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El Supremo de EE.UU. se inclina por establecer nuevos límites al aborto

El tribunal ha valorado limitar el aborto a las 15 semanas de gestación o incluso dejar su regulación en manos de los legisladores estatales

Apenas hace dos días el ex vicepresidente republicano Mike Pence predijo que «la marea ha cambiado para el movimiento pro-vida» y que «la vida está ganando en todo Estados Unidos» algo que, al juzgar por los alegatos preliminares de la Suprema Corte de los Estados Unidos, es una realidad. 

Este miércoles, la mayoría de los magistrados de la Suprema Corte de Estados Unidos se mostró a favor de imponer nuevos límites al aborto en el país, pero no aclaró si llegará al punto de derogar el precedente que legalizó -a nivel de derecho federal- esa práctica en 1973.

El precedente legal que ha permitido el aborto en todo Estados Unidos hasta las 24 semanas de gestación es el caso Roe v. Wade fuertemente criticado por los grupos a favor de la vida. El propio ex presidente Pence expresó su esperanza de revertirlo al señalar que «es muy posible que estemos al borde de una era en la que la Corte Suprema envíe a Roe v. Wade al montón de cenizas de la historia a donde pertenece».

Darle el poder a los Estados y no a los magistrados

En las décadas transcurridas desde el caso Roe v. Wade que estableció el aborto como un derecho federal hasta las 24 semanas,  muchos estados y legisladores han aprobado leyes pro-vida y han limitado la financiación gubernamental del aborto. Solo este año, según la organización Susan B. Anthony List, se han presentado casi 500 proyectos de ley pro-vida en todo el país.

La Suprema Corte ha escuchado argumentos en un caso que no se prevé decida antes de la primavera de 2022 y que gira en torno a una ley estatal de Misisipi que prohíbe el aborto a partir de las 15 semanas de gestación, como una forma de limitar el abuso del aborto en un mayor período de tiempo.

Las grandes cuestiones morales de nuestro tiempo las decide una vez más el pueblo a través de sus representantes elegidos [en los Estados] en lugar de jueces no elegidos.Mike Pence, ex vicepresidente de EE.UU.

«Hoy, nos reunimos al borde de lo que podría ser una nueva era en la historia de Estados Unidos. Una era en la que las grandes cuestiones morales de nuestro tiempo las decide una vez más el pueblo a través de sus representantes elegidos en lugar de jueces no elegidos» aseveró Pence en un evento reciente n Washington.  

Los magistrados de tendencia conservadora, formada por seis de los nueve jueces de la Suprema Corte, dio señales de que planea respaldar la legislación estatal de Misisipi, lo que implicaría modificar los parámetros en los que hasta ahora es legal acceder al aborto en Estados Unidos.

¿Un nuevo límite a las 15 semanas?

El juez que preside la corte, John Roberts, opinó que reducir el límite en el que el aborto es legal en Estados Unidos a las 15 semanas de gestación que propone Misisipi «no es una diferencia muy drástica» respecto a la situación actual.

La jurisprudencia fijada desde  1973  legaliza el aborto en Estados Unidos hasta el momento de «viabilidad» del feto fuera del vientre materno, un límite que ahora está en torno a las 23 o 24 semanas de embarazo.

El debate en la audiencia giró en torno a dos posibilidades: la de eliminar ese estándar de «viabilidad» y establecer otro límite para abortar y la de derogar directamente la decisión de 1973, lo que permitiría que cada estado prohíba o permita a nivel estatal la interrupción voluntaria del embarazo.

El estado de Misisipi pidió abiertamente durante la audiencia que los magistrados opten por esa segunda opción, y les pidió que también anulen otro precedente de 1992, conocido como Planned Parenthood versus Casey y que reforzó en el precedente original de 1973.

«(Esas decisiones) no tienen cabida en nuestra historia o nuestras tradiciones. Han dañado el proceso democrático. Envenenan la ley», opinó el procurador general de Misisipi, Scott Stewart.

Las opciones del Supremo

Según reporta EFE, uno de los jueces más conservadores de la corte, Samuel Alito, opinó que «las únicas opciones reales» que tiene el Supremo son mantener en pie la decisión de 1973 o derogarla, una idea que contradice la postura del presidente de la corte, John Roberts.

Roberts expresó su inclinación por encontrar un punto medio y aplicar a nivel nacional el límite para abortar de 15 semanas de gestación que propuso Misisipi, pero no está claro si logrará convencer al resto de los jueces conservadores de que apoyen esa idea.

Mientras, los tres jueces liberales del tribunal advirtieron de que, históricamente, el Supremo no ha derogado sus propios precedentes salvo en situaciones excepcionales y siempre basándose en principios legales, no políticos.

El debate queda abierto, mientras parece que «una era en la que toda la vida humana es, una vez más, apreciada y respetada» como lo dijo Pence se abre pasó en los Estados Unidos.