Las claves principales para entender las elecciones legislativas de Argentina
El oficialismo 'kirchnerista' se enfrenta a una posible derrota en las elecciones de este domingo, lastrado por la profunda crisis económica
Este domingo un total de 34,3 millones de argentinos están habilitados para acudir a las urnas en unas elecciones legislativas, que renovarán 127 de los 257 escaños de la Cámara de Diputados y 24 de las 72 bancas del Senado.
En Argentina, el voto es obligatorio para los ciudadanos de 18 a 69 años y optativo para los jóvenes de 16 y 17 años y quienes tengan 70 años o más. Desde el pasado viernes entró en vigor la veda electoral que comprende la prohibición de realizar actos proselitistas y de publicar o difundir encuestas por parte de los medios de comunicación.
Aunque en esta convocatoria electoral sólo se renovarán parcialmente los miembros del Congreso argentino, tendrá un impacto crucial en la presidencia del izquierdista Alberto Fernández porque definirán la gobernabilidad para la segunda mitad de su mandato.
Las primarias obligatorias de septiembre sirvieron para elegir a los candidatos a diputados y senadores por parte de los partidos y alianzas en contienda, pero también para plantear un primer pulso entre oficialismo y oposición. Hace menos de 2 meses, la coalición opositora de Juntos por el Cambio obtuvo un 41,53 % de los votos en todo el país, mientras que el oficialista Frente de Todos logró un 32,43 %.
¿Qué esta en juego este domingo?
En caso de que se repitan estos resultados, el oficialismo perdería el quórum suficiente con el que actualmente cuentan en el Senado y podría reducir su presencia en diputados hasta prácticamente quedar en igualdad numérica o, incluso, por debajo del bloque opositor de Juntos por el Cambio.
El oficialismo kirchnerista busca evitar que un nuevo resultado adverso le impida conseguir la mayoría en la Cámara de Diputados o ponga en riesgo la que tiene en el Senado cuando a Fernández le restan todavía dos años de mandato.
Mario Riorda, politólogo y académico de la Universidad Austral consultado por AFP explica que «el Frente de Todos descendió 19 puntos en todo el país desde las presidenciales de 2019 y ya no tiene núcleos imbatibles», mientras la opositora Juntos por el Cambio «prácticamente no se ha movido de su última cifra nacional». La segunda mitad del gobierno de Fernández y la exmandataria Cristina Kirchner transcurrirá «en un equilibrio complejísimo de tensiones internas que pueden jaquear la gobernabilidad», opinó.
El analista político Gabriel Puricelli –también consultado por AFP– consideró que esta elección es un preludio de la cita electoral general de 2023. «son una puesta a prueba de la viabilidad de las dos principales coaliciones como vehículo para las próximas presidenciales», dijo al referirse al oficialista Frente de Todos y a Juntos por el cambio, la coalición en la que participa el partido del expresidente Mauricio Macri (2015-2019).
Otro factor a tener en cuenta «será cuánto poder tendrá la oposición en el Congreso. Si alcanza poder de bloqueo, lo más probable es que lo utilice», remarcó Puricelli.
La situación económica es determinante
Los argentinos acudirán a los centros de votación con una economía que este año crecerá en torno al 9 % en comparación al 2020, cuando el PIB se desplomó un 9,9 % debido a las medidas de aislamiento obligatorio.
Sin embargo, el crecimiento sostenido de los precios y la consecuente caída del poder adquisitivo han provocado que un 40,6 % de la población esté bajo la línea de la pobreza, según datos oficiales del primer semestre del año.
Argentina registra índices de inflación anual de más de dos dígitos desde hace una década. En 2021 la inflación se aceleró y cerrará con un alza acumulada cercana al 50,3 %.
Es un fenómeno que no da tregua, que mina el poder de compra de los salarios, que afecta planes de producción e inversión y que el Gobierno busca contener con la congelación temporal de precios de algunos servicios y alimentos básicos.
Sin acceso a financiación en los mercados internacionales, donde debería convalidar tasas de interés exorbitantes y con ingresos de divisas insuficientes por vía de exportaciones e inversiones, en Argentina faltan dólares. El país arrastra serios desequilibrios monetarios y fiscales.
La economía en el debate político
El propio jefe de Estado fue el principal orador en el cierre de campaña de la alianza oficialista e hizo especial énfasis en la incipiente recuperación económica, con crecimiento sostenido de la actividad industrial y de las exportaciones, así como en los progresos del plan de vacunación, que alcanzó a más de 27,2 millones de personas con dos dosis.
«Vamos a tratar de dar pasos firmes para que ese crecimiento que nosotros vemos llegue a cada argentino y cada argentina. No nos basta de nada que el PBI (producto interior bruto) crezca más de nueve puntos si la vida de los argentinos no mejora», manifestó Alberto Fernández, que también criticó la «deuda impagable» tomada por su predecesor, el ahora opositor Mauricio Macri.
De hecho, el partido de Macri es uno de los integrantes de la coalición de Juntos por el Cambio, máxima favorita para las elecciones de este domingo y que en las primarias de septiembre logró imponerse en feudos clásicos del peronismo, como son las provincias de Buenos Aires, La Pampa o Santa Cruz.
En el último tramo de campaña, la oposición centró su discurso en la mala situación económica que atraviesa el país suramericano, con una inflación interanual del 52,1 % en octubre y un dólar al alza en el mercado informal de divisas ante los temores de una nueva devaluación.
«Este 14 de noviembre se discute qué país queremos. Un país con progreso o estancamiento», dijo la cabeza de la lista de candidatos a diputados de Juntos por la provincia de Buenos Aires, Diego Santilli, quien propuso leyes para dar igualdad de condiciones para estudiar, evitar más impuestos y votar un código penal para que los delincuentes cumplan las condenas.
Los problemas que trascienden a este domingo
El politólogo Carlos Fara –consultado por AFP– consideró que «el problema político central será, cualquiera que sea el resultado, la división en el oficialismo entre el presidente y la vicepresidenta. Esta disputa va a continuar e incluso se puede agravar. Será un problema para la gobernabilidad». Ya los malos resultados de las primarias abrieron una crisis en la coalición gobernante. Luego de reproches públicos de la vicepresidenta Cristina Kirchner, el presidente Alberto Fernández renovó parte de su gabinete.
Más allá de la correlación de fuerzas que las elecciones dejen en el Congreso argentino, el ejecutivo izquierdista tendrá por delante dos grandes desafíos tras las elecciones: contener la brecha cambiaria entre el dólar oficial y el informal, también llamado 'dólar blue' y cerrar un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para refinanciar una deuda de 44.200 millones de dólares cuyos vencimientos de capital por más de 19.000 millones comienzan el año próximo.