Fundado en 1910

Estatua del expresidente Theodore Roosevelt a cabllo escoltado por un indio y un negro, frente al Museo de Historia Natural de Nueva YorkEFE

El revisionismo histórico y la ola de la «cancelación»

Nueva York retira finalmente la polémica estatua de Roosevelt, acusado de racista

La estatua del presidente, que llevaba varios meses encerrada en unos andamios cubiertos con tela en el Museo de Historia Natural neoyorquino, ha sido finalmente desmantelada

El revisionismo histórico de la izquierda ha tumbado una de las estatuas más controvertidas de la ciudad de Nueva York, la del expresidente Theodore Roosevelt (1901-1909) a caballo por encima de un negro y un indio. La escultura acaba de salir estos últimos días con toda discreción de la majestuosa fachada del Museo de Historia Natural. La iniciativa del museo pone así fin a otro debate más sobre la memoria que la ciudad debe a algunos de sus próceres.

La estatua, que llevaba varios meses encerrada en unos andamios cubiertos con tela, fue finalmente desmantelada la noche del pasado 20 de enero. Un representante del Museo de Historia Natural neoyorquino explicó que el proceso fue «realizado con especialistas en conservación histórica» y que culminará en una restauración integral del lugar donde se levantaba, un enorme pedestal frente al popular parque de Central Park.

Su destino final será la Biblioteca Presidencial Theodore Roosevelt en Dakota del Norte, y aunque esta institución no abrirá hasta 2026, la presión para la retirada de la estatua se convirtió en insostenible. Una polémica que se ha vuelto violenta sobre todo después del movimiento Black Lives Matter, que propició un debate nacional sobre los símbolos públicos y tiró literalmente al suelo multitud de esculturas, desde Cristóbal Colón hasta generales confederados.

Estatuas señaladas

Estatua del expresidente Theodore Roosevelt a cabllo escoltado por un indio y un negro, frente al Museo de Historia Natural de Nueva YorkEFE

La polémica estatua, erigida en 1940, mostraba a Roosevelt a caballo, flanqueado por dos figuras a pie por debajo de él: un nativo indio ataviado con plumas y una capa y un negro desnudo, ambos anónimos, representando sencillamente a sus respectivas razas. «La estatua misma transmite un mensaje de jerarquía racial que el Museo y miembros del público han encontrado perturbadora», reconocía recientemente el museo, un lugar que en 2018 tuvo más de cuatro millones de visitantes. Los detractores de la ola revisionista recuerdan que las piezas históricas no pueden sacarse de su contexto y que no se puede interpretar el pasado exclusivamente con la óptica del tiempo presente.

«Es la narrativa de un hombre que domestica: domestica al caballo, pero también al nativo americano y al negro africano», comentaba la profesora de Estudios Africanos de la Universidad de Columbia en un vídeo producido por el mismo museo.

La Alcaldía de Nueva York ya había emprendido en 2017 un debate sobre las estatuas más controvertidas de la ciudad, y fue entonces cuando el museo organizó una exposición titulada 'Hablemos de la estatua'. Además, produjo un vídeo donde historiadores de una y otra tendencia opinaban sobre la conveniencia de suprimir la escultura o dejarla como testigo de una época.

Finalmente, y durante estos últimos cuatro años, el museo colocó bajo la estatua una placa donde, en un difícil ejercicio de corrección política, se decía que en esa escultura «unos ven un grupo heroico; otros, un símbolo de jerarquía racial». Algunos de estos últimos vandalizaron en varias ocasiones la estatua con pintura.

Un gran presidente

El monumento a los expresidentes G. Washington, T. Jefferson, T. Roosevelt y A. Lincoln en el Monte Rushmore, Dakota del SurEFE

Teddy Roosevelt, como se le conocía popularmente, aparece siempre dentro del grupo de «los mejores presidentes de Estados Unidos», ya sea por consideración popular o de los historiadores. De hecho, Roosevelt es uno de los cuatro padres de la patria, junto a Abraham Lincoln, George Washington y Thomas Jefferson, cuyos bustos están tallados en tamaño gigante en la roca del Monte Rushmore.

A él se le deben, entre otras cosas, la creación de los parques nacionales en Estados Unidos y el impulso de una política conservacionista que explica que fue su imagen la que presidía el Museo de Historia Natural, famoso por sus esqueletos de dinosaurios, sus animales salvajes disecados o su planetario.

Pero una personalidad impetuosa como fue Roosevelt era también un convencido racista, autor de frases hoy inconcebibles. De los indios americanos decía: «No voy a decir que el indio bueno es el indio muerto, pero creo que eso valdría para nueve de cada diez, y no indagaría mucho sobre el décimo. El cowboy más depravado tiene más altura moral que el indio medio». De los negros escribió que «como raza en conjunto, son inferiores a los blancos», y a un senador le dijo que «la mayoría de los negros del sur son inhábiles para el sufragio», y darles derecho a voto «rebajaría partes del sur al nivel de Haití». No puede decirse que la estatua no reflejara cabalmente el hombre que Roosevelt fue, pero en 2022 esa imagen se hacía insostenible.

El museo ha optado finalmente por retirar la estatua, pero se comprometió en su mensaje a que su antiguo emplazamiento «continúe siendo el lugar del memorial oficial a Theodore Roosevelt».

En el lugar donde estaba la estatua, hoy un friso recorre la plaza vacía. Sobre el friso puede leerse todavía esta descripción de aquel presidente: Hombre de estado - Autor - Historiador - Humanitario - Soldado - Patriota.