«No quiero guerra, no quiero combatir. Soy una civil, pero quiero estar lista en caso de necesidad», declaró a Efe Marta Yuzrik, una de las muchas voluntarias que se han sumado a las unidades de defensa territorial que se preparan para defender Ucrania ante una eventual invasión rusa. «Estoy casada, tengo tres hijos, diez gatos, dos perros, una gallina y un jardín», se presenta esta licenciada en medicina de 51 años, durante un breve descanso en los entrenamientos militares que tienen lugar en las afueras de Kiev.