Los secretos del Air Force One, el avión del presidente de los Estados Unidos
El interior del avión presidencial está reconfigurado para facilitar las tareas presidenciales. La zona inferior sirve como almacenaje y el área principal de pasajeros está localizada en el segundo piso
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Air Force One (AF1) es el indicativo que el control del tráfico aéreo da a cualquier avión de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos (USAF) que transporta al presidente de los Estados Unidos (Potus por sus siglas en inglés). También reciben ese calificativo dos aeronaves concretas, específicas para llevar a Potus a bordo.
La estética del aparato la inició el presidente John F. Kennedy cuando encargó al diseñador Raymond Loewy el distintivo exterior para el avión, puso al fuselaje las palabras «United States of America» y la bandera de las barras y estrellas a la cola. Kennedy hizo añadir el Sello Presidencial de los Estados Unidos a ambos lados del morro.
El avión SAM 27000 fue la aeronave presidencial principal que sirvió a más presidentes que cualquier otra. Entró en servicio bajo la administración de Nixon y luego sirvió a Gerald R. Ford, Jimmy Carter, Ronald Reagan y George H. W. Bush hasta su reemplazo, en 1990, por dos Boeing 747-200B específicamente configurados. Van numerados en la cola, como 28000 y 29000, con la designación VC-25A.
El VC-25A es capaz de volar 12.600 km antes de repostar en vuelo. Dispone de espacio para 70 pasajeros, es el único VC-25A del mundo con piloto, copiloto, jefe de Mando y jefe de Radares.
Los cuidados y mantenimiento de las aeronaves AF1 están a cargo del Grupo de Transporte Aéreo Presidencial del 89º Ala Aerotransportada de la USAF, con base en Andrews, Maryland. Allí disponen de 80 pilotos para volar el AF1, que suelen ser altos mandos de la Fuerza Aérea.
85 télefonos y 19 televisores
Los Air Force One se distinguen de los Boeing 747 ordinarios en tamaño, características y en medidas de seguridad. Su interior está reconfigurado para facilitar las tareas presidenciales. La zona inferior sirve principalmente como espacio de carga, llevando el equipaje y los alimentos. El área principal de pasajeros está localizada en el segundo piso y el equipo de comunicaciones y la cabina se encuentran encima. El AF1 tiene tres accesos. Normalmente, el presidente usa la puerta que da a la cubierta central y baja por una escalerilla. Los periodistas entran por la puerta trasera y les instalan en el equivalente a la primera clase de un avión comercial.
El presidente y sus acompañantes disfrutan de 371,6 metros cuadrados de espacio interior. La suite presidencial contiene una espaciosa oficina, un baño, un salón de conferencias, a las que se añaden un vestidor y un gimnasio. Estas habitaciones, incluyendo la alcoba presidencial, con dos sofás-camas, están principalmente situadas a estribor. Por ello, cuando aterriza el AF1 lo hace siempre con el lado izquierdo de la nave hacia el público como medida de seguridad.
Las oficinas disponen de reprografía, programas informáticos, Internet de banda ancha, redes móviles, así como sistemas de telecomunicación, incluyendo 85 teléfonos (blancos para comunicaciones ordinarias y negros para las confidenciales) y 19 televisores. Todas las comunicaciones, incluso entre los tripulantes, se monitorizan desde un centro de mando que verifica la ausencia de interferencias.
También dispone de un espacio médico, preparado para quirófano de operaciones. Siempre hay un doctor a bordo, con suministros sanitarios y una farmacia bien provista.
El avión tiene dos áreas de preparación de comida y puede alimentar a cien personas a la vez. La mayoría de los muebles a bordo han sido fabricados a medida.
El Air Force One dispone de habitaciones para los acompañantes del presidente, incluyendo asesores, miembros del servicio secreto, invitados y personalidades. Es habitual que al AF1 le preceden aeronaves que transportan los vehículos necesarios y otras facilidades.
Estrictas medidas de seguridad
Los equipos electrónicos están blindados para proteger el aparato contra pulsos electromagnéticos. El avión está equipado con comunicaciones seguras avanzadas, permitiendo que la aeronave funcione como un centro de mando móvil en caso de ataque contra Estados Unidos.
Después del 11 de septiembre del 2001 el AF1 es el centro de gobierno de ese país mientras Potus esté en la aeronave. Las modificaciones operacionales incluyen el reabastecimiento en vuelo y medidas contra misiles antiaéreos. La electrónica a bordo está conectada con aproximadamente 383 km de cable, el doble que un 747 regular. Todos los cables están cubiertos por un escudo que los protege de los ataques de pulso electromagnético en caso de una agresión nuclear. Los aviones además poseen contramedidas electrónicas (ECMs) para interferir los radares enemigos y bengalas para confundir a los misiles térmicos. Muchas de las características del Air Force One son secretas por seguridad.
Durante los atentados del 11-S de 2001, el presidente George W. Bush estuvo casi todo el día volando en el AF1 para evitar ser localizado sin emitir comunicaciones para impedir que localizaran la señal. A salvo pero sin mando.
Futuro remplazo
La movilidad aérea de la USAF contempló reemplazar los VC25 por el Boeing 747-8 como próximo avión presidencial. El 6 de diciembre de 2016, el presidente Donald Trump rechazó ese relevo por oneroso cuando la Oficina de Cuentas de su Gobierno estimó el costo total en 3,2 mil millones de dólares, cuando, de hecho, ese modelo le cuesta 378,5 millones de dólares a cualquier aerolínea.
En vuelos nacionales, cuando los aeropuertos son demasiado pequeños para el VC-25, el presidente usa un Boeing C-32.
Antecedentes
La primera aeronave designada oficialmente para un vuelo presidencial fue el C-87A Liberator Express, un bombardero B-24 reconfigurado. Franklin D. Roosevelt dejó de usarlo después de que otro C-87A se estrellara. El Servicio Secreto remodeló un C-54 Skymaster como reemplazo, apodado «Vaca sagrada», e incluía un área para dormir, radioteléfono y un ascensor para la silla de ruedas de Roosevelt. Transportó al Roosevelt a la Conferencia de Yalta.
El presidente Harry S. Truman usó una modificación del C-118 Liftmaster, bautizada como «Independence».
El indicativo de AF1 fue establecido durante la administración de Dwight D. Eisenhower que usó dos Lockheed C-121 Constellation (VC-121E). Eisenhower ordenó instalar un teléfono aire-tierra y un teletipo. En 1958, la Fuerza Aérea añadió dos jet Boeing 707 a la flota.
Lyndon B. Johnson se convirtió en el único presidente que juró el cargo en el Air Force One tras el asesinato de John F. Kennedy.
United Airlines es la única aerolínea comercial que ha operado Executive One, el distintivo de llamada adjudicado a un vuelo civil con Potus embarcado. En 1973, el presidente Nixon y su familia volaron como pasajeros comerciales en un United DC-10 desde Washington a Los Ángeles para ahorrar gastos.
Los viejos Air Force One
Las aeronaves que sirvieron como AF1 se exhiben en el Museo Nacional de la USAF en la Base Aérea Wright-Patterson en Ohio: Vaca Sagrada, Independence, Columbine III, SAM 26000, y pequeños aviones presidenciales; así como en el Museo del Vuelo en Seattle, Washington (anterior VC-137B). El Boeing 707 que sirvió como AF1 en los años 1980 está en la Biblioteca Presidencial de Ronald Reagan. Un Douglas VC-118A Liftmaster utilizado por John F. Kennedy se expone en el Pima Air & Space Museum en Tucson, Arizona.
Esos sí eran altos vuelos.