Gazprom aumenta el bombeo a Europa
Alemania suspende procedimiento de certificación del gasoducto ruso Nord Steam 2
El polémico gasoducto es acusado de ser una estrategia del Kremlin para generar dependencia europea y aislar a Ucrania
La Agencia Federal de Redes de Alemania anunció este martes la suspensión temporal del procedimiento de certificación de Nord Steam 2, el controvertido gasoducto entre Rusia y Alemania, alegando un obstáculo legal.
Ya en Alemania se habían mostrado reticencias sobre este megaproyecto millonario, que busca proveer de gas ruso a Europa, pero especialmente a Alemania dejando en un segundo plano los gasoductos que pasan por Ucrania, dejando a este país en una posición de desventaja ante el gigante ruso que amenaza su integridad territorial.
La certificación de Nord Stream 2, que es una de las últimas etapas antes de su puesta en servicio, «sólo es posible si el operador está organizado bajo una forma jurídica de derecho alemán», escribe la autoridad en un comunicado.
Ahora el proceso de certificación queda suspendido hasta que el operador de Nord Stream 2, con base en Zug, Suiza, haya acabado de transferir «activos esenciales y recursos humanos» a una filial creada en Alemania para la parte alemana del gasoducto, detalló el regulador.
La agencia alemana tiene un plazo de cuatro meses para dar su luz verde al proyecto, cuyas obras terminaron y, del lado ruso, incluso ya se empezó el proceso de llenado.
Este anuncio por parte de Alemania se hace en momentos en que se conoce que la Unión Europea desplegará más sanciones contra Bielorrusia y si 'guerra hibrida' contra Polonia y la Unión Europea utilizando la migración ilegal como arma. Y aunque Rusia ha intentado desmarcarse, su sobra parece clara sobre los movimientos de Lukashenko.
Hace unas días, el Gobierno de Ángela Merkel había pedido a Putin que usara su influencia para persuadir al dictador bielorruso y detener la presión sobre la frontera polaca, que a su vez es la frontera exterior de la Unión Europea. El Kremlin respondió que la Unión Europea debería hablar directamente con Bielorrusia.
La suspensión de los procedimientos para finalmente autorizar de inicios de operaciones del enorme gasoducto, pudiera ser una señal clara del gobierno alemán hacia Rusia y una muestra de no creer su inocencia en la crisis migratoria y fronteriza entre Polonia y Bielorrusia.