Alemania
Inexperto pero intransigente; así es el nuevo ministro de Finanzas alemán
Christian Lindner, líder del partido FDP, ocupará segundo puesto con más poder de Alemania.
Tras dos meses de deliberación, percibimos por fin el cierre de las negociaciones para la nueva coalición alemana, señalando a los tres partidos que ocuparán el Bundestag post-Merkel; los Socialdemócratas (SDP), los Verdes, y los Liberales (FDP). Mientras que Olaf Scholz, ganador de las elecciones, se posiciona como canciller, mientras que la verde Annalena Baerbock será ministra del Exterior. Christian Lindner, líder del FDP, será ministro de Finanzas.
Con un jugoso presupuesto de casi 500 billones de euros per annum, el ministro de Finanzas es la segunda figura más poderosa del país después del canciller. Su influencia se extiende por toda Europa a raíz del papel que juega Alemania en la Unión Europea; por eso la comunidad internacional tiene ahora a Lindner bajo el microscopio.
Destaca su inexperiencia en el ámbito financiero; graduado en ciencias políticas, con solo 34 años ascendió a líder de su partido, y tiene más experiencia como public speaker que administrador.
Sin embargo, se tiene en cuenta la política austera del partido FDP. De momento, Lindner promete reactivar el «freno de deuda» de Alemania, ley que no permite déficits presupuestarios. Su estricta política de austeridad tiene por objetivo evitar por todos los medios las deudas, por lo que bloqueará las promesas hechas por el SDP y los Verdes de aumentar la flexibilidad en préstamos para facilitar la inversión en infraestructuras verdes.
Hablando con el diario Frankfurter Allgemeine, Lindner describió la nueva tarea del gobierno como «activar la inversión privada y dirigirse a un equilibrio entre lo público y lo privado».
También reforzará la disciplina fiscal en la eurozona; Lindner ya ha dicho que piensa «defender los intereses alemanes» dentro de la UE, entre los cuales se incluye un plan de recuperación post pandemia cofinanciado por la Unión.
El partido, que tiene una perspectiva pro-empresa, también es conservador en cuanto a los déficits gubernamentales y la expansión de la política monetaria.
«Lo último que Europa y Alemania necesitan es un ministro de Finanzas que utilice el puesto como plataforma para impulsar la reputación de su propio partido», denunciaron los economistas Adam Tooze y Joseph E. Stigliz, que tiene un premio Nobel, en el diario Die Zeit. Añadieron que las ideas de Lindner no eran más que «clichés conservadores».
El gobierno cumplirá la promesa del canciller entrante Olaf Scholz de subir el salario mínimo interprofesional a 12€ la hora, decisión que afectará a 10 millones de personas y en especial a los habitantes de las regiones norteñas empobrecidas, entre ellos el valle del Ruhr (donde el SDP tuvo gran éxito electoral).
Sin embargo, la reintroducción de un impuesto a la riqueza -algo que tanto el SDP como los Verdes incluyeron en sus manifiestos electorales- no sobrevivió a los negocios de coalición. El nuevo ministro de finanza, Christian Lindner, que lidera el partido adverso a las deudas FDP, será más obstáculo que impulso a la hora de extender los planes de gasto en nombre de los otros dos partidos.