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Maros Sefcovic, vicepresidente de la Comisión EuropeaEFE

Unión Europea 

La UE amenaza de «graves consecuencias» si Reino Unido intenta suspender el protocolo Irlanda del Norte

Ambos lados siguen dispuestos a negociar, pero llegar a un compromiso está resultando complicado

La Unión Europea advirtió este viernes de que habrá «graves consecuencias» si las autoridades británicas suspenden partes de los acuerdos aduaneros posbrexit para Irlanda del Norte.

Maros Sefcovic, vicepresidente de la Comisión Europea, alertó tras una reunión con el responsable británico para el Brexit, David Frost, que este escenario acarrearía «graves consecuencias para (la provincia británica de) Irlanda del Norte (...), y también para las relaciones en general entre la UE y el Reino Unido».

De acuerdo con Sefcovic, si el Reino Unido activa el artículo 16 del tratado sobre su relación comercial, suspendiendo de hecho su aplicación, ello representará «un rechazo a los esfuerzos de la UE para hallar una salida consensuada».

Frost había declarado al llegar para la reunión con Sefcovic que el Reino Unido no pretendía activar el artículo 16 de inmediato, pero añadió que esa decisión seguía «sobre la mesa».

Sefcovic añadió que viajará a Londres en la próxima semana para una nueva ronda de negociaciones.

«Debemos concentrar los esfuerzos en hallar una solución tan pronto como sea posible. Nuestra meta debería ser proporcionar estabilidad y predictibilidad a Irlanda del Norte», apuntó Sefcovic.

Sin embargo, agregó, «escuchamos hablar mucho del artículo 16».

Reino Unido ya advirtió que desencadenaría el articulo 16 del Protocolo de Irlanda del Norte si no llegaba a un acuerdo con la Unión Europea. Este artículo pondría fin a la presencia de Irlanda del Norte en la zona de comercio de la Unión, lo cual relaja su frontera con la otra Irlanda, pero refuerza la que comparte con Reino Unido, hiriendo la economía de ambas.

Hace unas semanas, la Unión Europea compartió un paquete de generosas propuestas para relajar la situación en la frontera entre Irlanda del Norte y Reino Unido, que incluían una reducción en los formularios y el papeleo para agilizar el movimiento de bienes, reducción en los controles sanitarios para productos alimenticios, permisos especiales para que haya un flujo constante de medicinas, y la creación de una especie de «canal especial» entre los dos territorios para mejorar la comunicación.