Putin despliega más tropas en la frontera de Bielorrusia con Ucrania

Rusia «ha perdido la paciencia» con la OTAN, afirma su ministro de asuntos exteriores, Sergei Lavrov. Dicho esto, no renuncia a seguir jugando la carta de la diplomacia. Después de todo, se encuentran en pleno proceso de negociaciones con Estados Unidos y la alianza occidental aunque se resiste a retirar aún su amenaza militar. 

Putin ha recurrido a su fiel compañero de batallas, el bielorruso Lukashenko, para desplegar al Ejército en la frontera que Bielorrusia comparte con Ucrania.

El cerco sobre el territorio ucraniano no cesa de cerrarse. Fuentes del Gobierno bielorruso aseguran que ambos países se han unido para realizar «ejercicios militares en conjunto». Bautizan las prácticas como «Allied Resolve» («Resolución alíada») y las programan para febrero del 2022. La ubicación de estas unidades será en el cinturón de Polonia y Lituania, miembros de la OTAN, y en el flanco sur de Ucrania.

«Establezcamos una fecha exacta, y así nadie nos culpará de desplazar tropas de repente, como si estuviéramos preparando una guerra», ironizó el presidente bielorruso Alexander Lukashenko a sus oficiales militares.

Los movimientos de tropas del Ejército ruso llevan desde diciembre en el punto de mira de la comunidad internacional. La atención surge de una supuesta amenaza de invasión a Ucrania, similar al ataque que les arrebató Crimea en 2014. La crisis ha incitado un rifi-rafe de diálogos entre Occidente y Rusia. Moscú niega que planee ninguna agresión, pero si que está aprovechando el enfrentamiento diplomático para exigir garantías a la OTAN. Una de ellas sería el no incluir a países de la antigua Unión Soviética, como es Ucrania, en la alianza militar.

Por su parte, Lukashenko, que, por su gestión de la crisis migratoria fronteriza del pasado noviembre, y su autoritarismo durante la pandemia se ha convertido en paria a ojos de Europa, explicó que los ejercicios junto a Rusia eran necesarios. Culpa a Ucrania de concentrar tropas cerca de Bielorrusia, y a Polonia y a los países bálticos de posicionar a más de 30.000 soldados junto a sus fronteras.

El Kremlin advirtió por separado que Estonia estaba dispuesta a albergar a más de 5.000 soldados de la OTAN. «Son cosas exactamente como esa las que demuestran que tenemos razones para estar preocupados, y prueban que no somos la razón por la que escalan las tensiones», argumentó Dimitry Peskov, portavoz del Gobierno ruso.

Es cierto que la defensa de Ucrania, débil frente a Rusia, es ahora una prioridad para el bloque occidental. El ministro de Defensa de Reino Unido, Ben Wallace, compartió que enviaría armamento y tropas al país amenazado.

«Ucrania tiene todo el derecho del mundo a defender sus fronteras, y este nuevo paquete de ayudas agudiza su capacidad de hacerlo», declaró Wallace. Se refiere al suministro de misiles anti-tanque de corto alcance que compartirá con ellos, y el pequeño equipo de soldados británicos que los acompañarán. «Seré claro; el apoyo es de carácter defensivo y de corto alcance. No son armas estratégicas y no suponen un peligro para Rusia; su uso es solo para la defensa propia».