EE.UU. rescata las «cartas de amor» entre Kim Jong-un y Donald Trump
El ex presidente de EE.UU., obligado a devolver 15 cajas con documentos de la Casa Blanca que se había llevado a su residencia de Palm Beach
El ex presidente de Estados Unidos, Donald Trump, nunca ocultó su emoción por la correspondencia que mantenía con el líder norcoreano, Kim Jong-un. Trump definió aquellas cartas como «cartas de amor» e incluso fue más allá: «Me escribió cartas hermosas, cartas geniales. Nos enamoramos», afirmó en un discurso en 2018.
Al abandonar la presidencia de Estados Unidos en enero de 2021, Donald Trump se llevó de forma irregular esas cartas junto con 15 cajas de archivos de la Casa Blanca a su residencia de Mar-a-Lago, en Palm Beach, Florida.
Los Archivos Nacionales de Estados Unidos recuperaron el mes pasado todo ese material tras negociar con Trump, según publica The Washington Post.
Entre los materiales que se llevó el ex presidente, y que ahora han recuperado los Archivos Nacionales, figuraba también una carta escrita a mano que le dejó en el Despacho Oval el presidente Barack Obama al ceder el testigo de la presidencia.
Según dos fuentes citadas por The Washington Post, las 15 cajas devueltas por Trump contienen, además de las «cartas de amor» con Kim Jong-un, recuerdos del ex presidente, regalos y otras cartas y correspondencia con otros líderes del mundo.
Según las fuentes del Post, los últimos días de Trump en la Casa Blanca, sus asesores emprendieron una frenética tarea para empaquetar todas las pertenencias y documentos de interés del presidente. Trump se negaba a aceptar su derrota frente a Joe Biden y hasta el último momento no aceptó iniciar el traslado.
El Archivero de los Estados Unidos y, por lo tanto, responsable de los Archivos Nacionales, explicó en un comunicado que, según la Ley de Registros Presidenciales, «estos archivos se deberían haber transferido a los Archivos Nacionales desde la Casa Blanca al finalizar la Administración Trump en enero de 2021».
La tarea, sin embargo, aún no ha finalizado, ya que los funcionarios sospechan que Trump podría haberse llevado más documentación, por lo que continúan buscando posibles archivos en su poder.
Ferriero afirmó también que «la Ley de Registros Presidenciales es esencial para nuestra democracia, donde el Gobierno es responsable ante el pueblo».
Añadió que «tanto por medio de la elaboración de una adecuada y ordenada documentación, gestión eficaz de grabaciones de audios, conservación de archivos y transferencia de dichos archivos a los Archivos Nacionales al finalizar una Administración, no puede haber duda sobre la necesidad tanto de ser diligentes como de permanecer vigilantes. Los archivos son importantes».
El proceso para lograr la devolución de los documentos ha sido largo y complejo. Los funcionarios de los Archivos y los abogados del ex presidente comenzaron hace un año las conversaciones para lograr la entrega de los archivos.
El período de Trump en la presidencia ha supuesto todo un reto a los encargados de conservar, clasificar y ordenar la documentación producida por la Administración. Según señalaron los archiveros a The Washington Post, Trump incumplía constantemente su obligación de conservar los documentos y entregarlos a los Archivos Nacionales.
Con frecuencia rompía los documentos oficiales, por lo que luego, en el mejor de los casos, los asesores del presidente debían reconstruirlos con cinta adhesiva, y así entregaban los documentos a los Archivos. Otras veces, los archivos llegaban despedazados a los archiveros.
Entre los documentos destruidos que hubo que reconstruir se encuentran los documentos que se entregaron al comité parlamentario que investiga el asalto al Capitolio el 6 de enero de 2021 por parte de seguidores de Donald Trump.
La conservación de los documentos producidos por cada Administración no es algo meramente anecdótico. En Estados Unidos se considera un pilar esencial de la democracia ya que, como explicó la historiadora Lindsay Chervinsky en el artículo del Post, «la única manera de que un presidente pueda rendir cuentas a largo plazo es conservar el archivo sobre quién dijo qué, quién hizo qué, qué políticas se promovieron o adoptaron».
Asimismo, hay otro problema añadido. Si los documentos escapan del control de los Archivos Nacionales y se divulgan sin control podría llegar a suponer incluso un riesgo para la seguridad nacional, además de dejar a la nueva Administración sin el recurso de conocer cómo actuó la Administración anterior.
Los asesores de Donald Trump, sin embargo, niegan que el ex presidente haya hecho nada irregular. Según un antiguo funcionario de la Casa Blanca durante la Administración Trump, el ex presidente no se habría quedado con los archivos de forma maliciosa «para evitar cumplir la Ley de Registros Presidenciales».