La ONU alerta de 164 nuevas muertes de inmigrantes tras dos naufragios en el Mediterráneo

En la última semana, más de 160 personas se han ahogado en dos naufragios distintos cerca de la costa de Libia, según fuentes de las Naciones Unidas. Sus muertes se suman a la crisis migratoria que plaga el mar Mediterráneo, involucrando a cientos de refugiados que buscan alcanzar Europa. 

Safa Msehli, portavoz de la Organización Internacional de la Migración (IOM), cuenta que al menos 102 inmigrantes murieron después de que volcase la embarcación en la que viajaban. Al menos 8 personas fueron rescatadas y devueltas a tierra después de la tragedia.

El segundo naufragio tuvo lugar el sábado. La guardia costera de Libia encontró al menos 62 cadáveres, explica Msehli. El mismo día, la guardia interceptó a un tercer barco de madera con más de 210 refugiados a bordo.

Sus muertes aumentan el total de fallecidos por ahogamiento en la ruta central del Mediterráneo este año a 1.500. En los últimos meses, los cruces y los intentos de viajes desde Libia han incrementado a raíz de una aceleración por parte de las autoridades en la mortífera campaña de captura de refugiados en su capital, Trípoli.

Cerca de 31.500 personas fueron interceptadas y devueltas a Libia en 2021, en comparación con las 11.900 que se estimaron el año pasado, según cifras de la IOM. Por su parte, la agencia de la ONU aclara que 980 migrantes han muerto o desaparecido durante los cruces marítimos.

Libia ha emergido como punto principal de tránsito para las personas huyendo de la guerra y pobreza en África y Oriente Medio, buscando el asilo en Europa o la inmigración ilegal. Mientras tanto, Libia se sumió en el caos después de que un golpe de estado apoyado por la OTAN destituyese y ejecutase a su líder autócrata, Muammar Gaddafi, en 2011.

Las que se benefician principalmente de este caos en la nación libia son las redes de tráfico de humanos, que se dedican a facilitar el transporte y tránsito de migrantes a través del país bajo falsas promesas de un viaje seguro a Europea. Montan a personas desesperadas en frágiles barcos de madera o incluso goma, embarcándolos en un peligroso viaje a través del Mediterráneo a la vez que les cobran precios exorbitantes por la gestión. 

Aquellos interceptados son llevados a centros de detención donde a menudo sufren abusos, trabajos forzosos, violaciones, y torturas. Investigadores enviados por la ONU informaron en octubre que el abuso a los migrantes en Libia podría considerarse un crimen contra la humanidad.