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Militares ucranianos en tareas de vigilancia en el frente del Donbás

Militares ucranianos realizan tareas de vigilancia en el frente del DonbásAFP

Estos son los planes de Rusia para invadir Ucrania en un ataque relámpago

Rusia plantea varios escenarios, incluso no descarta anexionarse todo el país para formar un nuevo gran Estado eslavo

Un ataque relámpago por el norte, por el centro o por el sur. O por los tres flancos a la vez. La pinza que Rusia ha hecho a Ucrania de cara a una posible invasión es aterradora, y dejaría muy pocas opciones al Gobierno de Kiev para poder detener el avance de las tropas rusas.

En un reciente informe del Center for Strategic & International Studies (CSIS), el investigador Seth Jones plantea tres posibles escenarios de invasión: por el norte desde Rusia y Bielorrusia, en un ataque que buscaría rodear las defensas ucranianas alrededor de Kiev. Por el centro, avanzando hacia el oeste de Ucrania. O desde el sur, desde la anexionada península de Crimea.

Ruta norte

El avance de las tropas rusas hacia Kiev en la ruta norte podría darse por dos flancos. El primero desde la ciudad rusa de Novye Yurkovichi, avanzaría hacia la localidad ucraniana de Chernihiv desde donde accedería a Kiev.

Un segundo flanco avanzaría desde la ciudad rusa de Troebortnoe, se introduciría en Ucrania por la ciudad de Konotop y tomaría la ciudad de Nizhyn antes de llegar a Kiev.

Un tercer flanco podría abrirse desde Bielorrusia desde la localidad de Mazur, tomaría posiciones desde Korosten, ya en Ucrania, y completaría la tenaza sobre Kiev junto con las tropas procedentes de las fronteras rusas.

Posiciones de las tropas rusas en las fronteras con Ucrania

Posiciones de las tropas rusas en las fronteras con Ucrania

Ruta central

El Ejército ruso también podría abrir tres rutas desde la zona central. Una primera ruta desde la posición rusa de Belgorod, se introduciría en Ucrania por Polatava y Kremenchuk. Una segunda ruta saldría desde Donetsk, una de las repúblicas del Donbás autoproclamadas independientes. Desde allí, los soldados rusos alcanzarían las ciudades de Dnipro y Zaporizhzhia. Por último, la ruta central podría avanzar desde Rusia sobre la ciudad portuaria de Mariupol, continuar por Berdyansk y, desde allí sumarse a las tropas procedentes de la ruta sur desde Crimea en Melitopol.

Ruta sur

El istmo de Perekop, que une a la península de Crimea, anexionada por Rusia en 2014, con Ucrania, podría ser el acceso de las tropas rusas en la ruta sur. Desde allí, los soldados rusos alcanzarían con facilidad Kherson, por un lado, y, por otro, Mariupol, en un avance por dos flancos. La maniobra, junto con la ruta central, permitiría a Rusia bloquear el acceso de Ucrania al estratégico mar de Azov.

Posibles rutas de invasión de las tropas rusas a Ucrania

Posibles rutas de invasión de las tropas rusas a Ucrania

Objetivos del Kremlin

Según el informe del CSIS, el Kremlin buscaría con esta operación militar poner fin a la expansión de la OTAN, revertir las expansiones precedentes y forzar a Estados Unidos a retirar sus armas nucleares en Europa y de su zona de influencia.

Sin embargo, para Seth Jones, Putin podría conformarse con menos. El principal objetivo de Rusia es asegurarse que ni Bielorrusia, ni Ucrania, ni Georgia se integrarán nunca en un bloque militar o económico que escape del control de Moscú.

Para lograr su objetivo, Rusia pretende debilitar o incluso derrocar al Gobierno proeuropeo de Kiev y sustituirlo por uno afín a los intereses rusos. En la búsqueda de ese objetivo, la propaganda rusa ha retratado a Ucrania como un Estado neonazi, cuya ocupación y destrucción estaría justificada.

Imágenes de satélite de Maxar Technologies muestran la enorme concentración de tropas rusas

Imágenes de satélite de Maxar Technologies muestran la enorme concentración de tropas rusasAFP

Los estrategas del Kremlin se plantean tres escenarios. En el primero prevé la posibilidad de algún tipo de compromiso de la OTAN que dé respuesta a las exigencias rusas. En ese caso, Rusia podría retirar parte de las tropas estacionadas junto a la frontera ucraniana sin dejar de prestar ayuda a los separatistas prorrusos del Donbás.

En caso de que las negociaciones con la OTAN sigan estancadas, Rusia podría enviar una «misión de paz» al Donbás, con tropas rusas que se mantendrían en las autoproclamadas repúblicas independientes del Donetsk y Lugansk hasta que concluyan con éxito para Rusia las conversaciones de paz.

Los siguientes escenarios todos implican una invasión masiva de Ucrania. En el tercer escenario, Rusia ocuparía el territorio ucraniano hasta el río Dnepr para usarlo como «rehén» en las negociaciones. Incluso podría anexionarse definitivamente ese territorio junto con el Donbás.

En el cuarto escenario, la anexión rusa podría ampliarse hacia el oeste hasta la ciudad de Odesa y conectar Rusia con la región independentista de Transdniestria y cerrar a Ucrania el acceso al mar Negro.

El escenario quinto sería similar al cuarto, pero se limitaría sólo a la franja de costa que va desde Rusia hasta Transdniestria, alcanzando el objetivo de garantizar el suministro de agua dulce a Crimea, bloquear a Ucrania el acceso al mar, anexionarse los estratégicos puertos de Mariupol, Kherson y Odessa y evitar llevar la guerra a Kiev, donde Rusia no lo tendría tan fácil para lograr el control.

El último escenario sería el más extremo e implicaría la guerra total. Supondría ocupar y anexionarse toda Ucrania y formar, junto con Bielorrusia, un nuevo Estado eslavo que llevaría la frontera de una gigantesca Rusia al mismo corazón de Europa.

Ataque improbable

Según el experto en Relaciones Internacionales y Asuntos Globales, Mariano Caucino, «Ucrania es el escenario de un conflicto de largo alcance entre Rusia y Occidente que tiene como mayor expresión la expansión de la OTAN a lo largo de países que integraban el Pacto de Varsovia y las repúblicas del Báltico».

Es improbable un ataque, pero las crisis pueden escalar por un incidente o por un error de cálculoMariano Caucino, experto en Relaciones Internacionales

Esa expansión «no pudo hacerse sin dañar necesariamente los intereses de seguridad rusos. La pretensión de ampliar la OTAN a Ucrania y a Georgia ofrece una perspectiva inaceptable para Rusia. De modo que mientras en Occidente se ve una amenaza rusa, en Rusia se percibe una amenaza de Occidente sobre su frontera».

Insiste en que «es improbable un ataque, pero las crisis pueden escalar por un incidente o por un error de cálculo. Ese es el riesgo. Uno puede determinar cómo comienza una crisis, pero no dónde termina. Es altamente probable que si los gobernantes de 1914 hubieran podido conocer cómo iba a terminar Europa y el mundo en 1918, no se habrían lanzado a la guerra».

En cualquier caso, duda que esta crisis pueda costarle el cargo a Putin si Rusia fracasa en el pulso. «No lo imagino. Me cuesta pensarlo porque Putin y el liderazgo ruso no son improvisados. A uno pueden gustarle o no, pero no se puede desconocer que Putin es un hombre que lidera el tercer país más importante del mundo –los dos primeros son los Estados Unidos y China– desde hace más de dos décadas».

«El hecho de que provenga del aparato de seguridad e inteligencia, los llamados siloviki, es algo que normalmente se percibe de forma negativa en Occidente, pero, en rigor ese cuerpo es el más cualificado dentro de Rusia. Ya en tiempos de la Unión Soviética los miembros del aparato de Inteligencia eran los que más conocían la realidad interna y externa de un país que pretendía ser hermético y, por lo tanto, eran los que mejor conocían las debilidades del sistema comunista», concluyó. 

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