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Un vehículo pasa junto a la embajada de EE.UU. en La Habana©GTRESONLINE

Síndrome de La Habana

Docenas de casos relacionados con el «Síndrome de La Habana» siguen sin explicación

La CIA descarta en una investigación que el «Síndrome de La Habana» sea un ataque procedente de Rusia o de otro país

Un informe preliminar de la CIA ha concluido que los extraños síntomas padecidos por diplomáticos estadounidenses en diferentes embajadas, conocidos como «Síndrome de La Habana», no son el resultado del ataque de Rusia o de otra potencia extranjera.

El informe, publicado en varios medios de comunicación estadounidenses, señala que la mayor parte de los casos del «Síndrome de La Habana», unos 1.000, se debieron a causas médicas o medioambientales. Sin embargo, la investigación todavía no ha concluido, ya que dos docenas de casos son inexplicables.

El director de la CIA, William J. Burns, afirmó en declaraciones recogidas por The New York Times que los diplomáticos afectados experimentaron síntomas reales y que la CIA está estudiando el asunto «con rigor analítico, competencia y compasión».

Según The New York Times, funcionarios de la CIA explicaron que estas dos docenas de casos sin explicación son los que ofrecen mayores opciones para concluir si los síntomas padecidos por empleados de las embajadas de Estados Unidos en La Habana, Viena y otras ciudades se debió a un ataque de una potencia extranjera.

Los primeros casos del «Síndrome de La Habana» se registraron en la embajada estadounidense en la capital de Cuba en 2016. Varios diplomáticos y empleados de la embajada informaron que comenzaron a encontrarse mal de forma repentina, con mareos, vómitos, fatiga y dolores de cabeza muy fuertes. Algunos aseguraron que antes de comenzar a experimentar los síntomas, escucharon un pitido muy agudo y penetrante.

Las primeras especulaciones señalaron que los misteriosos síntomas podrían deberse a un ataque de microondas que las autoridades estadounidenses definieron como «ataques acústicos» mediante algún tipo de «armamento sónico». Se trata de una tecnología que los expertos de la CIA afirman que Rusia podría haber logrado desarrollar, aunque no hay evidencias que lo demuestren.

El incidente se atribuyó en un primer momento a un ataque del régimen castrista, y fue empleado por Donald Trump como excusa para romper las relaciones diplomáticas con Cuba, restablecidas por Barack Obama en 2014.

El incidente se repitió a menor escala en otras embajadas estadounidenses y volvió a registrarse con fuerza en 2021 en la embajada en Viena. Además de Cuba, Rusia y China también fueron acusadas de estar detrás de los ataques.

Una de las víctimas, un diplomático afectado en el episodio de 2016 en La Habana y que prefiere mantenerse en el anonimato, aseguró a The New York Times que el gobierno cometió un error al presionar al personal de las embajadas a que comunicaran nuevos episodios que pudieran relacionarse con un «ataque sónico».

Eso hizo que muchos funcionarios de las embajadas se sugestionaran y atribuyeran al «Síndrome de La Habana» síntomas de dolencias previas o fenómenos naturales o medioambientales. Al final, los falsos episodios fueron muchos más que los reales, lo que dificultó y retrasó la investigación.