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Una ilustración del momento en el que Ghislaine Maxwell entra al juzgado para ser juzgada por su colaboración con Jeffrey EpsteinAFP

Ghislaine Maxwell elaboró las normas para los empleados de Epstein: «No ves nada, no oyes nada y no dices nada»

Durante la última sesión del juicio a la socia de Epstein, un exempleado del multimillonario acusó a Maxwell, que se enfrenta a la cadena perpetua, de elaborar las normas de silencio que regían en las propiedades del pedófilo

Ghislaine Maxwell controlaba hasta el más mínimo detalle en la mansión de Jeffrey Epstein en Palm Beach como «dama de la casa», testificó un exempleado el jueves durante el juicio a la británica por tráfico sexual. Maxwell se enfrenta a una pena de cadena perpetua por seis cargos judiciales: incitación a una menor para que viaje y participe en actos sexuales ilegales, transporte de una menor con la intención de participar en actos sexuales ilegales, tráfico sexual de una menor y tres cargos de conspiración, relacionados con todo lo anterior.

Juan Alessi, quien trabajó como administrador de la casa del multimillonario Epstein durante la década de 1990, dijo al jurado en el juicio, que se lleva a cabo en Manhattan, que Maxwell instituyó una cantidad «tremenda» de reglas, incluida la advertencia de evitar el contacto visual con Epstein. «Nunca lo mires a los ojos, mira a otra parte de la habitación y respóndele», dice Alessi, quien trabajaba en la finca de Palm Beach, Florida.

«Recuerde que no ves nada, no escuchas nada, no dices nada, excepto para responder una pregunta que le dirijan a usted», constaba en un manual de instrucciones para el personal, que fue exhibido en la audiencia. Maxwell, como se dijo en el juicio, controlaba al detalle las propiedades de su socio Epstein y la relación con sus empleados. Por ello, es presumible que conociera la existencia de dicho manual o, incluso, que participara en la elaboración del mismo, aunque su implicación en el manual de instrucciones no ha podido probarse.

Un arma en la mesilla de noche

El folleto de 58 páginas estaba fechado después de la partida de Alessi, en 2002, pero el exempleado recordaba haber visto una versión anterior con contenido similar. «NUNCA revele a nadie las actividades o el paradero del señor Epstein o de la señora Maxwell», decía el manual.

Antes de la llegada de Epstein a la mansión, los empleados debían cumplir con una serie de instrucciones, por ejemplo asegurarse de colocar un arma en el cajón de una mesa auxiliar en el dormitorio del financiero fallecido.

Vestida con un conjunto completamente negro, Maxwell, de 59 años, escuchó el testimonio de Alessi durante el proceso en el que se declaró inocente de seis cargos de instigar y transportar a menores para tener relaciones sexuales.

Víctimas adolescentes

Alessi también recordó haber visto a dos niñas que parecían menores de edad, de 14 o 15 años, según dijo, incluida una que testificó a principios de esta semana bajo el seudónimo de «Jane». El exempleado afirmó que conoció a Jane en 1994, cuando ella visitó la finca con su madre. El exempleado de Epstein también relató al jurado que recogió en alguna ocasión a Jane del colegio. 

Esos detalles parecieron corroborar el testimonio de Jane, quien recordaba que un hombre «latinoamericano» la recogió. Alessi es originario de Ecuador.

Alessi también recordó haber visto a Jane abordar un avión en Palm Beach con Epstein, Maxwell y el yorkie terrier de esta última, Max.

Un grupo de mujeres protesta frente al juzgado donde está siendo juzgada Ghislaine Maxwell, la socia de Jeffrey EpsteinAFP

Jane, que ahora es una adulta, detalló al jurado cómo Epstein la sometió a abuso sexual durante años, desde que ella tenía 14. Dijo que Maxwell estaba a menudo presente y a veces participaba en los actos sexuales. La defensa interrogará al exempleado de Epstein el próximo viernes

Los abogados de Maxwell insisten en que su cliente es un chivo expiatorio de Epstein, cuya muerte en prisión en 2019, mientras esperaba el juicio, se consideró un suicidio.