Un diputado tory pide a sus compañeros que denuncien a la Policía el «chantaje» de Downing Street
William Wragg exige la dimisión de Johnson
El escándalo de las fiestas en el 10 de Downing Street, lejos de apaciguarse, cobra mayor dimensión cada día que pasa. El diputado conservador William Wragg denunció en el Parlamento que «empleados de la oficina del primer ministro, asesores, ministros del Gobierno y otros» someten a «chantaje» y «amenazan» a sus compañeros de filas que exigen la dimisión de Boris Johnson por la secuencia de fiestas en el 10 Street.
«Me han dicho, personalmente, que han recibido presiones e intimidaciones» de todos los mencionados. Entre otras, «amenazas con filtrar a los medios de comunicación historias para difamarles». Esta conducta, insistió Wragg, resulta «inaceptable». El «chantaje, es un asunto muy serio. Mi consejo es que lo denuncien al portavoz de la Cámara de los Comunes y al jefe de la Policía».
El diputado realizó esta declaración en la reunión del Comité de Administración Pública y Asuntos Constitucionales que él preside. Nunca antes, reconoció, haber asistido a semejante «ruptura de códigos de conducta» como la que se vive estos días.
El portavoz del primer ministro salió al paso de sus acusaciones y negó los hechos. «Si hay alguna evidencia de que respalde esas acusaciones, la analizaremos con mucha atención». Por su pate el presidente de los Comunes, sir Lindsay Hoyle, pidió a los afectados que le escribiesen y derivó la investigación del caso a la Policía y a los fiscales para que determinen si se han cometido delitos.
Los conservadores están recopiando firmas para forzar la dimisión de Boris Johnso. Necesitan 54 votos para convocar nuevas elecciones internas. Johnson se resiste a abandonar su puesto e incluso ha llegado a decir que si le expulsan se volverá a presentar.