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Donald Trump durante un mítin en Florence (Arizona)AFP

Trump se da un baño de masas y promete que los republicanos volverán a la Casa Blanca en 2024

«Vamos a organizar un regreso como el que nunca antes se ha visto», dijo el expresidente, ante miles de seguidores en Florence (Arizona), en un mitin donde no aclaró si se presentará a las presidenciales

El expresidente estadounidense Donald Trump aireó este sábado sus teorías de la conspiración sobre las elecciones de 2020 y el asalto al Capitolio, en un mítin que sirvió para marcar la pauta de la campaña republicana para los comicios legislativos de noviembre.

En su primer acto político del año, el que fuera presidente entre 2017 y 2021 prometió a sus seguidores que el Partido Republicano ganará las elecciones de medio mandato en noviembre y «recuperará la Casa Blanca» en las de 2024, pero no llegó a precisar si él mismo se presentará a esa última cita con las urnas.

«Vamos a organizar un regreso como el que nunca antes se ha visto», dijo Trump a cientos de sus seguidores en Florence (Arizona) durante un mítin que duró más de hora y media.

El exmandatario se refería a las elecciones legislativas de noviembre, en las que todo apunta a que los republicanos, un partido sobre el que él mantiene todavía un férreo control, retomarán el control de la Cámara Baja y posiblemente del Senado, además de controlar otros muchos cargos estatales.

Su discurso pretendía servir de guion a los candidatos republicanos que quieran ganar en noviembre, pero al mismo tiempo siguió el patrón clásico de los que Trump solía pronunciar durante sus campañas de 2016 y 2020, con los mismos ataques a los inmigrantes o los medios de comunicación que vuelven locos a sus seguidores.

Los «prisioneros políticos» del Capitolio

Trump había prometido exponer en este mítin sus ideas sobre el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021, después de cancelar una rueda de prensa que inicialmente tuvo previsto dar en el primer aniversario de ese ataque protagonizado por una turba de sus simpatizantes, y que finalmente canceló.

Seguidores de Trump durante su mitin en Florence (Arizona)Getty Images via AFP

Lejos de profundizar en lo sucedido ese día, sin embargo, Trump se centró en criticar al comité que investiga los hechos, que tildó de «estalinista», y en alegar que entre la multitud que irrumpió en el Congreso había «informantes del FBI», una teoría que defienden sus seguidores y sobre la que no hay pruebas.

También describió como «prisioneros políticos» a los más de 700 imputados por delitos relacionados con el asalto, que se saldó con cinco muertos y 140 agentes heridos. «Si creemos que son inocentes, deberíamos ayudarles a defenderse», afirmó el exmandatario, que no recibió una respuesta demasiado cálida de la audiencia en ese tramo de su discurso.

Lo que sí entusiasmó a los asistentes fueron sus ataques al presidente estadounidense, Joe Biden, y al Partido Demócrata; así como sus denuncias sin pruebas de que hubo un fraude en las elecciones de 2020, que él perdió. «La verdadera insurrección tuvo lugar el día de las elecciones, el 3 de noviembre», subrayó el mandatario.

Seguidores de Trump defienden en pancartas que no perdió las elecciones a la Casa BlancaGetty Images via AFP

Arizona es uno de los estados clave que Trump perdió por un margen de apenas unos miles de votos en 2020, y no dudó en airear sus teorías conspiranoicas al respecto nada más comenzar el mítin, al asegurar que tuvo «una tremenda victoria» que le «arrebataron» en ese territorio.

«Versión a gran escala de Venezuela»

De ahí pasó a criticar la gestión de Biden, de quien dijo que ha causado más «problemas y más destrucción» en el último año que «cinco presidentes juntos».

«Nos estamos convirtiendo en una versión a gran escala de Venezuela, que hace 20 años era un país muy exitoso y ahora no tienen comida, no tienen agua, todo el mundo se muere, lo gestiona un grupo horrible de asesinos», recalcó.

Trump hizo gala de su nacionalismo con tintes autocráticos, al lamentar que Estados Unidos ya no hable supuestamente de su «grandeza», sus «militares y su poder» como otros países, sino que lo haga del «medio ambiente, la covid-19» y «la raza».

El expresidente fustigó a su sucesor por los problemas en la cadena de suministros y en la inflación, el volumen de contagios causado por la variante ómicron y su intento de forzar a vacunarse a la mayoría de los trabajadores de empresas privadas del país, frenado por el Tribunal Supremo esta semana.

«Demócratas radicales, dejen a nuestros niños tranquilos con su poderoso sistema inmune», clamó Trump, cuyos seguidores son en muchos casos reacios a vacunarse contra el coronavirus.

Sobre la inmigración ilegal

En el plano internacional, dijo que Biden ha «humillado completamente» a Estados Unidos, y que Rusia «no solo está amenazando a Ucrania», sino también «a Cuba y Venezuela», algo que consideró como una «falta de respeto», un problema que, aseguró, nunca existió durante su mandato.

Trump se refería a las declaraciones del viceministro ruso, Serguéi Riabkov, que esta semana no descartó el despliegue de infraestructura militar en Cuba y Venezuela, aunque la Casa Blanca opinó después que esos comentarios podían ser simplemente una «fanfarronada».

También agitó el miedo respecto a la inmigración ilegal, al asegurar de forma hiperbólica que la frontera con México «se ha abolido» y «millones y millones y millones» de indocumentados están entrando en el país, algo falso, puesto que la mayoría de los que llegan son deportados automáticamente.