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Grupos de inmigrantes, niños incluidos, esperan en la frontera entre Bielorrusia y PoloniaEFE

Europa acusa a Bielorrusia de «explotar» a los inmigrantes

El presidente del Parlamento Europeo ofrece a Polonia la ayuda de Bruselas para gestionar la crisis fronteriza

El presidente del Parlamento Europeo, David Sassoli, pide a Polonia que acepte la ayuda de la agencia de control de fronteras de la Unión Europea, Frontex, para gestionar la crisis migratoria que sufre por los «juegos de poder político» del régimen del presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko.

En su cuenta en la red social Twitter, Sassoli se mostró «alarmado» por la situación en la frontera entre Polonia y Bielorrusia y pidió a Lukashenko que deje de «explotar» a los migrantes.

El vicepresidente comunitario Margaritis Schinas, en coordinación con el alto representante para la Política Exterior de la UE, Josep Borrell, viajará «en los próximos días» a los principales países de origen y de tránsito «para asegurarse de que actúan para evitar que sus propios nacionales caigan en la trampa tendida por las autoridades bielorrusas», anunció la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.

«Nuestra prioridad urgente es cortar el suministro que llega al aeropuerto de Minsk», tuiteó por su parte la comisaria de Interior, Ylva Johansson, quien responsabilizó a Lukashenko de «poner en peligro a personas, incluidos niños, en condiciones de congelación» en la frontera entre su país y Polonia.

Turquía, Irak y los Emiratos Árabes Unidos son los principales puntos de origen de los vuelos que aterrizan en Minsk.

Más sanciones a Bielorrusia

Paralelamente, Von der Leyen urgió a los países de la Unión Europea a aprobar nuevas sanciones contra Bielorrusia por utilizar la migración irregular como arma política contra los Veintisiete, que calificó de «ataque híbrido».

Añadió que la UE «estudiará en particular cómo sancionar, incluso mediante listas negras, a las aerolíneas de terceros países que participan activamente en el tráfico de personas».

Por su parte, el ministro del Interior de Bielorrusia, Iván Kubrakov, se defiende y afirma que los migrantes que se encuentran en la frontera con Polonia no han violado la legislación nacional y su presencia en territorio bielorruso es legal.

El presidente del país, Lukashenko, niega todas las críticas, pero ha alertado a la Unión Europea de una «catástrofe humanitaria» en la frontera con la UE debido a la concentración de migrantes antes de la llegada del invierno.