 2017 la Corte Suprema de Rusia consideró al movimiento religioso como «una amenaza para el orden social y la seguridad pública»
El Gobierno ruso liquidó las oficinas de los Testigos de Jehová y prohibió sus actividades en 2017. Las autoridades calificaron al grupo de «extremista» a pesar de la posición declarada por esta denominación religiosa de abstenerse de actividades políticas.
La Corte Suprema de Rusia tomó como válida una demanda presentada el 30 de marzo de 2017 por el Ministerio de Justicia, en la que señalaba al movimiento religioso de base cristiana de constituir «una amenaza para los derechos de los ciudadanos, el orden social y la seguridad pública».
En una muestra de la continua intolerancia religiosa y persecución a los 'agentes extranjeros' como también los califica el Gobierno de Putin, cuatro miembros rusos de los Testigos de Jehová recibieron duras penas de prisión esta semana, en lo que el movimiento con sede en Estados Unidos llama las condenas «más largas y duras» impuestas a sus creyentes desde la designación del grupo como «extremistas» en 2017.
El Tribunal de Distrito Trusovskiy de Astrakhan condenó a Rustam Diarov, de 48 años, Yevgeniy Ivanov, de 44, y Sergey Klikunov, de 46, cada uno, a ocho años de prisión. Olga Ivanova, de 38 años, esposa de Yevgeniy, recibió una sentencia de 42 meses, indicó una declaración de los Testigos de Jehová.
Hablando en el Tribunal antes de que se pronunciara la sentencia, Olga Ivanova dijo: «¡Mi conciencia está tranquila! ¡No he cometido ningún delito ni ante la gente, ni ante el Estado, ni ante Dios!», según recoge el Washington Times.
Las sentencias de ocho años, más largas de lo que especifica el código penal por secuestro o violación, son equivalentes a la pena máxima que la ley rusa especifica por causar «daños corporales graves», señaló la organización.
En junio de este año, la jueza Tatyana Studilko, del Tribunal Municipal de Blagoveshchensk, en la región rusa de Amur, condenó a Aleksey Berchuk, testigo de Jehová, a ocho años de prisión, y al coacusado Dmitriy Golik a siete años. Ambos negaron haber participado en el extremismo, al igual que los condenados esta semana.
Alexander Verkhovsky, director del Centro de Información y Análisis SOVA con sede en Moscú, dijo en un comunicado que «el encarcelamiento real para una mujer y las penas de prisión reales de hasta ocho años para los hombres son una prueba más de la creciente crueldad en la campaña contra Testigos de Jehová. El castigo promedio de este año ha sido más severo que el del año anterior».
Jarrod Lopes, el portavoz internacional del grupo, dijo que «las autoridades rusas continúan cazando sin escrúpulos y, en ocasiones, golpeando o torturando a los pacíficos testigos de Jehová. Han allanado 1.594 hogares de testigos de Jehová desde 2017, incluso dirigidos a personas discapacitadas y ancianos, algunos de hasta 90 años. Solo este año, más de 30 testigos de Jehová han sido condenados y encarcelados simplemente por practicar pacíficamente sus creencias cristianas».
Los Testigos de Jehová dicen sumar casi 172.000 miembros en Rusia, un país cristiano ortodoxo de 144 millones de habitantes, por lo que constituyen una minoría religiosa especialmente vinculada a Estados Unidos donde se ubica su sede fundacional.
«Predican y promueven su religión abiertamente, lo que genera competencia y rivalidad con la Iglesia Ortodoxa Rusa», dijo Maria Kravchenko, experta del Centro SOVA, un grupo de investigación civil.
Kravchenko señaló a AFP que «quizás esta decisión de las autoridades rusas de prohibir todas las organizaciones de testigos de Jehová en Rusia podría estar relacionada con esta reciente tendencia anti-occidental».