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Una eurodiputada española se enfrenta a Macron y rechaza el aborto como derecho

Isabel Benjumea, eurodiputada española del Partido Popular Europeo, afirmó que la Eurocámara no debe promover el aborto, sino ayudar a las madres y a las familias

La eurodiputada española, Isabel Benjumea, criticó que el presidente francés, Emmanuel Macron, propusiera como prioridad incluir el aborto en la Carta de Derechos Fundamentales de la Unión Europea, en un momento en que Europa padece «la enésima ola de contagios» del coronavirus.

En su intervención en el debate de la sesión plenaria del Parlamento Europeo en Estrasburgo, Benjumea criticó el discurso de Macron ante el Parlamento Europeo para presentar la agenda de la presidencia francesa de turno del Consejo de la Unión Europea.

Macron señaló la necesidad de actualizar la Carta de Derechos Fundamentales 20 años después de su aprobación, «en particular para proteger más explícitamente el medio ambiente y el reconocimiento del derecho al aborto».

En su respuesta, Benjumea lamentó que «mientras los ciudadanos europeos tratan de superar las catastróficas consecuencias de esta pesadilla llamada pandemia, el presidente Macron presenta como propuesta estrella de su presidencia europea la inclusión del aborto en la Carta de Derechos Fundamentales de la UE».

La de Benjumea fue una de las pocas voces discordantes en el Parlamento Europeo en medio de una mayoría de discursos de aprobación de la propuesta del presidente francés.

Benjumea también criticó el debate impulsado por el grupo socialdemócrata en el parlamento Europeo sobre el «derecho a la interrupción voluntaria del embarazo».

«Mientras Europa sufre la enésima ola de contagios, el Parlamento Europeo, a propuesta del grupo socialista, dedica el primer debate del año al aborto», criticó Benjumea. «Este Parlamento comete una enorme irresponsabilidad confundiendo nuestras prioridades y no estando a la altura del momento histórico que nos ha tocado vivir», añadió.

La eurodiputada popular insistió en que «el aborto no es una prioridad ni una conquista ni una celebración. Y por encima de todo, el aborto no es un derecho. El aborto implica la pérdida de una vida y, por lo tanto, el aborto es un fracaso no solo para la mujer sino para todos nosotros como sociedad».

Además, subrayó que, en vez de promover el aborto, «todos los esfuerzos de las instituciones europeas debieran enfocarse en ayudar a las familias, a las madres. En ayudar a esa mujer embarazada que se encuentra en una situación extrema: con acompañamiento, con ayudas, con formación, con empleo, con perspectivas de futuro».

Frente a aquellos que defienden a la mujer, argumentó Benjumea, «están los que animan a las mujeres en uno de los momentos más vulnerables de su vida a optar por la vía fácil, para luego lavarse las manos y dejarlas a su suerte».

«Los mismos que en vez de alegrarse por que la nueva presidenta de este Parlamento sea una mujer (Roberta Metsola), la intentan deslegitimar por defender la vida y la maternidad», criticó.

Además de Benjumea, rechazaron la propuesta de Macron la eurodiputada polaca Jadwiga Wiśniewska, del grupo de los Conservadores y Reformistas, que afirmó que «del derecho a la vida derivan los demás derechos».