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Otro golpe para Johnson: dimiten cuatro altos cargos de Downing Street

Una de ellos, Munira Mirza, llevaba junto a Johnson más de una década, y señala su decepción con el premier

Tras semanas en el eje de una crisis doméstica en Reino Unido, el Número 10 de Downing Street se está vaciando; el primer ministro Boris Johnson ha perdido a cuatro altos cargos, que han dimitido con motivo de la creciente ruina reputacional de su líder. Mientras tanto, más de la mitad del público inglés, y un tercio de los votantes Conservadores, quieren que Johnson sea el próximo en dimitir y abandonar Downing Street.

La primera en presentar su dimisión fue Munira Mirza, jefa de la unidad política del despacho presidencial. Citó el «grosero» ataque de Boris Johnson a su rival Keir Starmer, líder laborista, en la Cámara de los Comunes. Durante la sesión a principios de esta semana, el primer ministro culpó a Starmer de «perder el tiempo investigando a periodistas, en vez de [al agresor sexual] Jimmy Savile» entre 2008 y 2013, cuando el Laborista era director de enjuiciamientos públicos.

El primer ministro se disculpó por el ataque y retiró la «calumnia», pero Mirza dimitió de todas formas, y alegó que Johnson «se estaba fallando a si mismo». Su abdicación ha sido el golpe más duro para el premier, que una vez la describió como «una de las mujeres más influyentes de [su] vida». Mirza llevaba junto a Johnson desde 2008, cuando era alcalde de Londres.

También se han ido Dan Rosenfield, jefe de personal del premier, y Martin Reynolds, su secretario privado, responsable de enviar la infame invitación a la fiesta del jardín de Downing Street a 100 personas. Según explicaron, abandonaron sus puestos «por consenso mutuo», como parte de una limpia de altos cargos en la residencia del primer ministro tras el escándalo de las fiestas. Jack Doyle, director de comunicaciones de Johnson, fue el cuarto oficial en dimitir. Alegó que «las últimas semanas habían supuesto una terrible presión en [su] vida familiar».

«Parece el final, todo se está deshaciendo», comentó un oficial del Gobierno británico al periódico The Times, mientras que otro plasmaba la situación en términos más claros: «Desde mi punto de vista, hay un 50% de probabilidad de que se quede, y otro 50% de que se vaya. Es difícil de predecir».

La dimisión de Boris Johnson podría forzarse en el seno de su propio Partido Conservador. 14 diputados ya han formalizado sus votos de «no confianza» con el Comité de 1922, mecanismo integral del partido que rige las elecciones de un nuevo líder. Si la cifra aumenta a 54 votos, el Comité forzará un voto que podría provocar la expulsión del primer ministro.

Una mayoría del partido espera a que concluya la investigación de la Policía Metropolitana, encargada de diagnosticar un posible delito en las fiestas de Downing Street. Muchos aguardan también al informe completo de la alta funcionaria Sue Gray; pudo publicarse parcialmente la semana pasada, y critica duramente los «fracasos de liderazgo» y el «excesivo consumo de alcohol» en la residencia del primer ministro.