Una reyerta entre pandillas latinas destapa la crisis del sistema penitenciario de EE.UU.

El sistema penitenciario federal de los Estados Unidos declaró un «confinamiento nacional» (clausura temporal) después de que este lunes dos reclusos murieran y otros dos resultaran heridos durante una reyerta entre pandillas latinas en una penitenciaría federal en Texas.

El sangriento incidente ocurrió en USP Beaumont, una prisión federal en Texas que alberga a 1.372 reclusos varones. Los miembros de la violenta pandilla callejera MS-13 estuvieron involucrados en la trifulca, según dijeron dos personas bajo condición de anonimato a Associated Press.

La Oficina Federal de Prisiones dio a conocer que los oficiales de la prisión de Texas observaron a varios reclusos peleando y respondieron para asegurar el área. Dos reclusos, Andrew Pineda, de 34 años, y Guillermo Riojas, de 54, fueron declarados muertos en un hospital local después del ataque. Otros dos presos resultaron heridos y fueron trasladados a hospitales cercanos para recibir atención médica de urgencia.

Pineda había sido sentenciado a más de seis años de prisión por un cargo de extorsión y estaba recluido en la prisión desde febrero. 

Pineda fue descrito en documentos judiciales como miembro de la pandilla carcelaria conocida como la Mafia Mexicana. Mientras estaba preso en una cárcel del condado de Los Ángeles en 2015, Pineda cumplió órdenes de agredir a los presos que le faltaron el respeto a la pandilla, dijeron los fiscales.

Riojas,  mientras tanto, cumplía una sentencia de 38 años por robo de auto e interferencia con el comercio interestatal y estuvo involucrado en apuñalamientos en una penitenciaría federal en Pensilvania en 1996 y en una penitenciaría federal en Colorado en 2007.

¿Qué implica el confinamiento carcelario?

El confinamiento, que se estableció en más de 120 prisiones federales de EE. UU., fue provocado por temores de posibles represalias y la preocupación de que la violencia pudiera extenderse a otras instalaciones.

Durante este confinamiento a nivel nacional, los reclusos se mantendrán en sus celdas la mayor parte del día y se cancelan las visitas. Debido a un aumento en los casos de coronavirus en las prisiones federales, ya se han cancelado las visitas sociales en casi todas las instalaciones.

Anticipamos que esta medida de seguridad será de corta duraciónOficina de Prisiones de los Estados Unidos

«Con mucha precaución, la Oficina Federal de Prisiones está asegurando nuestras instalaciones como una medida temporal para garantizar el buen orden de nuestras instituciones», declaró Kristie Breshears, portavoz de la oficina, en un comunicado recogido por el New York Times.

La aplicación de una medida de este tipo es inusual. La agencia implementó la medida en abril de 2020 cuando los casos de coronavirus comenzaron a dispararse en las cárceles de todo el país, nuevamente después de la insurrección en el Capitolio de EE. UU. el 6 de enero de 2021 y poco antes de la toma de posesión del presidente Joe Biden ese mismo mes.

Último episodio de violencia

La reyerta de este lunes es solo el último ejemplo de violencia grave dentro del sistema federal de prisiones que ha enfrentado varios problemas en los últimos años, incluida la escasez generalizada de personal, la corrupción de los empleados y una serie de fugas y muertes.

En noviembre de 2007, dos reclusos de Beaumont mataron a puñaladas a otro recluso en la unidad de vivienda especial de la penitenciaría después de que se liberaron de las esposas, apuñalaron a dos oficiales correccionales que los escoltaban a sus celdas y robaron las llaves de la celda. Fueron declarados culpables y condenados a muerte.

En febrero de 2008, otro recluso de la misma prisión fue estrangulado hasta la muerte en su celda por otros dos reclusos, uno de ellos cofundador de la pandilla carcelaria Dead Man Incorporated.

El Departamento de Justicia anunció a principios de este mes que el director de la Oficina Federal de Prisiones, Michael Carvajal, renunciaría a su cargo en medio de críticas a su gestión y tras los informes de Associated Press que descubrieron corrupción generalizada, mala conducta de los funcionarios y otros problemas en la agencia.