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Santiago Abascal y Viktor OrbanVox

La Internacional Conservadora: el sueño compartido de Viktor Orban y Santiago Abascal

Una alianza política conservadora podría ganar influencia frente al tradicional eje franco-alemán que ha dirigido la UE en las últimas décadas 

A finales de enero, Santiago Abascal será el anfitrión de los conservadores europeos. En una nueva cita que renueva la alianza establecida en Varsovia hace poco tiempo. El partido verde va consolidando una fuerte alianza internacional, en un momento de caída del Partido Popular Europeo (PPE), cuando la principal formación política europea no controla los gobiernos de Francia ni Alemania.

En el actual contexto político, el político español arropa al primer ministro húngaro, Viktor Orban, quien ha establecido amistad con dos destacados políticos europeos, el primer ministro, Mateusz Morawiecki, de Polonia, y el exministro de Interior Matteo Salvini, de Italia. Ambos representan a los partidos políticos de derecha más fuertes de diferentes grupos en el Parlamento Europeo. Identidad y Democracia (ID), y los Conservadores y Reformistas Europeos (ECR). 

ID que dispone de 76 europarlamentarios, de los cuales 29 son italianos de la Liga de Matteo Salvini, y 23 de la Agrupación Nacional de Marine Le Pen; y el ECR con 62 representantes, de los cuales 26 son polacos del PiS (Ley y Justicia), tras la salida por el Brexit de los 19 británicos, y 6 de los Fratelli d´Italia de Giorgia Meloni. La salida de los 13 de Fidesz del Partido Popular Europeo, y su posible conjunción con los dos grupos parlamentarios de derechas, posibilitaría la formación de un enorme grupo parlamentario conservador, que se asentaría como el segundo grupo parlamentario en importancia relegando de su puesto a los socialistas. 

Principios cristianos

La clara evolución del Partido Popular Europeo hacía posturas liberales en moral y economía, abandonando sus principios cristianos y sociales, ha creado la sensación de quedarse sin representación política por parte de muchos millones de ciudadanos europeos. Es el caso de Polonia donde el representante del PPE defiende posturas claramente izquierdistas en lo moral y liberales radicales en lo económico.

La formación de un referente conservador que pudiese servir de casa común a conservadores, nacionalistas y democristianos sería el objetivo final de Viktor Orban, con él como principal elemento director, tras su defensa del modelo de democracia iliberal.

Los puntos programáticos de esa alianza conservadora se basarían en el compromiso atlántico, para no asustar a Estados Unidos y a la OTAN; y la defensa de los valores de la libertad, la dignidad, las raíces cristianas de Europa, la familia y la soberanía nacional; rechazando la censura globalista, todos los totalitarismos sufridos por Europa: el comunismo y el nazismo, la migración ilegal y el antisemitismo.

En definitiva, principios conservadores que fueron defendidos en su momento por el propio PPE en su momento fundacional en el periodo de la Guerra Fría. Un PPE donde el político magiar todavía tiene una gran influencia, recordemos que el 30 de octubre, Viktor Orban fue reelegido como vicepresidente de la Internacional Demócrata de Centro, que reúne a los principales partidos de democristianos del mundo, incluido el PPE.

Sin embargo, la lucha por una Internacional Conservadora tiene antecedentes y su inicio fue español. El Centro Europeo de Documentación e Información (CEDI), que se constituyó en 1952, fue el puente que puso en relación a España con los sectores conservadores de los países europeos occidentales.

Aquel organismo fue valiosísimo para organizar lobbies dentro de Europa y obtener un acuerdo favorable con la Comunidad Económica Europea (CEE). No obstante, con la llegada de la democracia el CEDI dejó de ser visto como un instrumento de interés para nuestra política internacional. Cuando el CEDI desapareció, su hueco fue ocupado en 1983 por la Unión Internacional Demócrata que reunió a 80 partidos políticos conservadores. Dicha internacional fue fundada por la primera ministra del Reino Unido Margaret Thatcher, el presidente de los Estados Unidos Ronald Reagan, el canciller Helmut Kohl y el presidente de Francia Jacques Chirac, pero donde España había perdido su preeminencia.

Formaciones anticomunistas

En el Parlamento Europeo los intentos por configurar grupos de derechas fueron numerosos, pero poco estables por las fuertes diferencias marcadas de sus nacionalismos. Experiencias fallidas fueron la Derecha Europea (GDR), la Unión de la Europa de las Naciones (UEN) o el Grupo de la Europa de la Libertad y la Democracia Directa.

La incorporación en 2004 de los países del antiguo bloque comunista, acrecentaron su representación por el fuerte apoyo social obtenido por las formaciones nacionalistas anticomunistas. Tras las elecciones europeas de 2014, Marine Le Pen comenzó a buscar futuros aliados, alejándose de aquellas formaciones que estuvieran marcadas por un discurso radical de corte racista.

A su vez, los Conservadores y Reformistas (ECR), vertebrados por los tories británicos y los polacos del PiS, también buscaron atraer a nuevos aliados. Otro competidor surgió con Nigel Farage del UKIP (Partido de la Independencia del Reino Unido), quien con el italiano Beppe Grillo del Movimento 5 Stelle formó el Grupo Europa de las Libertades y la Democracia. Tras la marcha de los británicos por el Brexit, los eurodiputados conservadores se reagruparon en los actuales Identidad y Democracia, y Conservadores y Reformistas Europeos.

La salida de la formación de Viktor Orban del grupo parlamentario del PPE proporcionó el posible encaje de un nuevo grupo parlamentario alimentado por la fusión de los dos establecidos a la derecha del PPE, que limarían los discursos extremistas a favor de un nuevo proyecto conservador que obligaría al PPE a retomar su antigua orientación para evitar su desangramiento a favor del nuevo referente.

La posible nueva alianza conservadora que dirigiría Orban tiene como modelo político a seguir el formado por el grupo de Visegrado (Polonia, Hungría, Eslovaquia y República Checa), que es la región que más ha crecido económicamente de la Unión Europea, que ha reducido los niveles de pobreza y que mantiene en cero el número de atentados por terrorismo de origen yihadista con un mayor control de fronteras frente a la inmigración ilegal.

Esta alianza política tendría un mayor poder de influencia en la UE si consiguiese unir a los europeos de la región centro y del sur del continente, para reflejar una nueva alianza de ámbitos geográficos periférico, frente al tradicional eje franco-alemán que ha dirigido la UE en las últimas décadas junto a los países del norte del continente.