Fundado en 1910

Migrantes en el bosque de la frontera entre Rusia y PoloniaAFP

Frontera oriental de la UE

Bielorrusia fuerza a cientos de inmigrantes a cruzar la frontera con Polonia mediante empujones y amenazas

El Gobierno polaco acusa al bielorruso de provocar este movimiento como medida de presión

Tensión en aumento entre Polonia y Bielorrusia por la crisis migratoria que se está gestando en la frontera oriental de la Unión Europea desde la pasada primavera.

El Gobierno polaco ha acusado a Alexander Lukashenko, presidente bielorruso arropado por el Kremlin, de provocar el avance de cientos de migrantes hacia la frontera común.

Cientos de personas se han amontonado en el cruce de Kuznica-Bruzgi, en la frontera entre ambos países. Las carreteras de la zona están colapsadas por el tráfico de taxis transportando a personas.

Lo cierto es que el pasado 6 de noviembre se propagó por las redes sociales un mensaje organizando el supuesto proyecto de inmigración masiva previsto para el 8 de noviembre y procedente desde terreno bielorruso, que empezó a reunirse  en el distrito de Nemiga, en Minsk.

En un video compartido en Twitter por el periodista bielorruso Tadeusz Giczan se observa como oficiales del ejército armados empujan a mujeres y niños hacia la frontera polaca, formando un escudo humano para evitar que estos regresen a Bielorrusia. Giczan trabaja como editor en el medio opositor al régimen de Lukashenko Nexta, que el presidente bielorruso ha prohibido en su país, encarcelando a todo aquel que se suscriba.

Respuesta a las sanciones de la Unión

La Unión Europea y Varsovia están de acuerdo en que Bielorrusia orquesta este agresivo flujo migratorio en un intento de presión en respuesta por las sanciones comuntarias impuestas a este país por la violación de derechos humanos en su terreno, una acusación negada por el gobierno de Lukashenko.

Polonia ha declarado el estado de emergencia en la región, y planea construir un muro en la frontera. El parlamento intenta legislar la legalización que permita acciones para hacer retroceder a migrantes en sus fronteras.

El primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, ha recalcado en Facebook que la frontera es «sagrada», por lo que ha prometido vigilancia en una zona que ya permanece prácticamente blindada.