Falla el «chapucero» intento de Boris Johnson de proteger a su amigo diputado sancionado por corrupción

El diputado conservador Owen Paterson ha dimitido tras el estallido público de sus actividades de lobbying. Inicialmente, el gobierno de Boris Johnson buscó proteger al diputado cambiando la normativa parlamentaria para evitarle a su colega las consecuencias, pero tuvo que desistir en vista de la indignada reacción del resto del país. Este fracaso de Johnson convirtió en inevitable la dimisión del diputado Paterson.

Owen Paterson era hasta hace unas horas diputado en representación del condado de Shropshire del Norte en la Cámara de los Comunes. El comité judicial de esta fue quien dictaminó la ofensa del diputado, acusado de romper las normas de cabildeo para los miembros del parlamento.

La Comisión de Estándares Parlamentarios descubrió que el diputado se estuvo reuniendo con oficiales del gobierno en relación a sus actividades de consultoría, beneficiando a dos empresas para las que trabajaba. También utilizó su oficina parlamentaria para su trabajo de consultoría, y omitió declarar sus bienes en varias reuniones, según un informe oficial.

Antes de que Paterson acatase las consecuencias, sus aliados del gobierno Conservador bloquearon el sistema anticorrupción, atacando la gestión de vigilancia; el gobierno de Boris Johnson pidió que se reformase el sistema de vigilancia, moción que protegía a Owen Paterson. Esta fue una iniciativa que Boris Johnson apoyó de pleno y personalmente, con la intención de favorecer a su amigo.

La decisión escandalizó al pueblo inglés: el líder de la oposición laborista, Keir Starmer, no tardó en tacharla de «corrupta». El partido laborista también acusó al secretario de negocios de los tories, Kwasi Kwarteng, de «hacerle bullying» a la comisaria de estándares, Kathryn Stone.

El líder de la cámara de comunes, Thangam Debbonaire, dijo que el primer ministro «debía distanciarse inmediatamente de estos últimos intentos de envenenar la política británica», añadiendo que «todas las personas decentes de cualquier creencia política deben oponerse a los transparentes intentos de los diputados tories de bloquear el escrutinio público de su comportamiento. Además, tanto fuera como dentro del parlamento, Boris Johnson se ha enfrentado a una tormenta de bullying por la falta de transparencia en la gestión.

En vista de la enfurecida reacción pública, el número 10 de Downing Street se apresuró por revocar la moción, optando por dejar las cosas tal y como están, lo cual deja a Owen Paterson desprotegido. Por ello, el diputado ha abandonado ya su puesto.

Como parte de este dramático giro, Boris Johnson también ha anunciado que las reformas no se aplicarán retroactivamente a casos individuales. Pagó tributo a su «amigo y colega», diciendo que tuvo «una distinguida carrera» y siempre fue «una voz para la libertad».

Pero muchos otros miembros del parlamento expresaron que Owen Paterson debía responsabilizarse por sus actos y pagar las consecuencias.

Keir Starmer ha exigido públicamente que Boris Johnson se disculpe con todo el país por las «caóticas» últimas 24 horas, y por su «intento chapucero de cubrir el delito de su amigo».

Pero el primer ministro inglés tiene otras cosas en la cabeza; en plena COP26, se encuentra en la ciudad escocesa de Glasgow dictando los siguientes pasos para evitar la crisis climática, urgiendo al mundo que actúe frente a una catástrofe inminente, entre otras cosas reduciendo las emisiones de carbono y de metano. Sin embargo, hizo una pausa para cenar en Londres con amigos en un viaje de ida y vuelta a Glasgow en su jet privado.