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Glenn Youngkin (Izq.) candidato republicano y Terry McAuliffe (Der.) candidato demócrataWin Mcnamee, Anna Moneymaker / Getty Images North America / AFP

EE.UU.

Las elecciones para gobernador en Virginia medirán el desgaste de la presidencia de Biden

Desde el triunfo de Obama en 2008, este Estado favorece a los demócratas, pero ahora eso podría cambiar

Desde las controvertidas pasadas elecciones presidenciales de los Estados Unidos, la violenta toma del capitolio y la ausencia de Trump en la toma de posesión de Biden, las tradiciones en la política americana han cambiado mucho en medio de la polarización.

Normalmente, se esperaba con relativa calma las elecciones legislativas casi a medio mandato presidencial para evaluar el desempeño del mandato de un nuevo presidente. Ahora, cada elección municipal o estatal se convierte en una batalla en la que entran en juego la popularidad de Biden por el lado de los demócratas y la influencia de Trump por parte de los republicanos.

Este martes se celebrarán elecciones para gobernador en el Estado de Virginia, una arena política relativamente estable en cuanto a preferencia partidaria. Los republicanos tenían el dominio de ese Estado desde las presidenciales de 1968, perdiéndolo con el triunfo de Obama en 2008. Desde entonces el rojo republicano cambió por el azul demócrata, pero ahora eso podría cambiar. 

El candidato demócrata a gobernador, Terry McAuliffe, un peso pesado demócrata cercano al círculo de los Clinton y quien ya fue gobernador de ese Estado, inició favorito en las encuestas, pero con el paso de las semanas y tras una intensa campaña en la que la baja popularidad del presidente Biden juega en contra del candidato demócrata ha estrechado las encuestas que ahora favorecen por la mínima al candidato republicano Glenn Youngkin, antiguo banquero de inversión de 54 años.

A inicios de septiembre McAuliffe iniciaba con una ventaja de más de 5 puntos porcentuales sobre Youngkin, ahora, en la última encuesta reportada por RealClearPolitics este 1 de noviembre, los números son favorables al republicano por una diferencia a su favor de 1,7 puntos.

Para detener el ascenso republicano, la estrategia demócrata intenta incluir en la campaña a Trump con la esperanza que de que las mujeres y las minorías raciales vuelvan a mostrar su rechazo a la agresividad del expresidente republicano y beneficien a los demócratas como hace un año cuando Biden ganó ese Estado por 10 puntos.

Mientras tanto la estrategia del republicano Youngkin se ha impulsado en el debate escolar por el uso obligatorio de mascarillas y las vacunas contra la Covid 19. Zonas que tienden a favorecer a los demócratas se han revelado contra estas restricciones impuestas y ante lo que consideran una intromisión de ideológica por parte de los demócratas en el curriculum escolar.

Youngkin ha hecho un ejercicio de equilibrismo entre su lealtad al expresidente y a sus falsas proclamas de fraude en las elecciones presidenciales, pero tratando de marcar distancia para centrarse en cuestiones de la «guerra cultural» como el aborto, las mascarillas obligatorias o la enseñanza de la historia racial de Estados Unidos.

Es un momento para que el pueblo de Virginia haga retroceder esta agenda izquierdista, liberal y progresistaGlenn Youngkin, candidato republicano a gobernador de Virginia

Aunque se trata de una elección estatal, la polarización política que vive Estados Unidos desde la elección presidencial de hace 1 año, hace de cada elección una confrontación entre Biden que aunque ha bajado en popularidad goza todavía de 43% frente a un 41,4% del expresidente Trump.

Pero lo más determinante tanto en Virginia como las múltiples elecciones locales convocadas para este primer martes de noviembre en Estados Unidos, es la vacunación obligatoria impulsadas por la administración demócrata. El debate ha pasado de ser estrictamente sanitario a ideológico, donde la defensa de la libertad para vacunarse o no es una consigna principalmente republicana, pero cada vez más también de demócratas.

En la elección a la alcandía de New York, aunque no se espera una derrota demócrata, si se prevé una disminución significativa de la abultada ventaja con que suelen ganar tanto en la ciudad como en el Estado. Los funcionarios públicos que se ven obligados a vacunarse o cambiar de trabajo recienten la obligatoriedad de la vacuna y prometen pasar factura.

En todo caso, tanto analistas como estrategas de ambos partidos esperan medir de manera anticipada el desgaste del partido en el poder para poder extrapolarlo a las elecciones que realmente importan, las de noviembre de 2023, en las que se renovará ambas cámaras del Congreso y se verá si Biden pierde el apoyo legislativo con que cuenta actualmente y si los republicanos bloquearán el resto de su mandato.