El mar Meridional de China, nuevo foco de tensión entre Washington y Pekín
Un nuevo informe del Gobierno de Estados Unidos concluye que las pretensiones de China sobre los territorios marítimos de la región son ilegales
El Departamento de Estado publicó un estudio de 'Límites en los Mares' sobre las reclamaciones marítimas de la República Popular China en el mar Meridional de China. Los estudios Limits in the Seas del Departamento son una serie jurídica y técnica de larga data que examina las reclamaciones y los límites marítimos nacionales y evalúa su coherencia con el derecho internacional.
EE.UU. no tiene una posición oficial sobre quién posee qué elementos del mar, pero mantiene el derecho absoluto de operar en lo que insiste son aguas internacionales.
El estudio más reciente, de la serie Límites en los Mares elaborada por el Departamento de Estado, concluye que China afirma reclamaciones marítimas ilegales en la mayor parte del mar Meridional de China, incluida una reclamación ilegal de derechos históricos.
La principal conclusión del reciente informe señala que «los reclamos de soberanía de China sobre las características marítimas que no cumplen con la definición del derecho internacional de una 'isla' y que se encuentran completamente más allá de un mar territorial legal son incompatibles con el derecho internacional y no son reconocidos por los Estados Unidos y otros Estados.»
Desde 2014, la República Popular China ha seguido reclamando una amplia franja del mar Meridional de China, así como lo que China ha denominado «aguas internas» y «archipiélagos periféricos», todos los cuales son incompatibles con el derecho internacional como se refleja en la Convención sobre el Derecho del Mar de 1982
Con la publicación de este último estudio, Estados Unidos ha realizado un nuevo llamamiento a China para que «ajuste sus reclamaciones marítimas al derecho internacional, tal como se refleja en la Convención sobre el Derecho del Mar, que cumpla con la decisión del tribunal arbitral en su laudo del 12 de julio de 2016, en el Arbitraje del Mar Meridional de China y que cese sus actividades ilegales y coercitivas en el mar Meridional de China».
La reacción de Pekín
China, en respuesta al informe, defendió sus «derechos históricos» sobre prácticamente todo el mar Meridional de China.
El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Wang Wenbin, calificó el informe del Departamento de Estado como un intento de «distorsionar el derecho internacional, confundir al público, sembrar discordia y perturbar la situación regional».
Ante preguntas de la prensa, Wenbin afirmó que «como signatario de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, China observa con seriedad de manera rígida y responsable. Estados Unidos se niega a unirse a la Convención, pero se presenta a sí mismo como el juez. Tergiversa deliberadamente la Convención y adopta dobles raseros por ganancias egoístas. Tal manipulación política es irresponsable y socava el estado de derecho internacional».
Según el diplomático, China disfruta de derechos históricos en el mar de China Meridional afirmando que «la soberanía y derechos e intereses relevantes en el mar Meridional de China se establecieron en el largo curso de la historia y están en línea con la Carta de la ONU y las leyes internacionales».
El laudo es ilegal, nulo y sin efecto. China no lo acepta ni lo reconoce
El diplomático agregó que, la posición de China sobre el llamado arbitraje del mar Meridional de China y el laudo es coherente, clara y firme. «El Tribunal de Arbitraje violó el principio del consentimiento estatal, ejerció su jurisdicción ultra vires y dictó un laudo sin respetar la ley. El laudo es ilegal, nulo y sin efecto. China no lo acepta ni lo reconoce».
Wenbin apuntó que «la situación del mar Meridional de China es generalmente estable» y «Estados Unidos, un país fuera de la región, ha realizado con frecuencia provocaciones y ha abierto brechas entre los países de la región» y finalizó señalando que «China trabajará con los países de la ASEAN (Asociación de las Naciones de Asia Sudoriental) para mantener su compromiso de mantener la paz y la estabilidad en el mar Meridional de China y promover la prosperidad y el desarrollo en la región».
Con este nuevo episodio, el control y la navegación del mar Meridional de China se convierte en el nuevo foco de tensión entre Washington y Pekín ampliando las preocupaciones y amenazas mutuas más allá del Estrecho de Taiwán, que por sí solo ya pone en riesgo la paz y la seguridad de toda la región.