Israel
Un muerto y tres heridos apuñalados por un miembro de Hamás, en Jerusalén
El atacante se disfrazó de judío ortodoxo para disimular el arma
Al menos una persona murió y otras tres resultaron heridas en un ataque con armas de fuego perpetrado por un palestino, miembro de Hamás, en la Ciudad Vieja de Jerusalén este domingo, según las autoridades israelíes.
«Hacia las 09H00 locales (07H00 GMT), un terrorista armado abrió fuego en la Ciudad Vieja de Jerusalén. Dos civiles fueron gravemente heridos y dos policías resultaron levemente heridos», informó la policía israelí.
Una periodista de la AFP presente en el lugar escuchó ráfagas de disparos y gritos.
El hospital de Hadassah en Jerusalén, donde fueron trasladadas las víctimas, informó que una persona de unos 30 años sucumbió a sus heridas.
Se trata de Eliyahu Kaye, un inmigrante de 25 años de Sudáfrica que acababa de llegar. Perdió la vida «mientras se dirigía a su lugar de trabajo», según el organismo que gestiona el Muro de las Lamentaciones, el lugar de oración judío más sagrado.
Inmediatamente después del ataque, numerosos policías fueron desplegados en la Ciudad Vieja, donde el cuerpo del atacante yació durante largo rato en el suelo.
El ministro israelí de Seguridad Pública, Omer Bar-Lev, declaró en la televisión que el asaltante era palestino, «miembro del Hamás»y que vivía en el barrio de Shuafat, en Jerusalén Este. Según la policía, tenía 42 años.
«Era miembro de Hamás, de la rama política, no de la rama armada. Por las imágenes que tenemos, parece que llevaba una gran galabeya (traje tradicional) o que se había disfrazado de judío ortodoxo», para ocultar su arma, dijo Bar-Lev en el canal israelí Kan.
«Su esposa dejó (el país) hace tres días y su hijo también se encuentra en el extranjero (...). Parece que el ataque fue premeditado», agregó.
En un comunicado, la dirección de Hamás confirmó que el atacante, Fadu Abu Shukhaydam, era miembro de la organización. Sin embargo, el movimiento islamista no reivindicó el ataque, que tuvo lugar exactamente seis meses después del final de la última guerra entre Hamás e Israel.
«Nuestro mártir de Jerusalén pasó su vida predicando la yihad (...), esta heroica operación es una advertencia a nuestro enemigo y a su gobierno para que dejen de ocupar nuestra tierra», dijo Hamás en un comunicado desde la Franja de Gaza, el enclave palestino bajo su control.
En un reciente sermón en una mezquita de Jerusalén, cuya grabación ha visto la AFP, el atacante acusó a los israelíes de «ser los padres de la opresión, financiados por Satán y los Emiratos Árabes Unidos», país que el año pasado normalizó sus relaciones con Israel.
Llamados a la vigilancia
Tras el ataque, el primer ministro israelí, Naftali Bennett, pidió «reforzar» el dispositivo de seguridad en Jerusalén e hizo un llamamiento a la población y a la policía para que estén «vigilantes» en vísperas de la fiesta judía de Janucá, que se celebra a partir del 28 de noviembre.
El presidente Yitzhak Herzog, que voló a Londres el domingo, dijo que «la comunidad internacional debe reconocer a Hamás como organización terrorista», según un comunicado de su oficina.
El miércoles pasado, un palestino de 16 años hirió con un cuchillo a dos miembros de las fuerzas de seguridad israelíes en la Ciudad Vieja.
El atacante fue abatido por la policía, lo que dio lugar a enfrentamientos entre palestinos y fuerzas israelíes en el barrio de Issawiya, en Jerusalén Este, de donde era oriundo el joven palestino.
Desde octubre de 2015, Jerusalén, Cisjordania ocupada e Israel han sido el escenario de ataques antiisraelíes, la mayoría de las veces perpetrados por jóvenes palestinos aislados. Este tipo de violencia ha disminuido en intensidad, pero persiste esporádicamente.
Unos 200.000 israelíes y unos 300.000 palestinos viven en Jerusalén Este, ocupada por Israel desde 1967.