Crisis fronteriza
Polonia culpa a Putin de orquestar la crisis migratoria en su frontera
En su opinión es el presidente bielorruso Aleksandr Lukashenko «el ejecutor de este ataque, pero se organiza desde Moscú»
Polonia lleva días haciendo frente a la llegada masiva de migrantes a sus fronteras y la situación es cada vez más delicada. Bielorrusia ha vuelto a desafiar no solo a Varsovia, sino a la Unión Europea y a la OTAN. Entre 3.000 y 4.000 personas, en su mayoría kurdos, han llegado a la frontera que une a los dos países del norte de Europa, en lo que se ha considerado una estrategia por parte del presidente bielorruso, Aleksandr Lukashenko, para que se levanten las sanciones impuestas a su país en 2020.
Así, el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, ha acusado este martes al presidente ruso Vladimir Putin de orquestar el importante movimiento de migrantes que intenta entrar ilegalmente a Europa desde Bielorrusia, en los límites orientales de la Unión Europea.
En su opinión es el presidente bielorruso Aleksandr Lukashenko «el ejecutor de este ataque, pero se organiza desde Moscú, quien lo orquesta el presidente Putin», dijo el responsable ante el parlamento de su país.
Por su parte, Alemania pidió este martes a la Unión Europea que actuase para ayudar a frenar el flujo de inmigrantes que cruzan ilegalmente a Polonia desde Bielorrusia. «Ni Polonia ni Alemania pueden hacer frente a esto solos», dijo el ministro del Interior alemán, Horst Seehofer, al diario Bild. «Tenemos que ayudar al Gobierno polaco a asegurar su frontera exterior. Esto debería ser asunto de la Comisión Europea. Les pido que actúen», dijo.
Ante esta situación, Alemania apoya la aplicación de nuevas sanciones europeas contra Bielorrusia, dijo este miércoles el ministro de Relaciones Exteriores, Heiko Maas, acusando al presidente Aleksandr Lukashenko de «explotar sin escrúpulos» a los migrantes enviándolos a la frontera polaca. «Sancionaremos a quienes participan en este tráfico dirigido de migrantes», dijo Maas en un comunicado.
El ministro alemán agregó que la Unión Europea trabajará para «extender y soportar las sanciones contra el régimen de Lukashenko» y aseguró que el bloque «no puede ser chantajeado» por Bielorrusia.
En la misma línea, el primer ministro de Defensa polaco, Mariusz Błaszczak, ha anunciado que su país aumentará el número de efectivos en la frontera para contener el aluvión de inmigrantes. El aumento de tropas polacas en la linde ha provocado la reacción de Bielorrusia que acusa a Varsovia de «buscar una guerra». Desde Minsk recriminan al país polaco el haber desplegado, sin previo aviso, a 12.000 militares, lo que consideran una violación de los acuerdos de seguridad mutua.
En este sentido Lukashenko, durante una entrevista recogida por Nazionalnaya Oborona, acusa a Polonia de avivar las tensiones entre los dos países. «¿Hoy luchar contra migrantes con tanques Leopard? Discúlpeme. Usted y yo somos militares, comprendemos lo que es mantener una guerra con estas personas desafortunadas en la frontera de Polonia, por ejemplo, con Bielorrusia, y enviar columnas de tanques. Está claro que es algún tipo de entrenamiento o chantaje», apuntó el líder bielorruso.
Lukashenko explicó que su país «no buscaba pelea». «No soy un loco, sé perfectamente adónde puede llevar esto y sabemos que, si cometemos algún error, Rusia se verá arrastrada a esta vorágine. Y es la potencia nuclear más grande». Aún así el presidente bielorruso aseguró que su país «no se arrodillará ante la UE». Rusia, acusada por Polonia y la UE de orquestar la crisis migratoria, ha mostrado su pleno apoyo a Bielorrusia. El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, confirmó que Moscú y Minsk están en «constante contacto».
Los centenares de migrantes desesperados están bloqueados en la frontera entre Bielorrusia y Polonia, a las puertas de la Unión Europea, y aguardan, soportando hambre y frío, que Polonia les abra la puerta o Bielorrusia les permite retroceder.
El ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguéi Lavrov, achacó esta nueva crisis migratoria a las políticas que había llevado a cabo Occidente en Oriente Medio que, en palabras del diplomático, «llevan a las personas a huir de sus casas». Lavrov fue más allá en sus declaraciones y pidió que desde la Unión se prestara apoyo económico a Bielorrusia para hacer frente a los flujos migratorios. «¿Por qué, en lo referente a los refugiados que se dirigen a la UE desde Turquía la UE concede fondos para mantenerlos en territorio turco?», se preguntó. Y «¿por qué los bielorrusos no pueden ser ayudados de la misma manera?».
No se trata de la primera vez que un país usa a personas migrantes como método de presión. Marruecos ya lo hizo con España el pasado mes de mayo y ahora Bielorrusia usa la misma táctica en las fronteras polacas. Mientras tanto la Unión Europea ha pedido nuevas sanciones contra Lukashenko y el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, tiene previsto viajar este miércoles a Varsovia para hablar con los líderes polacos sobre «esta crisis en las fronteras de la UE».