Estados Unidos
Joe Biden es ya el segundo presidente estadounidense peor valorado
La aprobación del presidente demócrata ha caído diez puntos en lo que va de año, impulsada por la abrupta salida estadounidense de Afganistán
Joe Biden (Scranton, Pensilvania, 1942) llegó a la Casa Blanca en enero de 2021 en un contexto de convulsión política, incentivado por el cuestionamiento de los resultados electorales por parte del expresidente Donald Trump y el asalto al Capitolio acometido solo unos días antes por los seguidores del republicano.
El veterano demócrata aseguró en su discurso de investidura que la democracia había vencido y llamó a la unidad de los estadounidenses más allá de filiaciones políticas. Biden contaba entonces con la aprobación del 53% de sus conciudadanos frente a un 36% de rechazo, según el portal Five Thirty Eight.
En solo diez meses, este escenario ha cambiado por completo y las encuestas revelan una creciente desafección respecto al actual presidente. Así, los que desaprueban su gestión ahora son mayoría (50,8%) y su índice de aprobación ha caído diez puntos hasta el 42,8%.
Afganistán, punto de inflexión
Pese a la progresiva caída de los apoyos a Biden, un acontecimiento marca el punto de inflexión en su valoración, la salida estadounidense de Afganistán tras 20 años de intervención militar.
El primer día del operativo de evacuación, el 15 de agosto, el exvicepresidente de Obama contaba con un 50% de apoyos, frente al 47,2% que registraba a su término, solo dos semanas más tarde.
Así, el 30 de agosto, el índice de desaprobación de Biden (47,5%) superaba por segunda vez al de aprobación, una diferencia que se ha ampliado en las últimas semanas hasta los ocho puntos alcanzados el 2 de noviembre.
Aunque Biden afirmó que la operación de evacuación del contingente americano ante la toma del poder de los talibanes fue «un extraordinario éxito», una encuesta realizada esos días por The Washington Post y ABC News concluía que un 60% de los estadounidenses desaprobaba su gestión de la situación en el país de Oriente Medio, frente al 30% que la aprobaba.
Solo Trump tenía peor valoración
Si comparamos la popularidad del líder demócrata con la que registraban el resto de mandatarios estadounidenses a estas alturas de mandato, Biden es el segundo presidente con peor valoración (-8 puntos porcentuales) solo detrás del magnate Donald Trump (-18,8).
Los datos publicados por Five Thirty Eight también revelan que sus antecesores Barack Obama (+9,2 puntos) y George Bush hijo (+73,60) - cuya popularidad despegó tras los atentados del 11S- contaban con un respaldo más amplio en el día 287 de su mandato.
De hecho, solo otros dos presidentes contaban con un saldo de aprobación negativo apenas unos meses después de comenzar a gobernar.
Una caída en su aprobación de 10 puntos
El 53% de aprobación del segundo presidente católico de Estados Unidos tras John Fitzgerald Kennedy en las encuestas inmediatas a su investidura era superior al que obtenían los republicanos George W. Bush o Ronald Reagan, a quienes las encuestas daban un 46 y un 51% de apoyos respectivamente.
Pese a ello, la evolución de la popularidad de Biden ha descendido (-10,2%), al contrario que ocurrió con estos presidentes, experimentando una bajada superior incluso a la registrada por su antecesor en el cargo Donald Trump (-10%).
Así, el político de Pensilvania registra la quinta mayor caída en su aprobación de un jefe de Estado norteamericano en sus primeros 287 días de gobierno solo por detrás del republicano Gerald Ford (-32,6%) y los demócratas Harry Truman (-24%), Jimmy Carter (-15%) y Barack Obama (-12,5%), según el portal de análisis estadístico gestionado por el estadístico Nate Silver.
Biden viajó la semana pasada a Roma para reunirse con el papa Francisco y asistir a la cumbre del G-20 con el resto de líderes mundiales, donde se refrendó el establecimiento de un impuesto mínimo global para sociedades del 15%.
Este martes participó en la Cumbre del Clima (COP26) celebrada en Glasgow (Escocia), donde ha calificado el cambio climático como un «un problema gigantesco» y ha criticado con dureza la ausencia de potencias como China, Rusia o Arabia Saudí en el evento.