El 40 % de las armas incautadas por delitos en Centroamérica proceden de EE.UU.
Los estados de Florida, Texas y California fueron el origen más frecuente de las armas compradas en Estados Unidos que terminaron en Belice, El Salvador, Guatemala y Honduras
Miles de armas de fuego, fabricadas o compradas en los Estados Unidos, terminan siendo utilizadas en delitos en Centroamérica, según un informe publicado por la Oficina de Responsabilidad Gubernamental del Gobierno estadounidense, principal organismo de control del Congreso que actúa a pedido de los comités o subcomités que lo conforman.
Una auditoría de este organismo de control también encontró que aproximadamente la mitad de las armas incautadas fueron contrabandeadas y el resto fue exportado legalmente, pero 'desviado' por los delincuentes.
Los estados de Florida, Texas y California fueron el origen más frecuente de las armas compradas en Estados Unidos que terminaron en Belice, El Salvador, Guatemala y Honduras. Los investigadores de la oficina de control al servicio del Congreso estadounidense examinaron 27.240 solicitudes que esos países centroamericanos presentaron a la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF) del Departamento de Justicia para su rastreo e investigación.
Según la ATF, entre los años 2015 y 2019 (los datos más recientes disponibles) de aproximadamente 27.000 armas de fuego incautadas en delitos y sometidas a rastreo de antecedentes en su oficina, el 40 por ciento era procedente de los EE.UU. y el resto de otros 39 países.
Casi la mitad de las armas de fuego de origen estadounidense probablemente se desviaron del comercio legítimo en esos cuatro países en lugar de salir de contrabando desde los EE.UU.
Las armas de fuego no se fabrican en estos países, sino en EE. UU. y según informes oficiales señalan que los delincuentes pueden obtenerlos a través de mercados ilegales y robos, entre otros medios. Los datos de la ATF muestran que la mayoría de las armas de fuego enviadas para su rastreo eran pistolas.
Si bien es cierto, la mayoría de las armas eran pistolas, también eran de origen estadounidense algunos rifles y una pequeña cantidad de ametralladoras, alrededor del 1,7 % del total.
Las pistolas son la elección preferida de las bandas callejeras como la MS-13 y la Calle 18, que cometen asesinatos y extorsiones en zonas urbanas de los países centroamericanos. Los rifles son más populares entre los traficantes de drogas, que usan armas estilo AR-15 o AK-47 para proteger los cargamentos de drogas, señaló el organismo de control del Congreso.
La relación EE. UU. con Centroamérica
Los cuatro países centroamericanos Belice, El Salvador, Guatemala y Honduras tienen altas tasas de violencia, incluido el homicidio. Según datos del departamento de delincuencia extranjera de los Estados Unidos, la mayoría de los homicidios en esos países se cometen con armas de fuego importadas legal o ilegalmente de otros países.
La violencia y la inseguridad en los países centroamericanos han sido identificadas como factores contribuyentes en la migración hacia la frontera su de los Estados Unidos.
Las naciones centroamericanas son un foco particular de preocupación para la Administración Biden en este momento. La vicepresidenta Kamala Harris, en particular, está tratando de encontrar formas de detener la oleada de inmigrantes ilegales desde la región.
Mientras los migrantes viajan hacia el norte, las armas de origen estadounidense fluyen hacia el sur. Los centroamericanos se dirigen al norte para huir de la violencia ocasionado en parte por las armas de origen estadounidense
La estrategia de Estados Unidos para 2021 pasa por abordar las causas fundamentales de la migración procedente de América Central y ordena a las agencias estadounidenses que aborden la violencia, el crimen y la seguridad en la región.
Funcionarios del Departamento de Estado dijeron al organismo de control del Congreso que «en respuesta a esta estrategia, planean desarrollar nuevos proyectos o modificar proyectos existentes para enfocarse en armas de fuego».
La auditoria del organismo de control del Congreso, precisamente recomendó al Subsecretario para Asuntos del Hemisferio Occidental «obtener información sobre las condiciones en Belice, El Salvador, Guatemala y Honduras para apoyar la planificación y supervisión estatal de los esfuerzos para reducir la disponibilidad de armas de fuego para los delincuentes en esos países».