El candidato republicano a gobernador de Virginia, Glenn Youngkin
Elecciones Estados Unidos
Varapalo electoral para Biden: Los republicanos recuperan Virginia
Estas elecciones suponen el primer test en las urnas para el presidente demócrata desde que llegó a la Casa Blanca hace un año
Poco después de la 1 de la madrugada se confirmaban los peores temores del partido del presidente Biden. Virginia volvía a dominio republicano, directa o veladamente, de la mano de Donald Trump. El gobernador electo, Glenn Youngkin, salió a celebrar después de medianoche la victoria: «¡Muy bien, Virginia, ganamos esto!» celebró.
Youngkin también afirmó: «Juntos, cambiaremos la trayectoria de esta comunidad y amigos, comenzaremos esa transformación desde el primer día. No hay tiempo que perder». Así mismo reafirmó sus promesas de campaña «Vamos a restaurar la excelencia en nuestras escuelas... Vamos a introducir opciones en nuestro sistema de escuelas públicas... Amigos, vamos a abrazar a los padres, no ignorarlos. Vamos a seguir adelante con un plan de estudios que incluye escuchar los comentarios de los padres».
Amigos, vamos a abrazar a los padres, no ignorarlos. Vamos a seguir adelante con un plan de estudios que incluye escuchar los comentarios de los padres
La batalla por Virginia ha sido vista como una prueba de fuego de la presidencia de Biden un año después de que ganó la Casa Blanca, en medio de un estancamiento de su agenda en el Congreso y con un índice de aprobación cayendo al 42%.
El candidato demócrata, Terry McAuliffe, había hecho campaña con Biden y Barack Obama, pero no fue suficiente para evitar la victoria republicana, que las encuestas ya advertían en los últimos días. «La lucha continúa», dijo McAuliffe en un discurso de derrota, agradeciendo a su personal de campaña por una carrera reñida, pero sin llegar a una concesión de la victoria republicana.
No creo que los padres deban decirle a las escuelas lo que deben enseñar
El esfuerzo de la campaña de McAuliffe para vincular a Youngkin como un acólito de Donald Trump resultó menos efectivo que el incisivo enfoque republicano que se centró en avivar el miedo y la ira de los padres por la guerra cultural en las escuelas de Virginia. Su campaña se centró en las declaraciones de McAuliffe en uno de sus debates: «No creo que los padres deban decirle a las escuelas lo que deben enseñar».
Igual de estratégico resultó que Youngkin caminó por la cuerda floja política en la que por un lado aceptó el respaldo de Trump pero nunca lo mencionó en discursos ni lo invitó a hacer campaña con él en persona. Según David Smith de The Guardian, Youngkin «cultivó la ambigüedad suficiente para atraer a los republicanos moderados sin alienar a la base de Trump».
Sin embargo, McAuliffe llegó a decir a sus seguidores en su mitin de cierre de campaña: «¿Adivinen cómo está terminando su campaña Glenn Youngkin? Está haciendo un evento con Donald Trump aquí en Virginia» en un intento de ultima hora por avivar la sombra del expresidente e intentar revertir la tendencia a favor de los republicanos.
Ningún republicano había ganado un cargo estatal desde 2009 en Virginia y el propio Biden venció en este Estado a Trump hace un año por 10 puntos porcentuales, lo que significa que esta derrota demócrata podría repercutir en todo el país.
El caso de New Jersey
Mientras tanto, en Nueva Jersey, se está desarrollando una historia similar mientras el gobernador demócrata, Phil Murphy, lucha por ganar la reelección contra su retador republicano, Jack Ciattarelli. Esa carrera está demasiado cerrrada para proclamar un ganador, con Ciattarelli ligeramente por delante. Si Murphy ocupa su cargo, sería el primer demócrata reelegido como gobernador del estado en 44 años, mientras que una derrota sería un mal augurio para los demócratas a nivel nacional.
Al cierre de esta nota, la cadena de noticias norteamericana CNN proyectaba un empate técnico en Nueva Jersey con ambos aspirantes empatados a 49,6% de los votos cada uno. Con 84% de los votos escrutados el republicano Ciattarelli aventajaba al demócrata por tan sólo 61 votos.
Ciattarelli, está a favor de las vacunas, pero se opone a las medidas sanitarias coercitivas. Criticó a Murphy por su política impositiva y su tolerancia con la migración, y ha prometido reducir impuestos, argumento siempre bien recibido para el electorado americano.
