Macron quiere imponer el aborto como derecho fundamental en la Unión Europea
El presidente de Francia propuso en el Parlamento Europeo equiparar la vacuna contra la COVID-19 con el aborto
El presidente francés, Emmanuel Macron, planteó al Parlamento Europeo este miércoles incluir el aborto en la Carta de Derechos Fundamentales de la Unión Europea, y lo equiparó con la protección del medio ambiente y con la vacuna contra el coronavirus.
En su discurso ante el Parlamento Europeo, reunido esta semana en Estrasburgo en sesión plenaria, Macron presentó los ejes de la presidencia francesa de turno del Consejo de la Unión Europea con tres promesas: fortalecer la democracia, la paz y el progreso.
Abanderado repentino del aborto, Macron defendió que «20 años después de la aprobación de nuestra Carta de Derechos Fundamentales, que consagró la abolición de la pena de muerte en toda la Unión, deseo que podamos actualizar esta Carta. En particular para proteger más explícitamente el medio ambiente y el reconocimiento del derecho al aborto».
Macron en su discurso advirtió contra los riesgos de la democracia y del Estado de derecho ante los ataques de regímenes autoritarios extranjeros. «Somos la generación que vuelve a descubrir la precariedad del Estado de derecho y de los valores democráticos», lamentó.
En ese sentido, anunció que «la presidencia francesa será una presidencia de promoción de los valores que nos hacen europeos y que, a fuerza de verlos como algo ya adquirido, en estos últimos años se han debilitado».
Insistió en que «el fin del Estado de derecho supondría la arbitrariedad, el regreso a los regímenes autoritarios».
«El momento iliberal que vivimos trastorna estas tres promesas, democracia, paz y progreso. Nuestro reto consiste en dar respuesta en profundidad a la refundación de estas promesas», añadió.
Seguridad europea
Sobre la tensión entre Rusia y Ucrania, insistió en que «Europa tiene que construir un orden de seguridad en nuestro continente».
«La seguridad de nuestro continente requiere un remare estratégico de Europa como potencia de paz y equilibrio, en particular en el diálogo con Rusia», explicó. «Este diálogo no es una opción, porque nuestra historia y nuestra geografía son testarudas. Por nosotros, y por Rusia, y para la seguridad de nuestro continente, que no es indivisible, necesitamos este diálogo. Los europeos tenemos que plantear colectivamente nuestras exigencias y estar en condiciones de hacerlo respetar. Un diálogo franco y exigente frente a la desestabilización, las injerencias y las manipulaciones».
El clima, el primer desafió del siglo
En una reiteración de las promesas de su propia campaña electoral en Francia, Emmanuel Macron recordó sus ambiciones de frenar el calentamiento global. Se trata de una lucha que identifica como «promesa del progreso que nos corresponde». Para ello, enfatizó en la necesidad de: «Ajuste del carbono en las fronteras» y aprobar «la primera ley del mundo contra la deforestación».